Dreaming Rosario | Fito Paez

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La escena era digna para encuadrar una fotografía para el recuerdo, se trataba de nada más ni nada menos que de Americanistas frente a Charly García. Él con un semblante serio y los brazos cruzados, signos de molestia se notaban en cada acción que realizaba y más en su intimidante mirada.

—Agarra esto, rubito —Pidió García al líder de la banda—. ¿Ves que en algún lado está el nombre de tu banda?

Tomás negó con la cabeza. Tenía aires de grandeza y no le molestaba en lo más mínimo sentirse superior a Charly García y mucho menos enfrentarlo.

—¿Entonces? —Se encogió de hombros mirando a todos los jóvenes—. Voy a ver quien fue el boludo que organizó esto. Si fueron ustedes o Arturo.

Se fue dejando callados a los seis integrantes de la banda, todos mirándolo con atención y cierto temor hacia él.

García entró al escenario con un micrófono en la mano, no le importó tomarse unos minutos para expresar su molestia hacia la banda telonera. Dejó a todo su equipo tocando en el escenario mientras él hablaba con aquellos jóvenes.

Su enojo vino por parte de que habían tardado más de lo debido en el escenario, y con más de lo debido se referia a unos tres minutos y segundos, lo que duraba el nuevo estreno del grupo. No fue culpa de ellos, ni de Arturo, fue el público quien pedía más, pero ellos también se dejaron llevar y tocaron una canción que no estaba planeada cantarla en ese momento.

Alguno de los seis terminaría pidiendo inmensas disculpas al artista, de eso estaban seguros. Pero sin dudas, tanto ellos como Arturo y el público sabían el reconocimiento que tendrían luego de este día.

—Lo hecho, hecho está —Mencionó Tomás sentándose en uno de los sofás del camarin—. Al menos nos hicimos ver, ¿no?

Román asintió y compartió una mirada alegre junto a Jorge y a Tomás. Ellos estaban satisfechos de haber figurado más de lo esperado en un concierto ajeno, no les importaron mucho las quejas y las consecuencias.

Francisco y Florencia se miraban en silencio, los dos temían de haber hecho algo demasiado mal. Ellos si estaban más preocupados.

—Bueno, qué hacemos ahora —Preguntó Verónica mirando a todos por vez—. Ya nos hicimos retar por Charly García, no creo que haya nada peor que eso.

Francisco asintió.

—Yo me quedo, es la primera vez que lo veo al bigotudo este en vivo y no pienso perdermelo. Encima que es gratis, lo veo desde el costado del escenario —Explicaba Tomás mientras se iba a sentar junto a su novia—. ¿Vos me queres acompañar?

Su mano viajó hasta la cintura de la mujer, ella negó levemente con la cabeza mientras su novio también dejaba unos cuantos besos en su cabeza.

—Yo me voy, estoy muy cansada —Contestó mirando a Tomás fijamente—. Esforcé mucho la voz, tengo un dolor insoportable en la garganta.

Era cierto, estaba afónica y eso no era buena señal.

—Bueno, hagan lo que quieran. Nuestro laburo ya concluyó, solo falta retirar los pesos que nos deben —Habló con una sonrisa mientras se levantaba y se iba como si nada.

Florencia se notaba decaída, fue Francisco quien se ofreció a acompañarla y ella aceptó. Jorge también se retiró, solo que él se fue con una chica que había conocido en la prueba de sonido.

Solo quedaron Verónica, Román y Tomás.