«Estaban tan cerca el uno del otro que Alexander podía sentir el calor y la dulzura de sus alientos entrelazándose.
Se dio tiempo de tomar los implementos que previamente había preparado —solo por si acaso Arath decidía que no quería hacerlo esperar más— y volvió a besarlo.
Cuando sintió su erección nuevamente despierta, comenzó a acariciar la piel de Arath, provocándole deliciosos escalofríos cuando rozó sus pezones con la punta de su lengua.
Sin tardar mucho, se abrió paso entre las piernas de su jadeante novio y este inmediatamente le rodeó la cadera con una de ellas, atrayéndolo tan cerca, que ambos miembros pudieron sentir la excitación del otro.
Arath intentaba que ambos miembros hicieran fricción, mientras que Alexander se debatía entre si usar o no, el condón. Había practicado como hacerlo, pero ciertamente era inexperto ¿y si lo ponía mal? Quería que todo fuera perfecto, estaba asustado sí, lo que estaban por hacer, era demasiado grande... demasiado importante. Sintió el rubor otra vez apoderarse de sus mejillas, pero volvió a tomar aire profundamente y se dispuso a continuar.
Los labios de Arath ardían de ansiedad por besarlo, pero Alexander por un segundo pareció preocupado.
—¿Quieres que paremos?
—No —respondió enérgico. Y como si pesara menos que una pluma, lo alzó en vuelo y lo puso de rodillas frente a él— No sé cómo hacer esto, pero prometo que no te lastimaré.
Besó su espalda con devoción, todo el camino hasta su estrecha cintura, Arath empezó a retorcerse, tanta delicadeza lo estaba desesperando, pero pronto la sensación desapareció convirtiéndose en otra de total estremecimiento y placer conjunto, cuando Alexander posó su dedo frío y viscoso en la entrada entre sus nalgas, provocándole nuevos escalofríos de ansioso placer.
Empezó a emitir soniditos agudos, cada que Alexander empujaba el dedo en su interior y con la mano libre acariciaba su espalda dejándola deslizarse hasta sus nalgas. Hubo un momento en el que los gemidos se convirtieron en fuertes gruñidos, cuando el dedo se retorcía dentro y Alexander tuvo que cubrirle la boca para acallar esos sonidos, pero dejó de hacerlo al sentir la creciente excitación que ellos le provocaban, además estaban solos, nadie estaba escuchándolos.
Cada segundo significaba una nueva oleada de excitación, sobre todo cuando los dedos dentro de ese orificio caliente fueron en aumento.
Y ya no hubo nada delicado ni gentil en sus gestos, cuando ansioso y hambriento, tras una casi inaudible advertencia, luego de retirar sus dedos uno a uno, Alexander, decidió reemplazarlos por su miembro viril.
Alexander no solo había probado el primer bocado, sino que lo había disfrutado y aun se sentía hambriento, así que ahora quería probarlo todo de Arath... ambos lo querían... devorarse el uno al otro, sin miedos, sin preocupación alguna, sin timidez, sin vergüenza por lo que pensaran los demás... Solo estaban los dos, solo eran Arath y Alexander.
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Chico Nuevo - HP26.1
RomanceH.26.1 El dulce y tímido Lex, quiere pasar desapercibido durante su último año en la escuela, pero sus planes se vendrán abajo cuando el novio de su bully se acerque a él, para... ¿protegerlo? Cambiando su vida para siempre. 🍒 Contenido sexual expl...