□ 1. Mermelada

4.8K 455 45
                                        

Hacer las compras era un verdadero infierno para Myoui Mina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacer las compras era un verdadero infierno para Myoui Mina. Tener tantas opciones diferentes para elegir la hacían perder, además de la cabeza, mucho tiempo valioso. Le llevaba, mínimo, 10 minutos decidirse cuál era el producto perfecto para llevar, luego tenia que pasar a otro y se vuelve a repetir el ciclo.

Por suerte, Mina ya se encontraba yendo de camino a su hogar, su dulce hogar. Una vez frente al edificio en el que vivía, observó a las personas que venían hacia la entrada también. "Una, dos, tres", contó. Eran tres. Maldijo para sí misma al darse cuenta de que eso significaba que tendría que compartir el ascensor con esas personas.

Soltó un suspiro pesado y, viendo como el trío de personas entraba al ascensor, apresuró un poco el paso para entrar también. Primero el pie derecho, luego el izquierdo.

─ ¿A qué piso va? ─Preguntó un señor mayor, una de las tres personas que estaban alli dentro. La pregunta iba dirigida a una mujer también mayor, pero no tanto.

─ Voy al piso siete ¿Y usted? ─Respondió la mujer. Por alguna razón, Mina se sentía cada vez más ansiosa y la conversación trivial de estas personas ni ayudaba.

─ Vaya, número de la suerte. Yo voy al nueve. ─Le contestó el señor, llamando la atención al muchacho joven que también estaba allí con ellos.

─ Yo también voy al nueve ¡Qué sorpresa!

Mina soltó un sonoro suspiro y se acercó al tablero con los botones del ascensor y presionó el que tenia el número cinco. Lo presionó cinco veces. Al ver esto, las demás personas allí la miraron extrañados.

Podríamos decir que Mina era bastante conocida en el edificio, pero no como ustedes imaginarán. La conocen, pero en realidad nadie sabe nada de ella. La japonesa es conocida como "la chica muda del piso cinco".

Oh, no. No se preocupen. Eso era solo un rumor tonto. Mina sí habla, lo saben algunos pocos inquilinos del edificio. Muy pocas veces les dirigió la palabra en el ascensor a alguna que otra persona para pedirle que, por favor, la dejaran ir hasta su piso y, una vez ella haya bajado, podían ir al piso que quisieran.

Sí, Mina era extraña y descortés (esto último según sus vecinos). Una vez llegó a su piso, caminó hasta la puerta de su departamento con las bolsas de las compras. Una de cada lado. Al llegar las dejó en el suelo, abrió la puerta, las volvió a tomar y entró, cerrando la puerta detrás de ella.

Suspiró aliviada, al fin estaba en casa. Su departamento era su lugar seguro, le encantaba estar allí pues no habían preocupaciones... Al menos no muchas.

Guardó la mercadería en sus respectivos lugares y se dirigió a su computadora para trabajar. Mina se dedicaba a la programación de software. Se ganaba la vida realizando programas variados y páginas web, depende de las necesidades de sus clientes, y lo mejor era que lo hacía desde su casa. Estaba en medio de uno de sus proyectos y recordó que no había cerrado la puerta con llave.

ᴛᴏᴄ ᴛᴏᴄ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora