❝Myoui Mina tiene una vida bastante peculiar en la que se siente realmente cómoda con el orden. Son Chaeyoung, su nueva vecina, perturba esa comodidad cuando empieza a golpear a su puerta.❞
□ Michaeng
□ Soft, Fluff
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─ Bienvenida a mi humilde morada, Mina. ─Dijo Chaeyoung tras abrir la puerta y hacerse a un lado con una sonrisa. Mina, un poco nerviosa, entró. Notó que el departamento de la rubia era muy diferente al suyo. Las decoraciones combinaban con la personalidad artística de la más baja.
Como le había prometido, Chaeyoung iba a mostrarle sus pinturas. Mina sería la primera en ver sus obras antes de la gran exposición que tan entusiasmada la tenía. Mientras pasaban por el pasillo que llevaba al estudio de Chaeyoung, Mina no podía evitar enderezar los cuadros que estaban en las paredes.
─ Bien, aquí estamos. ─ Habló la rubia, mirando a Mina con una sonrisa tímida.
El estudio estaba iluminado por tenues luces, destacando las obras que adornaban las paredes. Chaeyoung le indicó a Mina que se sintiera cómoda en una pequeña área con dos pequeños sillones dispuestos estratégicamente. Mina asintió y se acomodó, sus ojos curiosos explorando cada rincón del estudio.
─ Estás a punto de adentrarte en mi mundo, Mina. Espero que disfrutes del viaje. ─ Chaeyoung habló con una chispa de emoción mientras seleccionaba cuidadosamente los cuadros a mostrar.
A medida que la rubia compartía sus creaciones, Mina se encontró inmersa en un viaje visual. Sus ojos recorrían cada detalle, cada pincelada que contaba una historia única. Chaeyoung, a su vez, observaba las reacciones de Mina con una mezcla de orgullo y nerviosismo.
─ No tengo palabras, Chaeyoung. Esto es increíble. Me gusta porque pareciera que te puedo ver en cada una de ellas. ─ Mina rompió el silencio, sus halagos resonando en la habitación. Chaeyoung sonrió, agradecida por la apreciación.
─ ¿Tú crees? Pues... Gracias. Significa mucho para mí, más cuando viene de ti.─ Chaeyoung se giró hacia un caballete cubierto con un paño. ─ Pero espera, hay algo más que quiero que veas.
Con un gesto teatral, Chaeyoung descubrió la pintura que había preparado especialmente para Mina. La atmósfera en la habitación se volvió más intensa mientras las formas y colores de la pintura capturaban la atención de Mina de inmediato.
─ Esta será la obra principal en la exposición. Es mi interpretación de tu mundo. ─ Chaeyoung explicó, su voz ligeramente más suave. Mina se sumergió en la pintura, observando las formas intrigantes y las mezclas de tonalidades.
Era un retrato de Mina pero parecía haber sido hecho a memoria, pues no era exactamente igual. Notó que era ella por los lunares dispersos por el rostro del dibujo. Habían varios elementos más en la obra, mas la nipona se encontraba ensimismada observando el detalle de Chaeyoung a la hora de pintarla.
─ Es asombroso, Chaeyoung. No puedo comprender cómo es que tus pinturas me hacen sentir tan... Intrigada y comprendida a la vez. ─ Mina respondió tras unos segundos de análisis, sus ojos fijos en la pintura. La luz tenue resaltaba las marcas de los trazos del pincel sobre la misma. La rubia agradeció con una mirada llena de complicidad.
