xɪᴠ : ʀᴀʀᴏ

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El albino iba saliendo del lugar en donde se había reunido con el padre de Reo, tomó un taxi y volvió a su departamento.

El auto de Chigiri se había estacionado frente a la casa de Reo dejando que el mencionado bajara del auto.

—¿Estaras bien, Reo? —pregunta Chigiri.

—Estaré bien, no te preocupes.

—Bueno, entonces nos vemos mañana en la Universidad.

—Si, hasta mañana.

Chigiri encendió su auto y comenzó a conducir para irse.

Reo miro a Chigiri irse y después entró a su casa.

—Joven Reo —dice.

—¿Qué sucede, Ba-Ya?

—Sus padres vendrán para la hora de la cena, su padre me pidió que le informará que estuviera ahí.

—Si, estaré en mi habitación, cuando mis padres lleguen vas a mi habitación y me avisas, por favor.

Reo subió a su habitación y apenas entró se dejó caer sobre su cama mientras miraba su teléfono, nuevamente en el chat con Nagi.

—¿Por qué estoy tan preocupado por no recibir tu respuesta? ¿Por qué me pongo así? —se pregunta a si mismo—. Me tienes mal, Seishiro Nagi.

Pasaron las horas y los padres de Reo llegaron.

—Ya estamos aquí ¿Esta lista le cena?

—Si señor, ya está todo servido.

—Muy bien, ¿y Reo?

—Esta en su habitación, iré a decirle que están aquí.

—Dile que lo esperamos en el comedor y que no tarde.

La mujer subió a la habitación de Reo y tocó la puerta de esta.

—Joven, Reo, sus padres están aquí.

—Ya bajó, gracias.

Reo miro por última vez la pantalla de su celular y después lo dejó sobre su cama para bajar hacia el comedor donde lo esperaban sus padres.

Nagi había llegado a su departamento, apenas y entró se dejó caer sobre el sofá que tenía casi en la entrada.

—Esos malditos millonarios —dice.

Nagi se levantó y se dirigió hacia la cocina para calentar algo de comida ya que tenía demasiada hambre. Mientras esperaba que su comida estuviera lista tomó su teléfono el cual había dejado olvidado en casa, miro las notificaciones y miro el mensaje de Reo.

—Reo —dijo de forma triste.

El Albino apagó su teléfono y se dispuso a comer.

En aquella mansión estaba el peli morado quien comía mientras mantenía la cabeza baja y solo escuchaba a sus padres hablar.

—Reo, alza la cabeza y siéntate bien, esas no son maneras de comportarse —dice el hombre.

—Si padre —alza la vista.

Odiaba eso, odiaba tener que pasar tiempo con sus padres.

—Cada vez me decepcionas más, por cierto ¿Cómo vas en esa materia en la que ibas mal?

—Bien, en unas semanas es la prueba y espero sacar una calificación aprobatoria.

—Nada de espero, tienes que sacar una buena calificación, Reo, más te vale que así sea.

𝐍𝐨 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐄𝐬 𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫𝐨 ||𝐍𝐚𝐠𝐢𝐫𝐞𝐨||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora