□ 12. Compulsiones

3K 564 301
                                    

A diferencia de la vez pasada, Mina se despertó primera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A diferencia de la vez pasada, Mina se despertó primera. En la habitación de Chaeyoung no entraba tanta luz como en la suya, pues ella tenía todo su equipo de arte por todos lados, pero aún así se notaba que el sol ya había hecho presencia en el cielo matutino.

Como de costumbre, Mina iba a estirarse y a tomar su teléfono para ver la hora y levantarse, pero algo impidió su movimiento. Los brazos de Chaeyoung seguían enredados en su cintura mientras una de sus piernas rodeaba las suyas.

─ Linda. ─ Susurró al voltear a verla. Se veía tan adorable y tranquila. Como de costumbre, su mente empezó a maquinar diferentes pensamientos intrusivos de ella y su vecina. Imaginó qué habría pasado si Sana y Momo no la hubiesen llamado aquella vez. Bufó frustrada.

¿Qué podía hacer para que su cabeza se callara? Sus ojos vagaron por todo el rostro de la rubia. Sus ojitos cerrados, su nariz, su lindo lunar y... Sus labios. Esos labios que, por alguna razón, la hipnotizaban. Ahora mismo se veían casi como la vez que casi se besaron; Entreabiertos, relajados y rosaditos, como siempre.

"¿Qué tal si...?" pensó, acomodando tímidamente sus manos en los hombros de Chaeyoung y con la mirada aún fija en sus labios. No pasaría nada malo ¿verdad? Se acercó un poquito, deseando cada vez más acortar esa distancia.

Se quedó paralizada cuando vió que estos se cerraban y formaban una sonrisa. Sus ojos subieron hasta los de Chaeyoung y el alma de la japonesa casi que abandonó su cuerpo. Estaban abiertos.

─ ¿Minari? ─ Si su corazón ya estaba acelerado, ahora lo estaba el triple. Ese apodo en boca de Chaeyoung sonaba tan exquisito. Casi que le hacía querer que nadie más lo pronunciara, sólo ella. ─ ¿Qué haces?

La pregunta salió en forma de susurro, casi como si temiera ahuyentar la magia del momento. Mina, en cambio, hecha una bola de nervios, hizo lo primero que se le vino a la mente.

─ Boop. ─ Con su dedo índice, tocó el lunarcito de Chaeyoung. La rubia la miró con confusión pero algo divertida. Las mejillas de Mina estaban enrojecidas a más no poder y su mano temblaba sobre la menor, pero trató de parecer lo más casual y segura posible.

─ ¿Era eso lo que ibas a hacer? ─ Chaeyoung arqueó una ceja, alcanzando la mano de la pelinegra con la suya y acercándola a sus labios, dejando un besito sobre la punta de su dedo ─ ¿Solo un "boop"?

─ P-pues... Sí... ¿Estuvo mal? ─ Cada contacto con la menor lograba que una descarga eléctrica recorriera toda la columna vertebral de Mina. Tembló ligeramente, sacándole una risita a la rubia.

─ No, pero me esperaba algo un poco diferente. ─ Respondió Chaeyoung con un tono juguetón. Mina ladeó la cabeza.

─ ¿Como qué?

─ Un beso... ¿O no ibas a besarme? ─ Tras decir esto, la menor hizo un pequeño puchero, sacándole una suave risita a la nipona.

─ Uh, bueno... Tal vez...

ᴛᴏᴄ ᴛᴏᴄ | ᴍɪᴄʜᴀᴇɴɢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora