Amanecer De Criaturas: La Revelación De Los Híbridos [Terminada]

Capítulo 10: No Soy Un Monstruo

Habían pasado tres días de infierno en esta escuela. Derek y Lisa nos evadían constantemente. Aunque era más que obvio que la chica no quería evadirnos. Jasón estaba demasiado inquieto, su lobo estaba rompiendo el sello mental que Marian había colocado y eso es preocupante. Si ese sello se rompe, los hechizos desaparecerán y quedaremos al descubierto. Aunque, ¿De que sirvió tanto hechizo? Inclusive con esta facha de nerds logramos llamado la atención.

-Jason, de una maldita vez ¿Podrías calmarte?-le reclamé en el pasillo totalmente vacío.

Literalmente lo saque arrastrando de la biblioteca. Un chico estaba hablando con Lisa y estuvo a punto de ir tras él.

-Lo siento es que, yo...lo siento-agachó la mirada apenado por su actitud. La conexión entre nosotros estaba recobrando fuerza y ahora escuchaba los quejidos de su lobo. Claro que mi loba no tardo en reprenderme y mi lado vampírico estaba inquieto.

-Jason, debemos salir de aquí-anuncié mientras sentía el frio volver a mi cuerpo.

-Jane, te estas poniendo muy pálida-me advirtió.

-Jason, vámonos de aquí, el acné de tu rostro está desapareciendo-él se alarmó y me tomo de la mano para huir de ahí.

***

-Estamos expuestos Edward, el sello de Marian se supone que duraba cinco días-estaba al borde de la desesperación, habíamos vuelto a la "normalidad" , nuestro rastro se haría evidente y nos cazarían, poniendo en riesgo todo.

-Sabía que esto pasaría-dijo Edward tomándome por sorpresa. Abrí los ojos y cruce los brazos pidiendo una explicación-Aarón me advirtió que habría una chica que complicaría esto, al parecer esa chica resulto ser Lisa-Jasón entro a la habitación, estaba recién bañado, el acné había desaparecido por completo y su pelo de nuevo estaba acomodado. Traía unas gafas oscuras.

-Jasón ¿Por qué las gafas?-él se las quitó y me alarmé-¿Hace cuánto que no te alimentas...de sangre?

-Hace como un mes-de nuevo estaba apenado.

-Mierda, no solo somos lobos Jasón, aunque actuamos como ellos la mayor parte del tiempo, sabes que debes alimentarte porque la mitad de nosotros tiene sangre de vampiro-le recordé como siempre.

-Bueno, hoy salí a cazar un ciervo, está en el sótano, ve si puedes sacar algo de su sangre-mire a Edward algo escéptica y el corrigió-salí a cazar con un arma que tengo ahí, no creo que haya perdido mucha sangre-Jasón asintió y desapareció por la puerta que daba al sótano.

-¿Qué haremos? Sin hechizo ni camuflaje somos vulnerable y estamos solos.

-No te desesperes, yo aún no puedo percibir su olor, su rastro seguirá intacto, eso me lo aseguro Marian. Por el momento debemos meditar nuestro próximo movimiento-dijo mientras salíamos afuera.

Escalamos un enorme árbol que se encontraba en frente y mirábamos a lo lejos.

-¿Crees que sería mejor traerlos a la fuerza?-pregunté a mi amigo.

-No hará falta-contesto una voz.

Cuando giramos ahí estaba Derek con sus poderosas alas negras extendidas y nos miraba atento. Bajamos del árbol y en seguida Edward se transformó gruñéndole-les pediría de favor que se abstengan de hacer ese tipo de cosas. Traigo compañía-mencionó Derek y de su espalda bajó a Lisa quien parecía dormir.

-Ok Edward, él es Derek. Derek él es Edward, Alpha de la manada resistencia del oeste-Edward volvió a su forma humana y tendió su mano hacia Derek.

-Un placer señor Alpha-dijo Derek mostrando respeto.

-El placer es mío, solo dime Edward-la mirada de mi amigo no mostraba hostilidad alguna. Eso significaba que tenía un buen presentimiento sobre él.

-Bien, quisiera hacerte un millar de preguntas, pero la principal seria, ¿Qué acuerdo tomaremos?-antes de que Derek lograra contestar Jasón salió de la cabaña y no se veía contento.
Su mirada paso de mi a Derek y de el a la chica dormida en sus brazos.

-Tú-exclamó Jasón con fuerza y se veía molesto.
-Jasón espera-trate de calmarlo pero se acercaba peligrosamente a Derek-Jasón no te muevas-le ordene tratando de que se detuviera pero parecía imposible. Derek coloco a la chica en el suelo, cerca de un árbol.

-Oye, tranquilo amigo, yo no quiero problemas-Derek trataba de manejar la situación, aunque lucia nervioso.

-¿Qué le hiciste? Ella es mía, entendiste, no quiero que estés cerca de ella-era claro que no era Jasón quien estaba hablando. Su voz tenía un toque más grave, su lobo estaba tratando de tomar el control.

Se tomó la cabeza con las manos y se veía que trataba de calmarse pero le era imposible. Su pecho bajaba y subía con fuerza.

Intente llegar a él pero fue tarde, salto sobre Derek transformándose en el aire. El ángel se defendía usando sus alas y tratando de esquivar sus mordidas. Rodé los ojos exasperada y Edward me hizo una señal para que los separáramos. Nos acercamos a la pelea y a pesar de las dificultades que tenía logre tomar a Jasón lobo por ambas orejas.

De pronto Derek y Jasón se quedaron viendo a un punto fijo. El ángel parecía asustado y Jasón bajo las orejas al instante.

Me baje de su lomo y al igual que ellos me quede quieta en mi lugar. Lisa tenía los ojos bien abiertos y parecía asustada. Jasón fue el primero en dar unos pasos y volvió a la normalidad. La chica entro en pánico mientras cerraba los ojos y se hacía pequeña en el suelo.

-Lisa, soy yo, Jason, no te haré daño hermosa-mi hermano intento tocarla pero ella lo aparto bruscamente y lo miro con miedo.

Pude sentir en mi pecho el dolor de Jason, era exactamente el mismo que yo sentí cuando Drake me había hecho esa estúpida pregunta: ¿Quién eres?

-Alejate de mí, tú no eres Jasón, eres un monstruo gritó la chica y aquellas palabras fueron el detonante.

Jason se apartó negando bruscamente con la mirada, el me miro a mí, a Edward y después miro sus manos. Se transformó y comenzó a correr. Correr en lo profundo del bosque, alejándose de mí, de su chica, de todos. No debía dejarlo solo, no lo haría.

**narra Jasón**

Mis patas se movían por si solas alejándome del lugar, las ramas me golpeaban en mi hocico provocándome pequeños cortes.

Corría tanto como mis patas lo permitían, no prestaba atención al camino que terminé tropezando con una roca y rodé colina abajo hasta caer al agua de un pequeño lago. Tenía una pata herida y a pesar de ello logre salir a la superficie encontrándome una cascada.

Camine como pude y me situé en una cueva detrás de la cascada.
Me sacudí para que el agua y el frio que me calaba hasta los huesos desapareciera. Coloque mi cabeza ente mi pata delantera herida y la sana. Aullé bajito tratando de aliviar el dolor de mi pecho, pero no funcionaba. Estaba tan concentrado en mis pensamientos que no supe cuánto tiempo paso, hasta que un cuerpo tibio se hecho sobre mí.

-Jay, hermanito, no me gusta verte así, además tienes una pata herida-Jane comenzó a lamer la herida en mi pata que ahora ya comenzaba a sanar.

-Yo, yo no soy un monstruo hermanita. No lo soy-dije mientras restregaba mi cabeza bajo la de Jane.

-No somos monstruos Jay, solo que la chica se alteró y no supo lo que dijo. No te preocupes, esto se arreglará, solo necesitas paciencia y también entenderla. Piensa en cómo te sentiste cuando supiste lo que en verdad somos, ahora imagina como se siente ella-mi hermana tenía razón como siempre. Ella había logrado madurar mucho, incluso más que yo. Por un momento me sentí un tonto. Jane mordió mi oreja y por instinto me levante.

-Vámonos, el último en llegar cazara mañana-se adelantó mientras corría y yo como siempre, me distraje un poco, pero comencé a correr para alcanzarla.

Ella tenía razón, Lisa estaba pasando por un mal momento y debía ayudarla. Además así la enamoraría.