Capitulo 3: Memorias

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*Narra Edward*

Se supone que estoy aquí para descansar pero la verdad que estoy más preocupado que nunca, se supone que estamos en medio de una maldita guerra, debería estar organizando y velando a mi manada. Sé que Jane y Jasón ya lo saben manejar pero me siento un completo inútil.

-Oye de verdad ¿puedes dejar esa maldita ansiedad? Te dará un infarto a este paso-Aarón estaba cuidándome como si fuera un reo en este lugar.

-Yo no tengo ninguna ansiedad-traté de mentir y el entrecerró los ojos  negando con la cabeza.

-¿En serio? No dejas de mover las piernas, te muerdes demasiado las uñas y cuando ya no tienes las dejas crecer y además no dejas de sudar-contestó y fue cuando recupere la determinación.
Suspire y me levante. Faltaban tres días para partir, pero era mejor hacerlo ya.

-Ya me cansé. Nos vamos ahora Aarón-fue más una orden que una expresión.

-Oh vamos, se supone que debo evitar esto, no me hagas difícil mi trabajo-respondió cruzándose de brazos.

-¿No se supone que deberías cuidar a tu clan?-traté de convencerlo de esa forma pero negó.

-Drake lo está haciendo, yo creo que eso le hará bien para él y su memoria. La ha estado pasando difícil últimamente-contestó y fue cuando me lance de nuevo a la cama pensando.

¿Por qué habrá perdido la memoria? Se supone que eso no tenía nada que ver con su transformación, o al menos eso menciono Aarón, según lo que la bruja nos dijo fue una decisión propia, pero que ni el mismo lo recuerda. ¿Qué habrá pasado en ese año que estuvo inconsciente? ¿Será que su ángel oscuro lo obligo a hacerlo?
Fue muy perturbador cuando me vio en aquella habitación y comenzó a pedir perdón por lo que había hecho. Recordé inconscientemente cuando me ataco una vez, cuando comenzó a dejar salir sus alas. Seguíamos siendo unos cachorros:

***

-Oye detente-le dije a Drake que ya me llevaba ventaja en la carrera.

-Eres muy lento hermano-me dijo mientras se acercaba a mí y ambos recuperábamos el aliento.

-Si pero eso se solucionara cuando entrene más. Si me transformo en mi lobo apuesto a que te gano-lo desafié y él sonrió mostrando sus colmillos.

-Si yo saco mis alas volaré muy rápido y te ganaré-contestó de vuelta y yo quedé sorprendido.

-¿Los vampiros tienen alas? Yo he visto a muchos de ellos y ninguno parece tenerlas.

-Lo que sucede es que yo soy un vampiro diferente, he salido de la cabaña en las noches para intentar sacarlas y lo he logrado ¿quieres que te enseñe?-yo asentí enérgicamente y Drake se alejó unos pasos.

Cerró sus ojos y sus pequeñas manos se volvieron puños. De pronto abrió sus ojos y eran totalmente negros y su pequeña camisa comenzó a romperse mientras unas alas negras con un brillo rojizo salían. Cuando todo pareció terminar dirigió su vista a mí y sus garras crecieron.

-Drake ¿estás bien?-pregunte cautelosamente mientras su vista se clavaba en mi cuello-¿Drake?-volví a preguntar y fué cuando se abalanzó sobre mi tratando de morderme.

Con ayuda de mi lobo logre quitármelo de encima, pero no se rindió y con sus alas me golpeo, logrando que mi boca sangrara, logro darme dos zarpazos y caí en el suelo sin fuerzas.

-Drake, hermano ¿eres tú?-al parecer eso lo hizo reaccionar, pues se echó hacia atrás mientras se tomaba la cabeza y sus alas volvían a ocultarse.

***

-¿En qué piensas Edward?-pregunto Aarón mientras me miraba curioso.

-Solo, pensaba en porqué la pérdida de memoria de Drake, recordé la razón por la que selló a su ángel oscuro-contesté mientras hacia una mueca y Aarón parecía meditarlo.

-Oh, ya veo. Hablas de cuando eran pequeños y te atacó ¿verdad?

-¿Cómo lo sabes?

-Drake lo mencionó, dijo que jamás quería hacerte daño de nuevo y que no le importaba privarse de su otra mitad. Aunque termino haciendo las cosas como un completo idiota-contestó mientras volvía a suspirar y negaba con la cabeza. Me sentía como un anciano que había vivido lo suficiente ya y que pronto tendría que relatar historias a mis nietos.

-Mejor vámonos-ordené y comencé a empacar las pocas cosas que había traído conmigo.

*Narra Drake*

Me encontraba una vez más en mi habitación tratando de recordar y llenar ese enorme espacio vacío en mi mente. Fue extraño despertar y que me dijeran que ya había tomado mi venganza. Luego está el asunto de Jane y la guerra.

Tantas cosas dentro de mi mente me hacen pensar que hubiera sido mejor ya no recordar ni mi nombre. Se escucharon dos golpes ligeros en la puerta, mis pensamientos se dispersaron y me concentre en la persona próxima a entrar.

-Adelante-contesté y la cabeza de Jasón se asomó.

Últimamente este chico se ha vuelto un gran apoyo para mí, después de que su hermana me ha rechazado como si fuera el peor monstruo y el no recordar nada fuera uno de los peores errores del mundo.

-lLamento molestarte Drake, pero necesito que veas algo. Es algo referente a lo que sucedió esta mañana-Jasón solía venir seguido a visitar al clan para ver como estábamos, los ángeles oscuros no éramos perseguidos en gran parte a comparación de los lobos.

-¿Qué sucede?-pregunté y entró sentándose a mi lado.

-Bueno, es que salvamos a un cachorro durante la batalla, bueno, más bien Jane lo salvo cuando escapó, ya sabes como la hace actuar su instinto de heroína-comencé a analizar la situación, aunque no encontraba que tenía que ver eso conmigo.

-¿Y viniste hasta este lugar para decirme que Jane ha salvado a otro cachorro de lobo?

-En realidad no precisamente, el cachorro tiene una peculiar marca en la espalda que creo que deberías ver, es que Aarón llegara en unos días y pues creo que tú debes saber algo-con eso me había dicho todo, así que me levante y salimos rápido rumbo al clan de lobos.

¿Lobos con marcas en la espalda? Resultaba algo increíble a menos que…un recuerdo vino vagamente a mi cabeza, una donde le pedía a Aarón mostrarme su marca de nacimiento que mi madre nos ha heredado. Inconscientemente me detuve y sacudí mi cabeza.

-¿Estás bien?-preguntó Jasón mientras se acercaba a mí para examinarme.

-No, no es nada-decidí restarle importancia aunque Jasón entrecerró sus ojos examinándome-de verdad no es nada, solo memorias-mi amigo asintió y comenzamos a caminar de nuevo, olvidando lo sucedido. “olvidar”, esa maldita palabra que carcomía mi interior.

Amanecer De Criaturas: La Revelación De Los Híbridos [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora