Capítulo XV : Final

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50 años más tarde

Parece que ya es tarde, tengo que bajar a la Catedral, a hacer lo que siempre hago.
El templo está a 7 minutos de mi casa, todo un lujo.

- ¡Abuela soy Louis!¡Abre la puerta!

Qué agradable sorpresa, ha venido mi nieto

- ¡Ya voy!
Al abrir la puerta apareció él, tan guapo como siempre. Se lanzó a mis brazos y me dio un abrazo. Detrás de él apareció mi hija.
- Hola mamá - me dio un beso
- Hola mi vida, pasa que por allí esta Papá
- Sí

Al fondo del pasillo, se encontraba mi marido, que estaba en su escritorio escribiendo una carta a nuestro otro hijo.
De repente Louis, pasó corriendo en dirección al escritorio
- ¡Abuelo Luke!
- ¡eh pequeño caballero!
Y le dio un abrazo también.
Otra vez, Louis vino corriendo, ahora hacia nosotras
- ¿Abuela ibas a salir ahora?
- Sí, ¿te quieres venir?
- ¡Si! Mamá ¿puedo ir con la abuela?
- Claro

Le di la mano, y comenzamos a andar por las hermosas calles de Gante
- Abuela ¿a donde vamos?
- allí - señalé la torre de la preciosa Catedral

Mientras llegábamos a la Catedral, empecé a recordar con mucha nostalgia todo mi pasado.
De repente, volví a la realidad, y daba la casualidad de que ya habíamos llegado a la puerta principal. Empujé la pesada puerta y entramos al gran templo.
Dentro se respiraba tranquilidad y paz. Nada más entra, justo enfrente de la puerta, iluminado por grandes candelabros, estaba el gran panel de la adoración del cordero místico una obra a la que yo le tenia mucha devoción y fervor.
Me acerqué a él y encendí una vela, por aquella maravillosa chica Marie, otra por mis difuntos padres, y otra última por mi tía Rosslin.
- Abuela, ¿para quién son esas velas?
- Para mis ángeles de la guarda
- ¡Ala! ¿enserio?
- Sí- le Sonreí
Me volvió a dar la mano y nos sentamos en un banco mirando al gran altar, presidido por el gran panel.
- Abuela ¿te puedo hacer una pregunta un tanto rara?
- A ver, di
- ¿Cómo conociste al abuelo Luke?
- ¿A qué viene eso pillín?
- Di
- Es una historia muy larga y además estamos en una iglesia
- Me da igual - me hizo una sonrisa burlona
- Anda vámonos mejor afuera
- vale

Y salimos juntos del templo.
Fuera, el Sol comenzaba a caer, creándose un precioso atardecer.
- Abuela cuéntame la historia
- Vale, pero como te he dicho es muy larga.

Todo comenzó hace unos 50 años allá en un pueblo de Francia llamado Versalles, en el que había; y hay un enorme palacio...

FINAL

Primera temporada

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Quiero daros las gracias a todos los que os habéis leído mi libro, y deciros que prepararé la segunda temporada más adelante.
Quiero dar las gracias; en especial a Lucía Remartinez, mi mejor amiga, que me ha ayudado a corregir toda la novela, para dejárosla lo mejor posible
¡Muchas Gracias!

Mario García

Denisse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora