𝗗𝗶𝗳í𝗰𝗶𝗹 𝗱𝗲 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗿 [Cornelio Vega x Tú] (En Proceso)

╰☆ C U A R E N T A Y N U E V E

•. plebes, si quieren saltarse ese pedazo hasta donde están los puntos está bien, la verdad es que no quise hacer este capítulo pero me intriga mucho el como se vería en un fic mío .•

Al ver que era él, me quedé sería, pero aún así, me hice a un lado para dejarlo pasar.

- Cornelio: ¿Podemos hablar? - preguntó

- María: Siéntate, ¿Quieres algo de beber? - ofrecí.

- Cornelio: Así está bien, lo importante es que quiero hablar contigo - junto sus manos.

- María: Dimelo pues - me senté a un lado de él.

- Cornelio: Yo no tuve nada que ver con la plebe de ayer, osea si, pero fue tiempo pasado, pero yo no quería que me besará, quería dejarle más en claro que tú eres mi mujer - tomo mis manos.

- María: ¿Y porque no lo hiciste? -

- Cornelio: Le dije que eras parte de la familia, pero cuando le iba a decir que eres mi chica, ella me interrumpió, y eso tú lo viste -

- María: ¿La quitaste de inmediato? No verdad -

- Cornelio: Amor, claro que lo hice, pero no lo viste porque fuiste a hablarle al Santi -

Le creía completamente, confiaba en él, de quién desconfiaba era de esa plebe, tenía que cuidarme de ella.

Obvio no sentía celos por ella, yo sé perfectamente de mi valor como mujer, solo que me cuidare de cualquier otra cosa que quiera hacer, hacerme o hacerle a él.

Escuchaba como se disculpa una y otra vez, yo solo me le quedaba viendo, claro que no estaba disfrutando de como quería que le perdonará, si no que me le quede mirando a sus labios.

Esos labios que me hacen adicta a él, me encantan cuando hacen conexión con los míos, son una mezcla única.

Sin pensarlo, me subí arriba de él, lo tome del cuello y comencé a besarlo desesperadamente, al principio no entendía nada, hasta que me siguió el rollo, comenzamos a jugar a los besos, mientras del pasaba sus manos en mis glúteos, como si los estuviera sobando.

Yo solo me movía de adelante hacia atrás, mientras ambos soltabamos algunos quejidos. Estaba disfrutando de este momento, pareciera como si de la primera vez se tratará.

- Cornelio: Vamos a tu cuarto - dijo algo agitado.

Yo solo asentí, tome su mano y lo lleve a mi habitación, en cuestión de minutos, la ropa comenzó a estorbar, lo cual la hicimos a un lado, y empezamos a dejarnos llevar.

[...]

Luego de una hora, me volví a meter a bañar, más bien, nos metimos a bañar, luego de unos minutos nos estábamos alistando, gracias al de arriba, aquí tenía ropa de mi hombre, así que se la pase rápido, pues tenía cosas que hacer en el boutique.