xɪɪɪ : ¿ǫᴜᴇ́ ᴘᴀsᴏ?

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Reo acababa de despertar y se quedó un rato sentado sobre su cama mientras que procesaba que estaba sucediendo.

Reo no recordaba que era lo que había pasado, no recordaba mucho de lo ocurrido, ni siquiera sabia como llegó a su casa.

—Buenos días, Joven Reo —dice la mujer mientras entra a la habitación.

La mujer entró y dejó una charola de comida al lado de la cama del peli morado.

—Ba-Ya ¿Qué fue lo que pasó anoche? ¿Recuerdas como es que llegue a casa?

—¿No recuerda que su amigo fue quien lo trajo en la madrugada? Tiene suerte de que sus padres no se hayan dado cuenta, si no, se hubiera metido en problemas.

—¿Mi amigo me trajo?

—Si, el joven Albino que vino a la casa el otro día.

Reo recordó un poco de lo que había ocurrido la noche anterior, tuvo algunos recuerdos, en los que Nagi estaba a su lado totalmente desnudo.

Reo se quedó helado al tener esos recuerdos.

—Bueno, Joven, lo dejó para que tome su desayuno —dice y sale de la habitación.

El peli morado seguía aún tratando de recordar con exactitud que era lo que había pasado, no era posible que el y Nagi hayan tenido sexo, al menos eso era lo que el pensaba.

Tomó su desayuno y después de levantarse de su cama, con dolor de cuerpo, se dirigió al baño.

Al entrar comenzo a quitarse la ropa, apenas quito su blusa se dio cuenta de las marcas que había en su cuello, pecho y parte de su abdomen.

Se alarmó al verlo, quería mantener la calma y no pensar nada hasta hablar con Nagi y estar seguro.

Se quitó toda la ropa y se metió a la ducha para tomar un baño, limpio su cuerpo y cabello para después salir del baño e irse a vestir.

Cuando se terminó de vestir tomó su teléfono para ver si tenía algún mensaje o llamada de Nagi.

Nada, no había nada, así que decidió ser él quien mandara el mensaje.

Nagi.

—Nagi, espero que te encuentres bien, necesitamos hablar, por favor, en cuanto puedas ponte en contacto conmigo.  ✔

Reo guardo su teléfono y después de unos minutos salió de su habitación y pudo notar el silencio que había en la mansión. La razón era que sus padres no estaban y no había nadie que le gritara o molestara. Salió de su casa y estaba por subir a su auto cuando vio estacionarse frente a el un auto lujoso, pequeño y de color Rosa.

—Hola, Reo —dice Chigiri.

—Chigiri —se acerca—. Que lindo auto.

—Gracias, lo acabo de comprar —dice orgulloso.

—¿Desde cuándo te volviste tan presumido? —dice de manera sarcástica.

—¿A dónde te diriges?

—En realidad a ningún lado, solo quería salir a tomar un poco de aire —dice.

—Pues entonces sube, salimos a lo mismo.

Reo subió al auto de Chigiri y el peli rojo comenzó a conducir.

Mientras Chigiri conducía, Reo iba apreciando cada detalle del auto del peli rojo, todo era color Rosa y muy lindo, incluso tenía olor a fresas, muy característico de Chigiri.

—Oye, Reo —dice rompiendo el silencio—. Me enteré que la otra noche me puse demasiado ebrio y tuviste que llevarme a mi casa, espero que no haya sido una molestia.

𝐍𝐨 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐄𝐬 𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫𝐨 ||𝐍𝐚𝐠𝐢𝐫𝐞𝐨||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora