𝗗𝗶𝗳í𝗰𝗶𝗹 𝗱𝗲 𝗰𝗿𝗲𝗲𝗿 [Cornelio Vega x Tú] (En Proceso)

╰☆ C U A R E N T A Y U N O

Faltaban dos días para navidad, estos últimos días, casi no he visto a los plebes ni a mi hombre porque se la han pasado en el estudio, ya que están preparando un mini álbum para sus fans como muestra de regalo y agradecimiento.

Me la he pasado más con las chicas, Ramón, Santi y mis suegros, el Gabito aún anda de concierto en concierto y no de él, si no de sus amigos, Hassan, dando sus conciertos, con su nuevo amorío, que la verdad ni le queda pero bueno, de hecho ya ni hablamos, la última vez que lo busque fue cuando paso lo de mi hermana pero ya de ahí pues teníamos rato sin hablar.

Las ventas tanto en mi boutique como en mi tienda en línea, han incrementado demasiado, pues es fecha de posadas y eso, entonces las chicas necesitan prendas nuevas, les agradezco cada que subo una historia a Instagram.

Pero ahorita ando de que limpiando, organizando todo, porque la familia Vega pasará noche buena y navidad en mi casa, entonces la tengo que tener bien presentable.

Tenía mi música a todo lo que da, mientras hacia aseo general, de que habitaciones, closet, baño, sala, cocina, etc, en eso tocaron la puerta y abrí.

- María: ¡Rubén! - grité y lo abracé.

- Nata: ¡Julie! - correspondió el abrazo.

Obvio, me hice a un lado para dejar que pasará y corrí a bajarle a mi música.

- María: ¿Cómo haz estado? - pregunté.

- Nata: Pues bien, pero ahora que te veo, pues ya más mejor - respondió.

- María: La neta que ya me hacías falta, al igual que los otros plebes - dije.

- Nata: Ya se, ya extraño echar desmadre contigo, por toda la casa - reímos al recordar.

- María: Pero lo bueno es que ya estamos otra vez juntos, si quieres ve a dejar las cosas en el cuarto, en lo que yo pienso que hacerte de comer - dije.

En eso tocaron la puerta y Nata se ofreció a revisar quien era.

- Nata: ¡Llegó! - dijo cerrando la puerta.

- María: ¿Quien? - pregunté saliendo de la cocina.

- Nata: El sushito, bebé - dijo. - Lo pedí cuando venía en camino pa' acá

- Maria: Bueno, está vez no te regañare, me salvaste la vida - dije y comenzamos a comer.

Entre comida, también nos pusimos al tanto de todo.

- Nata: ¿Pero porque piensas que el Hassan ya no te habla? - preguntó.

- María: Pues por su novia, desde que está con ella, ya no pío me hace - dije desanimada.

- Nata: Déjalo, se le va a ofrecer al cabron - dijo molesto.

- María: Y ese es el problema, que cuando el necesita un consejo o ayuda, me manda mensaje y hay voy ayudarle, pero cuando yo la necesito, ni en visto me deja - comenté.