Buenas mi querido lector, antes de comenzar el primer capítulo de este fanfic voy a aclarar un par de detalles para que comprendas mejor el contexto de la historia.
1- Tu nombre en esta historia será Carla (voy a ser honesta, no me gusta poner "Tn" o "___" para escribir fanfics así que decidí ponerle un nombre a la protagonista).
2- La protagonista de esta historia tiene 17 años y Kelly 18 (Es un puto fanfic, puedo cambiarle la edad o hacerlo un omegaverse si se me ocurre).
3- Se supone que en la historia estamos como en el 86 por lo que puede que hayan algunas incoherencias con respecto a la época de la tecnología o algunos términos que ocuparé en los diálogos de los personajes y me disculpo por eso con anticipación (pero nuevamente, es un fanfic, simplemente imaginemos que son los 80s en una versión un poco más distinta).
Eso es todo por ahora, muchas gracias por haber entrado a darle una leída mi fanfic y espero que no te arrepientas de tu decisión :D
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Carla
Todas las tardes que me quedaba en casa regresando de la escuela escuchaba música ruidosa que parecía provenir de no muy lejos de la calle en donde vivía pero nunca le di especial importancia hasta aquel día que para llegar mas rápido a mi casa decidí tomar un atajo.
Estaba caminando tranquilamente cuando volví a oír música a lo lejos pero esta vez, a medida que avanzaba el volumen se hacía más fuerte, como si estuviera cada vez más cerca de encontrar de donde provenía, me invadió más la curiosidad por lo que me apresuré a caminar para por fin saber de dónde venía aquella música.
Finalmente desaceleré mis pasos cuando logré ver a unos chicos de cabello largo tocando canciones en un garaje, de ahí es de donde provenía la música todas las tardes al parecer. Nunca había visto algo así entonces me detuve a verlos un rato, eran muy talentosos.
Estaba mirando a cada uno de ellos pero mis ojos se clavaron en uno en especial, el bajista, era bastante guapo y había algo en él que me hizo sentir un alboroto por todos lados. Me quedé observando un rato más hasta que terminaron de tocar y ahí me di cuenta de que había pasado mucho tiempo y tenía que volver a mi casa. Pensé que todo había acabado ahí pero el resto del camino no pude quitarme la imagen del bajista de la cabeza, ni si quiera pude dormir bien esa noche preguntándome cuál era su nombre o si vivía ahí o si era casa de alguno de los otros miembros de su banda.
A la mañana siguiente ya estaba mucho más calmada y gracias a lo ocupada que estaba con los proyectos escolares pude olvidarme de todo lo de ayer por un largo rato.
Al terminar con las clases pude descansar bien esta vez y me puse a hablar con mis amigos antes de irnos a casa, era viernes así que estábamos planeando una salida o una reunión para este fin de semana.
