xxɪɪɪ : ᴄᴏᴍᴏᴅɪᴅᴀᴅ

221 24 20
                                    

Chigiri y Reo seguían en el café, comiendo postres mientras que conversaban.

—Lo que te digo es por tu bien, Reo, de verdad tienes que hacer algo antes de que termines lastimado.

—No te preocupes, Chigiri, ya comencé a  hacer algo.

—¿De verdad?

—Si, esta mañana fui a la mansión por mis cosas, me saldré de vivir de ahí, ya no puedo soportarlo más, no quiero seguir viviendo un segundo más en esa casa.

—¿Y a donde irás?

—Me iré a vivir con Nagi, se que a su lado estaré más tranquilo.

—Se que así será, Nagi te dará esa tranquilidad que nunca has podido tener en tantos años, y por cierto, ¿ustedes son pareja?

—Si, lo somos.

—Sabia que no perderías el tiempo —dice y comienza a reír.

—Eres el menos indicado para decir eso, ¿no olvidas mencionar lo que pasó con Kunigami?

—Bueno, me fui a vivir con él, mi padre me hecho de la casa y él fue tan lindo de recibirme.

—Parece que los dos tuvimos suerte.

—Si, finalmente nos libramos de tener que estar soportando a nuestros padres todos los días y ahora viviremos con ese chico especial para nosotros —dice emocionado.

—Así como lo dices.

—Oye, Reo.

—¿Qué sucede, Chigiri?

—Estoy feliz de que todo se haya arreglado, de que todo este bien y que volvimos a ser amigos.

—No dejemos que nadie nos vuelva a separar, nacimos para ser mejores amigos y para estar juntos, para nada más —dice.

—Tienes razón.

Ambos chicos se quedaron en la cafetería mientras seguían conversando. Después de unas horas, Chigiri recibió un mensaje de Kunigami diciéndole que ya había salido de su trabajo y pasaría a recogerlo.

—Me gustaría quedarme a platicar, pero mi hombre pasará por mi —dice Chigiri.

—Entonces no lo hagas esperar más.

—Nos vemos luego, te adoro —dijo y salió del lugar.

Reo vio irse a Chigiri y se quedó sólo por un rato más, después de eso Nagi se acercó a él.

—¿Te quedaste aquí todo el tiempo?

—Si, Chigiri y yo teníamos mucho de que platicar —dice.

—¿Todo esta bien?

—De maravilla.

—Me alegro por eso —le da un beso en la frente—. Mi turno término, vayamos a casa.

—Claro.

Ambos chicos salieron y subieron al auto de Reo para irse hacia el Departamento de Nagi, departamento que ahora sería de ambos.

Apenas y entraron al departamento Nagi se dejó caer sobre el sofá.

—Estoy tan cansado, fue un día muy pesado.

—Me imagino —se sienta al lado de él—. Bueno, en realidad no puedo imaginarlo porque no se lo que se sienta, nunca he tenido ni siquiera que esforzarme por conseguir algo, siempre me dieron todo y me volvieron un inútil.

—No digas eso de ti —lo abraza—. Eres increíble.

—¿Puedo hacer algo por ti?

—Solo quédate así por un rato —dice y se acuna entre sus brazos.

𝐍𝐨 𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐄𝐬 𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐧𝐞𝐫𝐨 ||𝐍𝐚𝐠𝐢𝐫𝐞𝐨||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora