Alexander y mi madre están en el jardín, teniendo un momento agradable cuando Tayler y yo nos unimos a ellos. Alexander se sobresalta cuando nos paramos junto a él y obviamente sé que es por Tayler.
—¿Conoces a Tayler cierto? —Me apresuro a decir— Es mi mejor amigo en el mundo. —Alexander juega con sus dedos, en señal de nerviosismo. He notado que lo hace mucho— y desde hoy también será tu mejor amigo.
Tayler me mira asombrado y Alexander retrocede un paso. Mamá nos mira a los tres y prefiere volver a entrar en la casa, dándonos espacio.
—No tiene que ser así, si tú no lo deseas. —dice Tayler, moviendo las manos.
—Hola —dice tímidamente Alexander, casi en un susurro y noto un adorable tono rosa en sus mejillas— Soy Alexander —dice y Tayler suelta una carcajada.
—Claro hombre, lo sé. —le extiende la mano.
Pienso que Alexander no la aceptara, pero me sorprendo al ver que lo hace y le sonríe a Tayler. "¿Qué está pasando aquí?", no puedo evitar preguntarme, porque una rara sensación se ha instalado en mi pecho.
Entramos en la casa y subimos directamente a mi habitación, inmediatamente reviso mis apuntes y tanto Alexander como yo hacemos los deberes, ante las burlas —amistosas— de Tayler, que nos llama mataditos.
«No es un pecado ser aplicados»
Después de casi una hora, juntos, Tayler recibe una llamada de Noah y se va rápidamente, dejándonos a Alexander y a mí, solos. Él termina antes que yo la tarea de química y se sienta en mi cama jugueteando con sus dedos.
—Arath... —me llama.
—Si...
—¿Hace cuánto conoces a Tayler? —¿Qué? ¿Está interesado en él? Algo me incomoda en el pecho... otra vez.
—Desde la barriga de nuestras madres —le respondo y sigo escribiendo.
—¿O sea, son muy unidos?
—Por supuesto. Los mejores amigos. Yo no podría vivir sin él.
—Entiendo...
Se pone de pie y recorre con la vista mi habitación, deteniéndose frente a la puerta de mi closet donde tengo una línea de tiempo, de Tayler y mía. Empieza a sonreír, mientras repasa una a una las fotografías, pero su semblante cambia completamente cuando llega a una en específico. Parece triste. Me acerco a él y veo cual foto se ha detenido —más de la cuenta— a ver... "Tayler, acariciando mi mejilla".
—Cuando cumplimos trece, Tayler y yo creímos estar enamorados, fue el año que Papá se fue. Compartimos nuestro primer beso, pero luego Tayler dijo que fue tan asqueroso como besar a su propio hermano y pues... somos hijos únicos, nacimos el mismo día y a la misma hora, y aunque nacimos de diferentes mujeres, somos hermanos. Eso no resultó. —La sonrisa de Alexander vuelve a aparecer.
—Ok.
—Si bueno, eso no fue todo... Tayler me dijo después, que no le gustaban los chicos lindos, él prefería a los chicos rudos que parecen malos, pero que por dentro son una pasita... Así que, desde entonces estoy esperando que un día me presente a ese ser que creo que no existe —porque me niego a creer que sea Noah— y me diga que está enamorado.
—Ohhh.
—¿Qué hay de ti? ¿Cómo fue tu primer beso?
Alexander vuelve a sentarse al borde de la cama y yo me siento junto a él.
—Me gusta ver películas antiguas, leer poesía y cualquier libro que me pongas en frente. Amo pintar, tengo calificaciones perfectas desde siempre y en mis dieciséis años de vida, no he tenido un solo amigo, así que mucho menos he tenido la oportunidad de besar a nadie.
—Pero... ¿en serio?
—Sí, ya vez como me va en la escuela. Todos se burlan de mí, desde siempre —baja la mirada y empieza a jugar con sus dedos nuevamente— soy feo... —me arrodillo en la alfombra frente a él, sujeto sus manos entre las mías— ninguna chica se acercaría a mí. —Rayos, es hetero y yo pensando que le gustaba Tayler— Eres el único que se ha permitido acercarse e intentar conocerme.
—No entiendo a los jóvenes... —digo y él sonríe— lo que quiero decir es, que no entiendo porque pensaron que merecíamos ser excluidos y maltratados, —me mira con confusión— ya te lo había dicho, estuve en tu lugar. Al igual que a ti, me gusta leer, ver películas, tengo muy buenas notas, aunque Tayler dice que soy un desobligado, pero nah, solo soy perezoso en algunos aspectos. Amo cantar, tengo diecisiete años, soy bajito, también miope, y hasta los catorce fui el blanco de las burlas y bromas más escalofriantes que te puedas imaginar... —me mira incrédulo y con lástima.
—No lo entiendo Arath. Se siente horrible que, porque te guste vestir distinto, te guste estudiar, o porque tengas que usar lentes gracias a la miopía, todos quieran agarrarte como costal de box y herirte. —parece que empezará a llorar. Su voz ha cambiado por completo.
—Lo lamento tanto Alexander. No te sientas mal por favor —retiro sus lentes parchados, con mucho cuidado y los pongo en la cama— vamos a cambiarlo, te lo prometo. —Le digo tomándolo por el mentón y levantando su rostro. Nuestras miradas se encuentran, nuestros ojos se iluminan y por Dios... Alexander es hermoso— Ahh sí, lo olvidaba. —digo tragando saliva y volviendo a tomar sus manos— después de graduarme de la preparatoria quiero viajar a Perú y conocer Machu Picchu —me sigue mirando sin pestañear— ¿quieres ir conmigo?
Una fuerza extraña que no puedo controlar, me atrae como si Alexander fuera un imán. Estamos cada vez más cerca, mi corazón está latiendo muy rápido, siento sus manos humedecerse, han empezado a sudar igual que las mías. Su respiración se siente agitada. Mis ojos bajan de sus ojos a sus labios. Me acerco un poco más, estoy a escasos dos centímetros de besarlo...
—Arath, Alexander... la cena estará lista en veinte minutos.
¡Mierda!
𝕰𝖛𝖎𝖎 𝕭𝖑𝖚𝖊 ʚĭɞ
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Chico Nuevo - HP26.1
RomanceH.26.1 El dulce y tímido Lex, quiere pasar desapercibido durante su último año en la escuela, pero sus planes se vendrán abajo cuando el novio de su bully se acerque a él, para... ¿protegerlo? Cambiando su vida para siempre. 🍒 Contenido sexual expl...