xᴠɪ : ɴᴏ ᴍᴀ́s

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Nagi estaba de pie frente al hombre, sólo se limitaba a escuchar lo que decía.

—Y escucha, nadie tiene que enterarse de esto, mi apellido quedaría en mal si alguien supiera de este trato —dice mientras toma de su café.

—No se preocupe, nadie sabrá de esto.

—Bien, puedes irte.

Nagi estaba apuntó de salir de la habitación cuando vio a una mujer altamente preocupaba entrar a la habitación.

—Señor, Mikage —dijo asustada.

—¿Qué sucede, Ba-Ya?

—Reo.

Nagi estaba por salir de la habitación pero al escuchar el nombre de Reo se quedó quieto.

—¿Qué sucede con Reo? ¿Ya volvió de la Universidad?

—Señor... Su hijo va camino al hospital.

Nagi se quedó helado al escuchar eso.

—¿Al hospital?

Una ambulancia estaba afuera de la mansión y llevaban a Reo en una camilla de urgencias.

—¿Qué fue lo que le pasó?

—Fuí a la habitación del Joven Reo para decirle que la comida estaba lista, no respondía y me preocupe, así que entré a su habitación y lo mire sobre el suelo inconsciente.

Nagi salió corriendo del lugar y al salir de la mansión vio a la ambulancia quien partía de ahí.

Sin pensarlo decidió ir tras esa ambulancia para ver qué le pasó a Reo.

Ba-Ya y el señor Mikage estaban en la Sala de espera del Hospital esperando alguna noticia sobre Reo.

—El doctor esta tardando demasiado en decir algo de ese niño, yo necesito volver al trabajo —dice el hombre.

En ese momento un doctor se acercó a ellos.

—¿Familiares de Reo Mikage? —pregunta.

—Si, ¿qué sucede con él?

—El Joven Mikage sufrió una intoxicación por una sobre dosis de pastillas.

—¿Qué?

—Como lo escucho, su hijo intento suicidarse, si no hubiera sido porque fue traído de inmediato a urgencias y pudimos hacer un lavado de estómago, su hijo hubiera muerto.

—¿El Joven estará bien? —pregunta Ba-Ya.

—Estará bien, solo necesita descansar y reposar un poco.

El doctor se alejó de ellos y apenas y estuvo lejos el señor Mikage tomó sus cosas.

—¿A donde va, Señor?

—Necesito volver al trabajo.

—Pero, su hijo.

—Ya oíste al doctor, Reo estará bien, no perderé mi día de trabajo por un show de Reo.

Dicho esto el hombre se fue del lugar.

La mujer miro como el señor Mikage se alejaba del lugar, no podía hacer nada, así que simplemente se sentó esperando alguna noticia de Reo.

Nagi estaba parado detrás de la puerta y había escuchado lo que el doctor había dicho de Reo, no podía creer que Reo hubiera intentado eso, ¿por qué lo había hecho?

El Albino se acercó a la mujer que estaba sentaba en la Sala de espera.

—Buenas Tardes, señora —saludo.

𝐍𝐨 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐄𝐬 𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫𝐨 ||𝐍𝐚𝐠𝐢𝐫𝐞𝐨||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora