Capítulo 23. Práctica e inercia.

50 8 0
                                    

Hola!! Yo de nuevo! Este capítulo es algo diferente, porque tiene la letra de una canción muy especial para mí. Es una canción de cuna relacionada a una historia muy bonita para niños. Hace poco salió una película en Netflix relacionada a esta canción y me tiene bastante feliz. Les dejo la canción para que puedan escuchar, ya que la letra será cantada por Vanitas para su baby ❤️✨ disfruten el capítulo!!

-----------©©©©©-------------------

El suspiro que salió de los labios entrecerrados de Riku fue audible tanto para él, como para sus compañeros de clases. El teléfono descansaba en su mano, leyendo el último mensaje que leyó de Sora antes de cancelar su cita de esta tarde.
Riku no era una persona dramática, pero sabía perfectamente que las cosas no estaban bien, solo por el hecho de que el solecito que lo tenía tan enamorado estaba de mal humor.

-¿Problemas con Sora?- Escuchó la voz de Axel detrás de él.

Riku se sentía lo suficientemente deprimido para girar su mirada y asentir.
Su amigo pestañeo confundido, viendo casi los ojitos de cachorro lastimado de Riku y no pudo siquiera sacar algunas broma para molestar.

-No te aflija, dale su espacio y verás que él te dirá que sucede a su tiempo. - Dijo su compañero de cabello rojo.

Es correcto, necesitaba calmarse, darle espacio a Sora. Ya hizo su parte de demostrar su preocupación, ahora solo quedaba esperar que Sora por si mismo se sintiera cómodo y confiado para hablar de sus problemas. No quería sofocarlo con sus preguntas cuando sabía perfectamente que era un problema que debía estar afrontando.

-"No estás solo, llámame si necesitas algo."- Fue lo último que escribió por WhatsApp antes de guardar su teléfono definitivamente en el bolsillo de su chaqueta.

Y se mantuvo todo el día pensando, sin poder concentrarse, su cabeza dando demasidas vueltas. Busco a Roxas en la sala de artes para preguntar por Sora, pero parecía que las cosas no estaban a su favor y solo querían atormentarlo aún más.

-Los siento, se retiró temprano, en la primera hora.- Respondió una de las estudiantes de artes.

El rubio se había ido temprano, sin decir la razón. Y Riku volvió a partir de cero.

¿Realmente tendría que esperar? Incluso después de salir de la universidad, regresar a su casa no era algo que estaba en su mente.
Ni siquiera se dió cuenta como fue que llegó al restaurante dónde Sora lo había llevado en su cita, el gran recinto donde los dueños no son ni más ni menos que el hermano mayor de Sora y su cuñado.

-Vaya, Vaya, Vaya.- escuchó una voz burlona justo cuando su pie toco la alfombra roja al interior del lugar. - Mira que tenemos aquí.

Detrás del mostrador estaba Vanitas, apoyado contra la mesa con los brazos en una pose relajada, uno de sus pies sobre el otro. Los ojos dorados se dirigieron a los de Riku, quien tragó saliva nervioso de la sonrisa arrogante en esa cara muy parecida a la de su novio, pero a la vez, muy diferente.

-Hola.- Saludo con la mano.

Vanitas se irguió, su pacita se veía más grande y pronunciada con la sudadera ajustada, los pantalones de jeans tampoco ayudaban a ocultar absolutamente nada. Sin el madil a su alrededor estaba a plena vista ese embarazo que parecía ya en su etapa final.

-¿Que te trae por aquí? Si es para preguntar por Sora, me temo que viniste en vano.

-No, no... Nuestra cita de hoy fue cancelada. Tenía la tarde libre así que vine para saber mejor sobre el trabajo que me habías ofrecido.

Perspicaz... Vanitas no era estúpido.

-¿Es así? - Vanitas levantó una ceja.

-Los es... Se que Sora está pasando por un mal momento, pregunté que ocurría pero no quería hablar conmigo. Decidí... -Riku miró a los ojos del hombre ahora en frente de él.- Decidí darle su espacio.

El arte de Amar [Soriku] OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora