27. Despedida, parte 3

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(recuerden que actualicé cuatro capítulos seguidos, si wattpad las trajo directamente acá, busquen el cap correcto)


ϟϟϟMikelϟϟϟ

Joder, creo que voy a volverme loco. No puedo creer que las dos personas que más quiero en el puto mundo estén a unos metros de distancia y no puedo escucharlos, no puedo acercarme. Además, por la forma en que Catalina me miró cuando se giró hacia acá, creo que ellos no pueden verme a mí, a causa de este velo de oscuridad, que se alza en un círculo hacia el cielo. Ni siquiera veo colores. Todo ocurre como en blanco y negro, o más bien azulado.

Y ella... está igual. Se supone que han pasado cuatro años, pero está como la última vez que la vi. Ahí, de pie en medio de ese claro con su pelo largo agitándose al viento. Es la misma forma de caminar de siempre, incluso el desafío en sus ojos, esa chispa de odio que en este momento le dirige a Gaueko.

Me muero por acerarme. Por tocarla. Por sentir su olor. ¿Por qué no se acerca? Por más que lo intento, no consigo oírlos. Tampoco puedo cruzar el velo de noche; es como si una fuerza me impidiera dar un solo paso más. Mi rayo logró atravesarlo por arriba, lo que significa que la magia sí puede cruzar, pero la espada de Sombra enterrada a unos metros es advertencia suficiente para que no lo intenté de nuevo. Ya he visto a Haize utilizarla y estoy seguro que no podría defenderme de ella.

Y empiezo a desesperarme. No entiendo qué sucede entre ellos. No entiendo como han podido transcurrir cuatro años. ¿Qué significa eso para Catalina? ¿Para nosotros? Va vestida con una camisa blanca que le queda grande. Es la camisa de un chico. La idea de imaginarla con otro me corroe por dentro, me duele el estómago. Pero en este momento, solo me importa que salga de aquí sana y salva.

Si al menos pudiera escuchar lo que hablan... Todo parece ir tranquilo, pero no me fío. Mi aita me ha dicho muchas veces que este dios está loquísimo, aunque mi aita también lo está, así que su criterio es una mierda. Sin embargo, la ama de Haize lleva veintidós años ocultándolo de Gaueko. Por algo tiene que ser.

Solo espero que no les haga daño. Ni siquiera me atrevo a pedirle ayuda a otro dios, no he hecho amigos en este sitio. Y tratándose de Gaueko... quizás solo consigo que las cosas se retuerzan a peor.

¿Qué coño puedo hacer para sacarlos de aquí? Si hubiera sabido que Catalina se vería involucrada, no habría intentado comunicarme con Haize.


♡♡♡Catalina♡♡♡

Sé que Haize está haciendo esto para protegerme, pero... lo conozco demasiado bien. Él no quiere irse con su padre. Aunque fueran las palabras que salieran de su boca, aunque tenga la mayor parte de su cuerpo girada hacia Gaueko, sus ojos... Sus ojos me dicen otra cosa.

La rabia bulle dentro de mí. Esta noche ni siquiera debíamos estar aquí. Debíamos estar en mi cama, solos, su piel caliente contra la mía. Su boca en la mía.

Aprieto las manos, consciente de que Mikel está viéndonos. Está detrás de ese velo y me gustaría decir que no me importa, pero no es cierto. Correría hacia él para verlo otra vez si no fuera porque... Estoy segura que si dejo a Haize en este momento, no lo volveré a ver.

Mierda. Quiero irme a casa, solo quiero irme a casa.

Etxera. La voz femenina susurra otra vez en mi cabeza. Etxera, etxera, etxera. Las sombras tiemblan a nuestro alededor y esta vez estoy segura que no es mi mareo, porque no estoy mareada. Solo estoy... llena de ira.

¡Dios!, decídete...(Dioses de Euskadi: El dios del viento, Libro 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora