□ 3. Café

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Mina estaba sentada frente a su ordenador

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Mina estaba sentada frente a su ordenador. Se encontraba finalizando un proyecto. Ni bien lo terminó, se lo envió a su cliente y, por el momento, no tenía nada más que hacer. Eso era malo.

En momentos en los que no tenía nada que hacer era cuando sus obsesiones la acechaban aún más. Ni bien despegó la mirada de la pantalla, le llegó a la cabeza la idea de que alguien podría intentar entrar por su ventana. Sí, era ridículo, teniendo en cuenta que estaba en un quinto piso, pero aún así debía asegurarse.

Mina se levanto, caminó hacia la ventana y llevó la mano al seguro. Ya estaba cerrada, pero, para asegurarse, lo abrió y lo volvió a cerrar. Suspiró con alivio y tomó su celular. Estuvo acordándose de sus hermanas, tal vez deberia llamarlas.

Marcó al número de una de ellas, Momo, y esperó escuchando los pitidos. Entre cada uno de ellos, contó los segundos. Habían cuatro segundos, casi cinco, pero nunca llegaban a serlo.

Minari ¿Todo bien? ─Era la voz de Momo. Le alegraba escucharla y saber que estaba bien. Mina sonrió, sosteniendo el teléfono contra su oreja.

─ Sí, nada más quería saber como estaban ¿Y Sana? ─Una vez hizo la pregunta, escuchó como del otro lado de la línea Momo le gritaba a su melliza para que se acerque a saludar a Mina.

─ ¡Mitang! Ha pasado un dia completo sin que nos llames, estoy orgullosa de ti. ─Mina escuchó la voz de Sana y volvió a sonreír.

Mina solía llamar a sus hermanas cuando el pensamiento de que algo les podría haber pasado cruzaba su mente, lo cual pasaba varias veces al día. Trataba de no hacerlo, pues no podía interrumpir constantemente sus vidas, tenían cosas que hacer también, pero, en poco más de veinticuatro horas, no había llamado. Fue un avance importante.

─ Estoy trabajando en no llamar tanto. Creo que distraerme funciona. ─Comentó un poco orgullosa de ese pequeño logro, del otro lado escuchó una risita por parte de su hermana.

¿Qué haces para distraerte ahora? ─Preguntó Sana con curiosidad. Mina sonrió un poco más y comenzó a juguetear con el pequeño adorno que colgaba de la funda de su celular.

─ Hace unos días, una chica se mudó aqui, al departamento que está frente al mió. Comenzó a tocar mi puerta cada vez que necesita algo. ─Al escuchar eso, los chillidos de sus hermanas empezaron a llenar la línea, aturdiéndola un poco, por lo que tuvo que alejar el celular.

¿Mina hablando con una vecina? Vaya, tenemos que conocer a esa chica. ─Habló Momo con un tono juguetón y se escucharon las risas de Sana. Mina frunció el ceño, la estaban malinterpretando.

─ No, no es-... ─Se detuvo al escuchar un ruido familiar.

Toc toc.

─ Debe ser Chaeyoung, las llamo en otro momento. Las quiero, bye. ─Sus hermanas dijeron algunas cosas antes de que pudiera cortar, pero le importó poco y nada. Al colgar, el silencio la envolvió.

ᴛᴏᴄ ᴛᴏᴄ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora