𝐍𝐨 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐄𝐬 𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫𝐨 ||𝐍𝐚𝐠𝐢𝐫𝐞𝐨||

xxᴠɪ : ᴅᴇsɢʀᴀᴄɪᴀ

La luz del sol que entraba por la ventana, golpeaba sobre el rostro de Reo, quien seguía durmiendo tranquilamente.

Poco a poco fue despertando. Mientras frotaba sus ojos llamaba a su novio esperando una respuesta por parte de él.

—Buenos días, Sei —dijo sin recibir respuesta.

Reo notó que Nagi no estaba en la cama, lo busco con la mirada en la habitación y tampoco se encontraba ahí.

Reo se levantó y después de ponerse una camisa holgada para cubrir su cuerpo desnudo, salió de la habitación.

El peli morado caminaba hacia la cocina mientras que buscaba a Nagi, el cual parecía no estar en la casa.

Cuando Reo llegó a la pequeña mesa que había en la cocina, notó sobre esta una nota con un mensaje escrito. Rápidamente la tomó y leyó lo que decía aquella nota:

"Reo, tuve que salir a comprar algunas cosas, no tardare mucho. Lamento irme sin avisar, pero estabas dormido tan tranquilamente que no quise despertarte. No tardare mucho, esperame para desayunar, te amo ♡"

Reo término de leer la nota y se sintió más tranquilo al saber que Nagi estaba bien. Así que volvió a la habitación para poder tomar un baño en lo que esperaba a Nagi para desayunar.

Después de unos minutos, Reo se encontraba acomodando su cabello mientras se miraba frente a un enorme espejo. De repente, escuchó que alguien llamaba a la puerta, rápidamente pensó que era Nagi, pero después se quedó pensando en que si fuera Nagi no tocaría la puerta, simplemente abriría con sus llaves. Se quedó unos segundos en silencio pensando que hacer, fue cuando miro las llaves de Nagi sobre su pequeña mesa de centro. Solo suspiro y pensó que su novio era muy distraído. Sin pensarlo se acercó a abrir la puerta esperando encontrándose con su amado Nagi.

Su sonrisa fue dolorosamente arrancada de su rostro cuando no vio a Nagi, en su lugar, vio a uno de los guardias de su papá parado frente a la puerta.

—¿Qué estas haciendo aquí? —preguntó despreocupado.

—Reo, nunca debiste desobedecer a tu padre, cometiste un grave error al irte de la casa para venir a meterte a este sitio —dijo mirando el lugar.

—Pues este "sitio" como tú lo llamas, se ha vuelto mi hogar, en este poco tiempo que he estado viviendo aquí me he sentido en un hogar, me he sentido libre y tranquilo, lo que nunca pude hacer en esa enorme mansión durante 20 años.

—Nunca debiste venir aquí.

—¿De qué estas hablando?

—Sabes que tu padre no se iba a quedar de brazos cruzados, en este tiempo estuvo planeando algo y más te vale volver a casa antes de que sea muy tarde.

—Ya nada de lo que diga o haga ese hombre me importa, que haga lo que quiera.

—¿Y no te importa que le haga daño a Seishiro Nagi?

Reo estaba apunto de cerrar la puerta de su departamento, pero cuando escucho al Guardia de su padre decir el nombre de Nagi Seishiro se detuvo y lo miró.

—No se atrevan a hacerle daño a Nagi, él no tiene la culpa de nada de los problemas que haya entre mi padre y yo.

—Te equivocas, Reo, él tiene mucho que ver.

—No le hagan daño, haré lo que sea.

—Si quieres que Nagi este a salvó tienes que venir conmigo, tu padre nos espera.

Reo no tuvo opción, no quería que le hicieran daño a Nagi, así que tuvo que salir y acompañar al Guardia de su padre.

—No te preocupes, Reo, todo estará bien, todo volverá a ser como antes —dijo y se fueron.