Amanecer De Criaturas: La Revelación De Los Híbridos [Terminada]

Capitulo 20: Mal Presentimiento

*Narra Jasón*

-Ya puedo saltar de nuevo, es genial, dentro de unos días mi lobo estará listo para salir de nuevo-le dije a Liam mientras hacía unas piruetas en la habitación.

-No te muevas tanto, debes dejar que sane bien o esta vez te romperás algo y definitivamente no podrá sanar-el cerebrito estaba hablando y más valía hacerle caso.

Estaba a punto de responderle pero una punzada apareció en mi pecho llamando mi atención por completo, de inmediato Jane vino a mi mente y cerré los ojos,  un poco confundido.

-¿Qué sucede?-pregunto Liam mientras acomodaba sus lentes.

-No lo sé, solo, de pronto me dio un mal presentimiento, creo que debo regresar a mi clan, con mi velocidad vampírica llegaré muy rápido-informé y el colocó su expresión pensativa.

-Tendrías que rastrearlos todavía y sería un poco peligroso si vas solo. Mi abuela conoce muy bien estos terrenos, podemos irnos si quieres, además aprovecho y quizá podrías ayudarme con un favor-se acomodó nuevamente sus lentes y me observó atentamente.

-¿Qué clase de favor?-pregunté y el sonrió.

-Quiero ser convertido en un lobo-lo miré un momento y enarque una ceja. Sinceramente era genial ser un cambia formas ¿Qué intentaría?

-Bueno, en primera yo no puedo hacer eso. El veneno de mi mordida te mataría, al ser hibrido mi veneno resulta mortal para cualquier criatura. A menos que haga lo que me dijo Aarón- recordé las palabras de Aarón pero aun así tenía mis dudas.

-¿Y que te dijo el tal Aarón?

-Tendría que sellar temporalmente mi lado vampírico para poder convertirte sin matarte pero tiene sus riesgos. En cualquier momento puede romperse el sello y mi sed me haría matarte-el pareció analizar la situación.

El mal presentimiento seguía en mi pecho, la imagen de Jane vino a mi cabeza nuevamente y mi preocupación creció más. Definitivamente algo malo estaba pasando.

-¿Qué sucede Jason?-la voz de la abuela me saco de mi ensoñación. Sacudí mi cabeza y me recosté mientras me tallaba la cara con las manos.

-Un mal presentimiento abuela, debo volver, es sobre mi hermana, algo me dice que nada anda bien por allá-le comenté mientras me ponía de nuevo en pie. Solo tenía unos pantalones cortos como ropa así que comencé a observar la habitación buscando mi ropa original.

-Jason, algo me dice que debo seguirte, así que debes esperar un poco, preparare unas cosas. Conozco estos bosques como la palma de mi mano-estaba a punto de reclamar pero ella me señalo de inmediato-ni se te ocurra poner peros, voy contigo y se acabó-salió por la puerta y seguí en mi labor de buscar mi ropa.

-Oye chico lobo-me giré hacía Liam cuando dijo eso y capto mi atención por completo-si buscas tu ropa lamento informarte que prácticamente estaba desecha, mi abuela te traerá ropa-asentí y volví a sentarme en la cama frotando mis manos con mi rostro.

¿En qué nuevo lio estarás metida Jane?

*Narra Jane*

Y qué más da, no había puesto resistencia alguna al momento de llegar a este lugar. Estaba encerrada en una especie de cárcel/habitación. Los barrotes de la ventana y la puerta estaban hechos de plata pura. Sin duda Dylan conocía perfectamente mis debilidades.

Si acepté venir con él fue porque quería acabar de una vez por todas con esto y dejar la tan anhelada paz en el clan y en el mundo sobrenatural. Igual y mi vida ya no tenía mucho sentido, sin Jason a mi lado nada sería igual de nuevo. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no pude percatarme del momento en que Dylan había entrado a la habitación.

-Hola preciosa, he venido a ver cómo está la futura condesa del infierno-su simple cercanía me causaba asco y repulsión, pero no había opción.

-Me tienes como animal enjaulado, como pretendes que debería estar. Obviamente me siento como un animal salvaje. Debes entender que no voy a huir, vine aquí por mi propia voluntad ¿Qué te hace creer que escapare?-contesté en el tono más frio posible. El solo sonrió y acaricio mi mejilla.

-Lo siento mi amor, pero por el momento esto es necesario, no te preocupes. Tengo un amigo que nos ayudara para que lo nuestro funcione, verás que todo mejorará y reinaremos la oscuridad por la eternidad-el idiota me besó pero por supuesto que yo solo me quede quieta. El sonrió egocéntricamente y se fue cerrando de nuevo mi cárcel.
¿Qué había querido decir con eso? ¿Qué hará este idiota conmigo?

*Narra Edward*

-Solo a este idiota se le ocurre pelear solo con su lado vampírico contra cientos de ángeles oscuros-aunque Aarón murmuraba frases como “Drake, eres un idiota”, “Sabía que pasaría eso”, “¿Por qué nunca piensa las cosas?”, igual y podíamos escucharlo a kilómetros.

Las marcas en todo su cuerpo indicaban que cada frase del ángel era verdad. Había recibido bastantes ataques con runas, por eso las marcas en su piel. El enésimo suspiro de Freddy nos hizo mirarlo con atención.

-Saben algo señores, esto no puede quedar así. Sé que llevamos años de guerra y que con esta acción todo terminará pero no estoy dispuesto a aceptar el precio. Estimo mucho a la señorita Jane y ustedes se han vuelto familia para mi hermano y para mí. Por favor, pensemos bien las cosas y no dejemos que esto acabe así. Yo no lo soportaría, primero Jason y ahora ¿dejaremos sola a Jane? Si ustedes no hacen nada me arriesgare a ir solo a buscarla para sacarla de donde esté, sé que suena como un acto de locura e incluso hasta impulsivo, pero estoy dispuesto a hacerlo-su pequeño discurso había motivado un poco mi espíritu.

Era verdad, no podíamos quedarnos de brazos cruzados como si nada hubiera pasado o como si esos dos gemelos jamás hubieran existido.

-Por mi parte pienso que por el momen…-había tomado la palabra, pero la puerta se abrió dejándome ver a Mac.

-Disculpe la intromisión Alpha, pero debe venir a ver esto-no era necesario que me dijera que ocurría, sabia perfectamente que se trataba de Oswaldo y Eddy.

Salimos a paso apresurado detrás del beta quien parecía un poco nervioso. Cuando llegamos afuera me alarmé al instante. La armería estaba saqueada y los niños más pequeños se encontraban afuera con una mirada de admiración hasta un punto fijo.

-Informe-dije mirando al Beta quien parecía querer salir corriendo.

-Eddy reunió a los chicos más grandes y fuertes. No se cómo lograron meterse a la armería y comenzaron a saquear armas de todo tipo. Mientras unos hacían eso otros lograron encontrar una salida-cerré los ojos y no sabía si estar furioso o preocupado. Me transforme en mi lobo y de inmediato las rejas se abrieron dándome paso a mí y a los chicos.

Un mal presentimiento recorría mi cuerpo mientras más me acercaba. Esos niños jamás tenían cuidado de su rastro y eso era una ventaja para mí, pero un posible peligro para ellos. Aarón nos seguía desde los aires mientras Fredy junto con su hermano recorrían todo a su velocidad.

Pronto el olor a sangre llegó a mis agudos sentidos y aullé indicando que me siguieran. Corría tan rápido como mis patas me lo permitían y cuando llegamos al lugar había un grupo de cazadores tratando de matarlos. Mi aullido resonó tan potente y me lancé contra el primero que se cruzó en mi camino.

-PAPÁ-fue el único grito quee recordó esa sensación, era MIEDO. Deje a los chicos pelando y corrí rápidamente hacia el pequeño grupo de niños. Al llegar, me transformé  y al arrodillarme mis manos comenzaron a temblar y juro que pude sentir el frio colarse por mi piel-Papá, Eddy no despierta-mi pequeño Oswaldo no dejaba de llorar. Sus pequeñas manos estaban llenas de sangre.

Abracé a mi pequeño Eddy quien se empezaba a poner frio, quería ser fuerte, quería consolar a mi otro pequeño, quería decirle que todo estaría bien pero no podía. Aarón de inmediato se acercó y me arrebató a mi pequeño.

-Aún sigue vivo, pero parece que no aguantara mucho. Debo de llevarlo de inmediato a la fortaleza-cerré los puños con fuerza y trate de apartar las lágrimas de mis ojos.

-Rápido, por favor haz lo posible para salvarlo-sus alas se extendieron y despegó, dejando una ráfaga de aire. Me giré a mi pequeño y me transformé. Él se sentó sobre mi lomo y se aferró a mí con fuerza mientras regresábamos.