□ 8. Facturas

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Mina odiaba el principio de cada mes, porque eso significaba que debía pagar las cuentas

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Mina odiaba el principio de cada mes, porque eso significaba que debía pagar las cuentas. Todos odiamos pagar cuentas, pero esta vez era especialmente malo. Mina no tenía internet.

Normalmente pagaba sus servicios mediante la computadora, siendo todo más sencillo así pero, esta vez, por alguna razón le cortaron el interner antes de lo usual, por lo que tendría que ir personalmente. Odiaba ir hasta allá.

Ya estaba casi preparada, nada más le quedaba revisar que todo esté bien. Las ventanas y puertas estaban biem cerradas. El gas parecía estar correcto. El grifo estaba cerrado y no había quedado nada enchufado. Llevaba todo lo que necesitaba en su bolso, efectivamente. Tal vez estaba lista.

Salió de su apartamento, asegurándose de cerrar la puerta. Al voltearse y encontrarse de frente con la puerta del departamento de Chaeyoung, soltó un suspiro algo triste. Ayer no la había visto en todo el día y, hasta el momento, hoy tampoco. Creía que había hecho algo malo, que la hizo sentir incomoda. Se maldijo por eso.

Trató de quitar cualquier pensamiento de su mente y dirigirse al ascensor, mas primero, ante la duda, volvió a chequear que la puerta esté bloqueada. Ya, ahora sí. Al subir al ascensor, respiró profundo mientras este se cerraba con ella dentro. Nerviosa, contó los segundos hasta que llegara abajo. Fueron treinta y seis.

Cuando bajó y salió del edificio, notó que justo una vecina se dirigía hacia adentro mientras hablaba por teléfono. ─ ¡Te lo juro! Todo el lugar quedó destruído, el fuego deshizo todo... Sí, dicen que la hija mayor dejó agua hirviendo para hacer té y sin querer se fue a dormir. Después de eso, no quedó nada. ─ Comentaba la señora. Mina no pudo evitar escuchar esa parte de la conversación.

¿Había dejado la cocina encendida? ¿Qué tal si justo volvía y estaba todo prendido fuego? No, no podía dejar que eso pase.

Rápidamente volvió a entrar al edificio. El ascensor estaba ocupado, por lo que pensó en esperar, pero tardaría demasiado. La única opción que le quedaban eran las escaleras.

A paso apresurado, decidió tomar las eacaleras, las cuales por alguna razón parecían ser eternas. Cada escalón que subía aumentaba el nivel de su ansiedad ¿Llegaría a tiempo antes de que algo malo ocurriera?

Cuando llegó al piso cinco, con la resparición agitada comenzó a caminar a paso rapido por el pasillo, dirigiéndose a la puerta de su departamento. Antes de que pudiera llegar, Chaeyoung, quien iba de salida, la ve y, con el ceño fruncido debido a la confusión, la detiene.

─ Mina ¿Pasa algo? ─ Preguntó un tanto preocupada. Si bien estaba manteniendo un poco la distancia por miedo a arruinar las cosas, Mina era su amiga y, si algo le ocurría, ella no dudaría en ayudarla.

─ Estaba saliendo y, de repente, se me ocurrió que podría haber dejado la cocina encendida y-... ─ Sonaba alarmada, por lo que Chaeyoung la tomó de los hombros y la miró a los ojos, tratando de transmitirle tranquilidad.

ᴛᴏᴄ ᴛᴏᴄ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora