𝖧𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺𝗌 𝖼𝗈𝗋𝗍𝖺𝗌 𝖽𝖾 𝖦𝖾𝗇𝗌𝗁𝗂𝗇 𝖨𝗆𝗉𝖺𝖼𝗍

𝐈𝐧𝐟𝐢𝐥𝐭𝐫𝐚𝐭𝐞𝐝 (Cyno x Albedo)

Infiltrated

Ship: Cyno (top) x Albedo (Bottom)

Aviso:⚠️ ¡Contenido explícito! ⚠️

Extensión:  7.600 palabras

Una red de trata de personas de Sumeru secuestra a Albedo, un chico de rasgos arios, muy atractivo para los de la región. Cyno, un general infiltrado, decide ir a uno de los antros a investigar haciéndose pasar por un cliente.

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Cyno se miró al espejo una vez más para asegurarse de que todo era perfecto y suspiró ligeramente. No era la primera vez que tenía una misión de infiltración como esa, pero sabía que esa mafia era especialmente peligrosa y no podía fallar, o tanto su vida como la de las personas a las que trataba de salvar estarían en peligro.

Llevaba semanas siguiéndole la pista a una organización que se dedicaba a todo tipo de trapicheos; drogas, juego, dinero negro... pero lo que más había hecho saltar las alarmas eran los supuestos casos de "trata de blancas", en definitiva el tráfico de personas. Su misión era colarse en una de esas fiestas y hacerse pasar por un rico empresario buscando algo de diversión, que le metieran de cabeza en el negocio y poder detenerlo desde dentro.

Era la hora, Cyno se marchó en dirección al club donde sabía por algunas fuentes que se llevaban a cabo ese tipo de fiestas. No le costó entrar, un buen soborno era la mejor llave para ese tipo de lugares y debía parecer alguien importante para que su tapadera surtiera efecto. Le hicieron pasar al interior y se acercó a la barra para pedir una copa, debía integrarse con el ambiente después de todo. El local era espacioso, pero se notaba que no cualquiera podía estar presente en esa fiesta, sino que estaba reservada para gente de bastante dinero. En el centro de la sala había un escenario, algunas mujeres escasas de ropa bailaban de forma bastante sensual para disfrute de los allí presentes, pero era pronto, debía investigar más.

Entonces, su mirada se cruzó con la de un hombre que no era exactamente desconocido para él. Alhaitham, había oído hablar de él y le habían investigado en numerosas ocasiones. Era un hombre poderoso y peligroso, eso lo sabía, aunque nunca habían conseguido echarle el guante. Parecía el dueño del local o, al menos, alguien que participaba activamente a juzgar por la forma en que se relacionaba y hablaba con la gente. Mientras pensaba en una forma de acercarse, la música se detuvo y se escucharon vítores, como si estuviera a punto de comenzar algún tipo de espectáculo.

La joya de la noche eran los chicos rubios y de nivea piel, algo que se les hacía llamativo y exótico a los amantes de este tipo de espectáculos. Uno bastante alto que bailaba mejor de lo que cualquiera hubiera visto jamás se acercó a Alhaitham. Se notaba que ese tipo tenía un favorito que bailaba para él. Entonces las luces se dirigieron hacia un chico que parecía algo asustado. Vestía con poca ropa, un top con monedas para que al moverse sonaran y unos pantalones bombacho hasta la rodilla, medio transparentes, con un pañuelo atado al rededor de la cintura con las mismas monedas. La mitad de su rostro iba cubierta con una seda también ligeramente transparente, apenas se veían sus labios, pero sí su cabello blanquecino con un ligero tono dorado y sus ojos azules. Habían trenzado algunas zonas de su pelo y estaba radiante, salvo porque se le veía claramente incómodo. Sin embargo, comenzó a moverse, como si lo hubiera hecho en otra ocasión. Sus movimientos eran gráciles, perfectos, su cuerpo se movía como si estuviera hecho para danzar.

De pronto, Cyno se centró tal vez demasiado en aquel baile. Tanto sus movimientos como la mirada del joven desconocido resultaban poderosamente atrayentes. Carraspeó, no había ido ahí para eso, pero era inevitable fijarse.