19. Ruptura

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Es doble actualización, este es el segundo. Si wattpad te trajo directo a este, retrocede un cap!


Glosario:

zergatik: por qué?

noski: claro, ya 


༄Haize༄

La reacción de Cat es peor de la que esperaba. No se exalta. No de inmediato, al menos. Suelta mi brazo y deja de acariciar a Nami. La preocupación de sus ojos se transforma en una rabia profunda dirigida directamente hacia mí. Nuestra gata se baja de un salto y se esconde debajo de la cama.

—No.

Es todo lo que sale de su boca. Y es como un hechizo. Como si de pronto hubiera una fuerza en sus palabras que casi me hacen decirle, está bien Cat, no lo haremos.

—La madre de Mikel perdió los recuerdos hace muchos años —digo, hablando lento, como si así la ira de Cat se fuese a apaciguar—. Atarrabi le dijo a Mikel que había una forma de recuperarlos, pero que necesitaba que para eso fuera un dios. Estoy seguro que en este tiempo, ya han averiguado en Arimeterria como hacerlo. Ata ya tenía una pista cuando vino a Chile hace años.

—No. —Es como si Cat hubiera ignorado todo lo que dije—. No quiero que busques a Mikel. Podemos solucionar esto sin él.

La observo un momento, la ira en su mirada. Pero no es solo eso; está cansada también. Y no me refiero al pelo desordenado, el maquillaje corrido, ni a que apenas dormimos anoche. No. Es un cansancio que claramente arrastra desde hace mucho. Pero más allá de eso y más allá de su enojo, hay otra cosa. Sus manos tiemblan ligeramente. Si me concentro, puedo oír los latidos de su corazón. Ese ritmo... ese ritmo no es de odio. No. El odio es lo que oculta en realidad. Esto en cambio, es una melodía que conozco muy bien.

Me inclino hacia ella y Cat se echa un poco hacia atrás.

—¿De qué tienes tanto miedo, gatito? —Espero un momento mientras ella contiene la respiración—. ¿No lo habías superado? ¿Por qué te aterra encontrarte con él?

Mis palabras parecen incendiar aún más su enojo.

—No es eso. No me da miedo verlo.

—Bai, noski. Superadísimo.

Se aparta, se baja de la cama y aprieta los puños a los costados de su cuerpo.

—No tienes idea —dice y su voz tiembla—. No me preocupa ver a Mikel.

—Eso dices, pero demuestras lo mucho que te importa una y otra vez. Cuando mi hermana lo mencionó...

—¡No fue por eso!

—Haize. —Denitz se inclina hacia nosotros y su cabello rubio destella con la luz del sol—. Esta vez estoy de acuerdo con ella.

Me giro hacia él. Que esté de acuerdo con Cat es casi sospechoso.

—Zergatik? —digo, buscando la verdad en sus ojos celestes.

—A mi tampoco me parece buena idea, tío. —Entorna la mirada—. Has intentado comunicarte con él en sueños y no has podido. Si lo sigues haciendo, Gaueko podría encontrarte. Lo de anoche puede que haya sido solo suerte. O quizás no era Mikel visitándote en sueños, sino un sueño cualquiera producto de tu...

—Espera, espera, ¿qué mierda están diciendo? ¿Has estado intentado comunicarte con Mikel? ¿Por sueños?

Quiero matar a Denitz. Hizo esto a propósito, estoy seguro. No debió hacerlo. Él sostiene mi mirada, desafiante. Sabe perfectamente lo que acaba de provocar.

¡Dios!, decídete...(Dioses de Euskadi: El dios del viento, Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora