Capítulo 41: Recuerdos y promesas

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*Narra Liam*

Me duele todo el cuerpo. No tengo ni ganas de abrir los ojos pero la luz del sol es esta dando en mi rostro irritandome. Será mejor que me levante ahora sí no quiero llegar tarde. Esperen...no estoy en casa, ayer con el señor Edward. Abrí los ojos de golpe, enfocando mi vista inmediatamente en los barrotes que me rodeaban.

Me hago hacia atrás instintivamente pero mi espalda toca uno de los barrotes lo cual me causa una quemadura. Esperen, estoy...desnudo. Cierro los ojos tratando de controlar mi agitada respiración. Cuando por fin me calmé ahora ya más concentrado abrí los ojos. En una esquina fuera de la jaula hay ropa perfectamente doblada. La tomo tratando de no tocar los barrotes ni por accidente. Cuando por fin se terminó de poner la ropa escucho la puerta abrirse.

-Ya despertaste Liam-dijo mi abuela y yo sonreí.

-¿Cuánto tiempo he estado aquí?

-Unas horas. Al menos las suficientes para que tú cuerpo descansara-me dijo mientras sacaba una llave de su bolsa y abriera la jaula.

-Entonces eso significa que funcionó. Por fin, ya no seré un debilucho que no podrá defender a nuestro clan ¿Ahora sí estarás orgullosa de mi verdad abuela?-le dije triunfante y ella negó riendo. ¿Que le causaba gracia?

-Liam, hijo, yo siempre he estado orgullosa de ti. Eres mi nieto y te amo tal como eres. De no ser así no hubiera dejado que me arrastraras hasta acá envueltos en una guerra y ahora con la decisión de tu transformación-se acercó y me abrazó.

Soy un sentimental de mierda, así que me heche a llorar de inmediato. Mi abuela a veces era una mujer fría e inexpresiva, es la primera vez que me decía algo tan bonito. Desde que mis padres murieron ella se convirtió en mi única familia y juré protegerla. Ahora ya podré protegerla no solo a ella si no a los chicos.

***
*Narra Jane*

-Entonces, tomó una cadena que estaba en el suelo y jaló de ella ¿Verdad?-preguntó Edward y yo asentí.

-Un tronco enorme salió de la nada, lo tomo por sorpresa empujándolo muy fuerte y se golpeó en la cabeza con el tronco de otro árbol-le expliqué de nuevo al alpha.

-Supongo que es una trampa que se quedó ahí por los cazadores. Además a veces se me olvida que desde que Drake perdió la memoria suele ser muy distraído. Quien diría que tenía la guardia baja en un mal momento-dijo soltando una risita. Yo igual quería reír pero me contuve.

-Edward no te rías, que tal si se hizo daño-reclamé pero el comenzó a reír más fuerte. Maldita sea, no pude contenerme y también comencé a reír.

-Ay Jane, si nos podemos hacer daño pero no así. Solo fue un leve golpe, despertará en cualquier momento-dijo calmando su risa y limpiándose las lágrimas imaginarias.

Me senté en el pequeño sillón a un lado de la cama de Drake y me crucé de brazos. Edward mientras tanto colocaba algunos hielos en la frente de Drake quien afortunadamente fue solo un susto. Pronto ví la mano del híbrido moviéndose indicándome que estaba volviendo en sí.

-¡Auch!-se quejo llevando una de sus manos a su cabeza.

-Vaya golpe hermano-dijo Edward y Drake aparto la mano de su hermano que sostenía el hielo.

-¿Dónde estoy?-esa pregunta me tomó por sorpresa y todo rastro de diversión en Edward desapareció.

Nos acercamos rápidamente a el y comencé a examinar su rostro. No parecía tener algún otro golpe. Sus ojos se veían normales y estaba tratando de apartarnos.

-Soy Jane, por favor dime qué si me recuerdas-le dije y el enfocó su vista en mi.

Por unos minutos que se me hicieron eternos se quedó así mirando. No específicamente a mí, si no a un punto fijo y aunque lo sacudí un poco no reaccionaba. Ya estaba comenzando a asustarme hasta que dirigió su vista a Edward.

Amanecer De Criaturas: La Revelación De Los Híbridos [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora