Amanecer De Criaturas: La Revelación De Los Híbridos [Terminada]

Capitulo 27: ¿Escape o rescate?

*Narra Jason*

-Jason ¿estas bien?-pregunto Lissa mientras entraba a la habitación de Edward.

-No, aún no, Edward está muy lastimado y lo peor es que Freddy apenas si puede contenerse. Y por si no fuera mucho Drake y Derek no aparecen-murmuré mientras me pasaba la mano por el pelo.

-Bien, no deberías preocuparte podrías...-había dejado su frase a medio decir cuando se detuvo súbitamente.

-¿Qué sucede?-me levanté rápido y tome su rostro entre mis manos.

-Espera-susurró y parecía tratar de escuchar. Después de un momento abrió los ojos y me miró con preocupación-es Derek...

*Narra Drake*

Doce horas, doce malditas horas en donde lo único que había hecho era observar a Derek mientras cerraba los ojos. Las heridas en mi cuerpo no sanaban lo que significaba que mi hambre de sangre iba en aumento. El olor de su sangre se hacía mas fuerte y me costaba distraerme con otra cosa. Después de unos minutos mas abrió los ojos y me observó tratando de analizarme, o eso pareció.

-¿Qué sucede?-pregunté sin importancia y el entrecerró los ojos.

-Dime que no estas pensando comerme-rodé los ojos e intenté mirar a otro lado que no fuera su cuello.

-No, solo...bueno eso no importa, ¿lo lograste?-desvié el tema y fué cuando resoplo.

-Las cosas no andan bien, Edward y Freddy no están bien, no se que pasó pero al parecer Jason traerá a las manadas de lobos y el clan de vampiros aliados para el rescate-miré el lugar donde me encontraba y negué con la cabeza. No me quedaría de brazos cruzados mientras alguien más luchaba por mi vida.

-A la mierda-dije mietras me tiraba al suelo quemándome aun mas con las cadenas.

-¿Qué vas a hacer?-preguntó mientras me miraba de forma extraña.

-Es cierto que soy débil ante la plata, pero el bronce a mi no me hace absolutamente nada, por obvias razones la plata no debe hacerte nada a ti. Mira, yo se que en estas utimas horas te acabo de joder la existencia, pero déjame arreglarlo, salgamos de aquí y preparemos todo para salvar a la manada. No dejemos que alguien más luche por nuestra libertad. Eso solo nosotros podemos hacerlo-se quedó un momento pensando y después frunció el ceño.

-Muy bien, tienes razón hay que darnos prisa antes de qué Jason llegue-comencé a rodar hasta acercarme a él, con mis garras logre destrozar el candado llevándome una quemadura grave.

-Ouch, olvide por un momento que mi otra mitad es angel oscuro-Derek negó con la cabeza y cautelosamente se quito las cadenas de encima para después liberarse. Ambos estábamos bastante lastimados, pero nuestro deseo de libertad podría superar cualquier dolor.

-Bueno, ¿Y ahora que?-preguntó Derek y me detuve a pensar un momento.

-Para empezar no pensé que llegaría tan lejos-solté una risita y Derek golpeó su frente con la palma de su mano.

-A la mierda, prepárate-después de eso rompió la pared a su espalda. Se lanzó al vacío sin pensarlo, no tuve la oportunidad de procesar que sucedia pues Derek me había tomado del cuello de mi chaqueta.

-¿ESTAS LOCO?-grité en el aire.

Mire el suelo que estaba a unos pocos metros, comencé a gritar aleteando con mis manos, Derek soltó una carcajada y sacó sus alas tomándome antes de que pudiera besar el suelo-oh maldición-dije intentando calmar mi agitada respiración-yupi lo logramos -exclamé.

-No cantes victoria-dijo Derek.

Mire hacia atrás dándome cuenta del centenar de ángeles que nos perseguían. Mi amigo comenzó a maniobrar en el aire mareándome al instante, sabía que mi peso era el problema para esquivar las runas que nos lanzaban.

-Drake, tienes que volar-gritó y yo lo miré.

-No creo que sea buena idea-dos recuerdos golpearon mi mente, Edward siendo atacado por mi y yo atacando a Maximus. Sacudí mi cabeza y negué-no, no es buena idea.

-Lo lamento, pero es necesario, confío en ti-fue lo último que dijo antes de soltarme.

*Narra Jane*

Vagaba libremente por toda la fortaleza de piedra de Dylan, cada criatura que me topaba hacia una reverencia hacía mi en señal de respeto. Estaba a punto de entrar en el área de celdas cuando un enorme estruendo se logró oír, haciendo retumbar las paredes. Corri rápidamente a la ventana mas cercana y fue cuando lo vi.

Eran dos chicos, parecían estar escapando pues los guardias comenzaron a volar tras ellos. Uno de ellos llamó mi atención, su rostro se me hacia demasiado familiar. Cuando quise mirar más, sin darme cuenta uno de los guardias ya me estaba alejando del lugar ¿Quién era el? ¿Por qué estaban encerrados?

*Narra Drake*

Ok, ya bastante tenia con ser perseguido por un millar de criaturas tratando de asesinarme, y ahora estaba cayendo hacia el bosque como costal de papas.

-DEREK ERES UN IDIOTA-fue lo último que alcancé a gritar.

La mitad de nuestros persecutores vinieron hacia mi, los demás siguieron a Derek. Los árboles estaban cada vez mas cerca, pasaron pocos segundos cuando las primeras ramas comenzaron a golpear mi cuerpo. El dolor estaba aumentando y la distancia hasta el suelo disminuia.

Cerré los ojos y grite cuando ya faltaban pocos metros. Por instinto quite el sello que retenia a mi ángel oscuro, logrando sacar mis poderosas alas antes de llegar al suelo.
Una especie de onda de energía creo una ráfaga de aire inclinando los arboles y alejando a las criaturas que estaban cerca.

Mi cabeza comenzó a doler, lo cual me hizo caer al instante. El aura oscura no tardo en rodearme, mientras diversos símbolos aparecían en mi cuerpo. Mi pelo creció otro poco, mi piel cambio a un tono gris, mis venas se resaltaron en exceso y de la nada cadenas comenzaban a surgir rodeándome por completo y cuando eleve mi rostro mi visión estaba mas nítida de lo normal.

Me levanté y comencé a tocar mi cuerpo, sabia que estaba mucho más frío, pues no sentía absolutamente nada. Toqué mi cara y los colmillos en mi boca eran realmente alarmantes. Sonreí triunfante mientras miraba a los angeles de Dylan que se acercaban a mi. Los miré diabólicamente, baje la vista a mis garras, sin duda alguna iba a haber sangre y por alguna razón sentí satisfacción por eso.

*Narra Jason*

Aulle hacía mi manada para que comenzaran a correr y así lo hicieron. Podía sentir el olor de ángeles oscuros a kilómetros. Mientras mas avanzábamos, el rastro era mas notorio. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde están Drake y Derek?

Mi pregunta formulada se respondió sola, Derek había caído sobre mi mandandome unos metros lejos. Me incorporé rápidamente y comencé a mover con mi hocico al inconsiente Derek. Su cara tenia quemaduras, su ropa estaba completamente rasgada y las marcas en su cuerpo delataban fácilmente a las criaturas que lo habían hecho.

Pronto, cientos de angeles descendieron y mis lobos no dudaron un segundo en atacar. Coloqué a Derek en un lugar cómodo y alejado. Comencé a luchar eliminando a todo el que se acercaba, protegiendo a los míos. Era cierto que nos superaban en número, pero el entrenamiento que habíamos recibido estos años de guerra habían dado sus frutos.

La batalla seguía sin parar, la sangre brotaba de todos los lugares a nuestro alrededor, mojando y salpicando los arboles, la tierra e incluso el cielo mismo. Las nubes comenzaron a ocultar la luna, dándome un extraño presentimiento. Y no era nada extraño, todos se habían detenido y comenzaron a mirar el cielo. Me transformé en humano, tratando de asimilar lo que estaba viendo.