𝖧𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺𝗌 𝖼𝗈𝗋𝗍𝖺𝗌 𝖽𝖾 𝖦𝖾𝗇𝗌𝗁𝗂𝗇 𝖨𝗆𝗉𝖺𝖼𝗍

𝙻𝚞𝚙𝚒𝚌𝚊𝚕 (Rannett)

Lupical

Ship: Razor(top) x Bennett (bottom)

Aviso: ⚠️ ¡Contenido explícito! ⚠️

Extensión: 12.200 palabras

Bennett debe ir de expedición a Sumeru, pero nadie quiere acompañarlo debido a su mala suerte, salvo Razor, su mejor amigo...

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El sol estaba empezando a caer por el horizonte, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y violetas. Las criaturas del bosque empezaban a ocultarse en sus madrigueras, pues era el momento en que los depredadores comenzaban su guardia.

Una sombra cruzó a toda velocidad a través de los árboles y el sonido de dos pares de patas haciendo crujir la hojarasca del suelo del bosque alertó al pequeño conejo de color blanco que comenzó a correr en la dirección opuesta, pero era tarde. Las fauces de aquel lobo lo atraparon terminando con su vida casi en el acto. Con su presa en la boca, el cánido regresó a su guarida. Allí, en un recoveco en la montaña cubierto de ramas y maleza, dos pequeños cachorros se ocultaban junto a su madre, que los amamantaba mientras aún eran demasiado pequeños para comer carne. El macho entró en la guarida y ambos se saludaron con cariñosos lametones y gruñiditos tiernos. Una vida terminaba para que otras pudieran continuar.

Los lobos eran el mayor depredador de aquel bosque, pero no eran los únicos que lo ocupaban. Una figura bastante peculiar merodeaba también aquella zona, una figura a la que los lobos estaban más que acostumbrados a pesar de su apariencia tan diferente a ellos. Razor no tenía garras, ni colmillos afilados, pero con su gran espada se defendía y cazaba con habilidad. Aquel chico se había criado entre esos árboles, había aprendido a moverse entre ellos y a rastrear presas como el mejor de los alfas de la manada. Incluso había aprendido el valor de la manada, la lealtad y esa fuerza que tenían aquellos a quien él llamaba familia.

En medio de la espesura, mientras buscaba a un jabalí al que llevaba un rato siguiendo el rastro, el sonido de una rama crujiendo le alertó. Sin embargo, no fue un gruñido animal lo que escuchó después de esto, sino un grito, un grito humano. Razor se movió con habilidad hasta el lugar donde había escuchado el sonido y, para su sorpresa, reconoció al chico que ahora estaba atrapado bajo una red de cuerda, una trampa de los cazadores.

—¿Bennett?

Sin dudarlo, corrió hacia él y usó su cuchillo para romper las cuerdas y así poder liberarlo. Bennett estaba completamente agradecido, no era la primera vez que Razor veía como quedaba atrapado por diferentes trampas y es que su mala suerte era tal que no había aventurero que quisiera viajar con él.

—¡Razor! Te estaba buscando— pronunció y cuando por fin fue liberado se abrazó a su amigo con fuerza. Le había cogido mucho cariño en el poco tiempo que le llevaba conociendo. —Te necesito, oh y gracias por salvarme de nuevo.

—De nada. ¿Bennett estar bien?— cuestionó abrazándolo también con fuerza antes de separarse un poco para ver si tenía algún rasguño.

Bennett asintió y le miró con una sonrisa antes de dejar un beso en la nariz de su amigo. Siempre había sido muy cariñoso con él y le encantaba que le mirase con aquella ternura e inocencia. De hecho, Razor se había acostumbrado a esa actitud cariñosa, aunque cuando se conocieron se le hacía muy raro.

—Muy bien, no tengo nada— Se soltó de un brazo para rascarse la nuca y luego lo volvió a abrazar. —Razor ¿quieres venir de aventuras conmigo?

—¿Ir de aventuras? ¿Dónde?— el chico lobo miró extrañado a su mejor amigo. Alguna vez sí que habían hecho alguna excursión juntos, pero nunca se habían alejado más allá de los límites de la región.