The Hood ♡Jikook♡(adap)

23

JungKook

Ya hasta perdí la cuenta de cuánto tiempo llevo aquí pero eso es bueno porque no me importa.

Vuelvo de acomodar la fogata para hacer la cena y lo noto recostado medio adormilado, no ha querido dormir bien en la noche porque vigila que nadie se acerque y lo deja muy cansado, no importa cuánto insista en que descanse no lo hace hasta entrada la mañana.

Es muy atento.

Me acerco a la cama y me recuesto a su lado, lo despertaré cuando la cena esté lista pero disfruto mucho su compañía.

Jamás lo dejaré, no quiero alejarme.

Ah... eso se sintió raro.

Tengo una punzada algo rara en la entrepierna, no duele mucho pero se siente extraña, creo que...

¡Ah! De nuevo, pasa otra vez y de la nada tengo una erección, ¿Qué me ocurre? ¿Debería despertar a JiMin? Lo veo tan relajado y sereno, usando sus fuertes brazos como almohada, algo de su abdomen está al descubierto dejándome ver lo marcado que está.

Eso sin contar sus suaves ronquidos que se asemejan bastante a sus gruñidos cada vez que me folla.
Incluso puedo notar su hombría que a pesar de estar tan dormida como él logra marcársele a través del pantalón...

A la mierda.

Me encimo en su cuerpo y beso su cuello con desesperación mientras meto mi mano debajo de su pantalón acariciando su entrepierna.

──kook... ──nombra en un susurro desorientado── ¿Qué haces?

No respondo y continuo besando con fuerza, quiero que me posea y me satisfaga como siempre hace, necesito que me ayude a calmar esto.

Por fin capta cuando saca mi mano de su pantalón y me carga bruscamente hasta que me hace chocar con la pared.

──Oh dulce bebé, ¿Estás caliente? ──pregunta ladeando un sonrisa── dime, pequeño, ¿Lo estás?

Asiento mordiendo mi labio inferior, se quita la camisa y baja mi pantalón velozmente.

──Bueno, puedo ayudar a hacerte sentir mejor ──asegura tomando con fuerza mi entrepierna.

──¡Ah!

──Sí, eso pensé ──dice en un susurro acercándose a mis labios── el dulce niño se está volviendo salvaje.

No me deja decir nada cuando su lengua amenaza con meterse a mi garganta, sus besos casi nunca son lindos pero en esta ocasión es mucho más sucio de lo normal.

No tiene compasión con sus movimientos y muele mi lengua de una manera tan posesiva y agresiva.

Me encanta.

Además su mano no suelta mi miembro, lo acaricia rudamente sacándome tantas maldiciones como me es posible.

Sí, es justo lo que buscaba de mi lobito.

JiMin

Uso mi mano para masturbarlo mientras lo beso con ferocidad, normalmente solo soy yo quien gruñe pero sus jadeos se asemejan demasiado a eso.

Y me enciende demasiado.

Sus manos se aferran a mi espalda desnuda, sus uñas traspasan mi piel enviándome una grata sensación de posesividad.

Me separo de su boca y noto sus mejillas rojas adornar su carita, está tan sediento de mí, huele a excitación.

Mi perfume favorito.

──¿Recuerdas lo que hiciste en el bosque, niño? ──pregunto mordiendo mi labio inferior.

──S-sí... ¿Lo hago de nuevo?

──Nop, me toca complacerte ──informo llevándolo a la cama donde hago que se siente, abro sus piernas y me agacho para quedar a la altura de su entrepierna── espero haber aprendido bien.

Introduzco su pene de una en mi boca y al instante percibo sus gemidos hacerse mucho más sonoros, sabía que su sabor sería dulce como todo en él.

Mi pequeña, dulce e indefensa caperucita.

──Mhhh.

Saco su hombría de mi boca provocando un sonido húmedo, voy a sus testículos y lamo humedeciendo todo a mi paso, mi lengua se divierte demasiado con su piel y mis oídos se deleitan con sus gemidos.

Delicioso.

Cuando menos lo espera vuelvo a meter toda su longitud lentamente teniendo suma atención en sus reacciones, gime con ganas y sus ojos cerrados me hacen saber que disfruta de esto.

Mi lengua envuelve su falo mientras bajo hasta que llego a sus bolas provocando un ruido ahogado pues ha llegado a mi garganta.

Ja, mi niño se ha vuelto travieso.

Deja sus manos en mi cabeza evitando que pueda separarme, se me dificulta un poco el poder respirar pero lo vale por ver su iniciativa.

Una vez no soporto me libro de su agarre pero regreso introduciéndola y sacándola en repetidas ocasiones masturbándolo con mi boca.

──Mghh...lo-lobito.

Paro un instante y pongo un dedo sobre sus labios.

──Shhh, no bebé, si vas a pedir que pare no digas nada.

Separo mi dedo de nuevo y vuelvo a lo mío llenándome de orgullo pues adiviné sus pensamientos.

Y lo logro.

Sus espasmos así como su líquido invadiendo mi boca me avisan que ya terminó su calvario, al fin pude probar su semilla en mi garganta.

Y quiero más.

Trago por completo y me pongo de pie, su respiración está tan agitada que parece que va a explotar en cualquier momento.

──Mi dulce niño ya gusta de hacer travesuras con su lobito ──lo molesto recostándome sobre él poniendo mis brazos a los lados para sostenerme y me acerco a su oído── mi bebé.

──Sí, Minnie, me gusta demasiado.

Sonrío y lo ataco con mis besos que recibe con gusto, estoy consciente de que ese calor que percibí no es normal y ese arranque de excitación de un momento para otro tampoco lo es.

Eso sin contar la fiebre misteriosa que le dio justo después de haberlo follado y le desapareció tan repentinamente.

Los híbridos nos manejamos de maneras mucho más complicadas que los animales comunes como los humanos, pero Kook no se ha acostado con un humano, solo lo ha hecho conmigo y eso solo significa una cosa.

Mi bebé va a tener un bebé.

Y estoy más que feliz de eso.