10. Grief

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Danielle salió de casa de Hanni con una nueva perspectiva de las cosas, quizá Min Ji creía que así las cosas se salieran de sus manos y ella lo pensara dos veces; incluso si lo hubiera reflexionado, no cambiaría nada. Que Dani haría las cosas tal y cómo las había hecho desde un inicio, que se hubiera dicho algo como "cómo sea lo haré" porque estar con Min Ji valía la pena y era más que un capricho, pero no era así. Min Ji tenía una visión muy pobre de Danielle y aunque ella había colaborado con reforzar esa idea, era hora de mostrarle a la mayor que valía más que eso. Que no era una chiquita vulnerable que podía ser manipulada con solo levantar un índice. Danielle quizá ya había perdido a Hae Rin, no se perdería a sí misma.

Tomó un taxi hasta la casa de Min Ji y la esperó afuera de su apartamento, entonces la vio llegar con una sonrisa enorme.

- Vaya, vienes a buscarme - y su tono era coqueto, como si pudiera tener a Danielle de nuevo bajo sus sábanas.

- Quiero terminar la relación que tenemos, como sea que sea, no está bien y no quiero involucrarme más contigo - contestó ella con determinación, pero la mirada de Min Ji la desanimó, porque la observaba como si no le creyera - Y hablo en serio, porque solo me usas para superar que Hanni te terminó por ser una idiota.

Sin embargo, sus palabras sirvieron para desarmarla.

- ¿Cómo sabes eso?

- ¿Crees que no puedo hablar con mi mejor amiga y enterarme de todo? Te dejó porque no quería ser tu sumisa, quería una relación recíproca y tú la tratabas de loca, pero no pudiste hacer nada más que rogarle, aún así nada funcionó y viniste tras de mí solo porque era una presa fácil a la que podías manipular como si nada y lo hiciste, caí en cada cosa que hiciste, terminé en tu cama dos veces y te atreviste a tocarme más de dos veces, fuiste ruda, hiciste cosas que yo no quería hacer pero no me permitiste hablar. Te desahogaste conmigo y ¿cúal es tu excusa? Alguna vez escuché que querías protegerme pero solo me dañaste más, me dañaste porque tú sola ya estás rota, incluso enferma.

Quizá se pasó de la raya y no lo notó hasta que Min Ji la abofeteó, un golpe seco y lleno de rabia que se podía reflejar en su rostro afectado. Danielle acarició su mejilla adolorida y mostró una sonrisa herida.

- No soy menos de lo que tú eres - le dijo la mayor, pero Dani negó.

- No me metas más en tus asuntos, Min Ji. Cometí errores, sé que lo hice, pero tú me llevaste a ellos y eso te hace peor.

- No puedes culparme de eso.

- ¿¡Por qué no!? Incluso Hanni notó cómo me coqueteaste desde el inicio pero ella en serio tuvo fe de que no harías nada extraño, pero la decepcionaste, ella aún te ama, pero está decepcionada de ti y qué curioso que mi novia ahora también está decepcionada de mí.

- Entonces somos iguales.

- ¡No lo somos! - si Danielle tuviera el coraje, también hubiera abofeteado a Min Ji - Ya me voy - pero solo tuvo la valentía de irse sin mirar atrás, caminando hasta la estación de autobuses sintiendo un frío extraño aunque ya casi empezaba el verano.

Ahora estaba completamente sola viviendo su propio dolor a su manera.

Llegó a su casa en busca de helado y tomó el bote que había en la nevera, el cuál tenía un sabor promedio, que pudiera gustarle a todos en casa. Agarró una cuchara y un trapo para no congelarse las manos con su frío postre mientras se sentaba en el sofá de la sala, encendiendo el televisor en busca de tontas películas que la hicieran sentir más miserable, porque quería vivir el dolor que tenía al menos por algunos días, ya después saldría adelante.

Cuando sus padres llegaron del trabajo notaron su estado y decidieron no preguntar, solo se sentaron a su lado, acompañandola frente al televisor, robando un poco de su helado.

Pidieron pizza y se pasaron el resto de la semana en una dinámica llena de pereza, sin preguntar por el corazón roto de su hija, simplemente apoyándola, cosa que Danielle agradecía porque sabía que de sacar todo a la superficie sus padres le darían el reclamo de la vida y la dejarían tan sola como lo merecía, pero que lo mereciera no representaba directamente que lo quisiera.

Ella había sido una completa tonta incapaz de hablar y aún lo era, se quejaba de la retracción de su novia pero ella era igual o más reservada, porque decir cualquier cosa no era lo mismo que expresarse, lo había entendido a la mala, después de arruinar todo por completo.

Los días que estuvo deprimida no se atrevió a salir de casa, incluso avisó a la universidad que tenía covid y sin más opción ellos le dejaron presentar vía online los exámenes de final de semestre.

Realmente tanto tiempo en casa la hizo reflexionar acerca de sus acciones, preguntándose por qué se había dejado llevar tanto por Min Ji si nunca la sintió cómo más que un amiga en el sentido en que no experimentó ninguna emoción fuerte que la atara a la mayor. De por sí lo más emocionante que llegó a sentir eran orgasmos y aún así, eso ahora la hacía sentir totalmente sucia.

No lo había dicho en voz alta cuando se refería a que la mayor había sido ruda y no era necesario, quienes la habían escuchado sabían a qué se refería pero a veces se sentía ahogada al recordar la mano de Min Ji sobre su cuello, apretandola hasta dejarla sin aire, como si fuera una práctica tan simple y normal. A veces se preguntaba si esa clase de cosas le gustaban a su mejor amiga o si era por eso que había dejado a la coreana mayor, porque por su parte, Danielle había quedado un poco traumatizada, pero Min Ji no la había escuchado cuando le pidió que se detuviera y qué curioso que ella siempre escuchaba sus peticiones y justo esa la había omitido.

Pero ese era su precio a pagar al haber sucumbido al pecado de la lujuria.

Hae Rin tenía razón de estar mal, porque Danielle la había traicionado con alguien que apenas conocía, alguien que no amaba. Sin embargo, el tiempo no podía devolverse, ella ya había cometido errores, no había nada que pudiera hacer al respecto para repararlo.

Bad Idea, right? [husseyz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora