𝐹𝑟𝑢𝑡𝑎 𝑝𝑟𝑜𝘩𝑖𝑏𝑖𝑑𝑎 (Kaeluc) ⚠️

13.4K 530 878
                                    

Fruta prohibida

Ship: Diluc (top) x Kaeya (bottom)

Aviso*: ⚠️⚠️ ¡Contenido explícito! ⚠️ ⚠️

*ligera violencia e "incesto" (son hermanastros)

Extensión: 7.440 palabras

Kaeya fue adoptado por la familia Ragnvindr cuando era muy niño. Al principio su relación con Diluc era buena, pero con el tiempo la hostilidad entre ambos fue creciendo, al igual que la tensión...

· ┈┈┈┈┈┈ · ꕥ · ┈┈┈┈┈┈ ·

"Crack". El sonido de la punta del lápiz rompiéndose contra el cuaderno fue la confirmación de que estaba apretando el mismo con demasiada fuerza, aunque le era imposible no hacerlo. La frustración corroía al pelirrojo cada vez más y se le estaba haciendo muy difícil no aplicar la misma fuerza en la cara de uno al que, por desgracia, conocía muy bien.

Diluc llevaba toda la tarde intentando resolver unos problemas de cálculo mientras que su hermanastro parecía muy entretenido con su concierto privado de rock. Ese chico no era santo de su devoción, ni de lejos, pero parecía esforzarse a propósito para sacarle de sus casillas. Sin poder aguantar más, retiró la silla de su escritorio produciendo un estridente sonido en el proceso y salió de su habitación a paso rápido.

El dormitorio de Kaeya no estaba muy lejos, precisamente por eso podía escuchar tan clara la música que estaba escuchando. Bueno, por eso y porque la tenía a un volumen demasiado alto. Tomó aire profundamente y lo soltó para tratar de calmarse un poco antes de golpear la puerta varias veces para llamar su atención.

Kaeya abrió la puerta en ese instante y miró a su hermanastro con una media sonrisa divertida. Había logrado exactamente el resultado que quería, molestarlo.

—Hola hermanito ¿algún problema?— Cuestiono con su habitual sonrisa coqueta y se apoyó en el marco de la puerta.

—Borra esa sonrisa de la cara antes de que te la borre yo de un golpe— amenazó completamente serio. Ambos se pasaban el día así, como el perro y el gato, y Kaeya parecía tener un don especial para hacerle perder la paciencia. —Estoy estudiando, así que baja la música.

—Uh, sexy...— Se mordió el labio inferior y le miró de arriba a abajo. —¿Y si no quiero bajarla, qué? Es viernes, hermanito, deberías divertirte un poco o te van a salir arrugas de tanto fruncir el ceño.

La mirada ajena le provocó un escalofrío y Diluc puso una mueca de desagrado. ¿Por qué tenía que ser tan vulgar? Siempre estaba haciendo ese tipo de bromas.

—Tú deberías hacer algo con tu vida en lugar de holgazanear todo el día— chasqueó la lengua bastante irritado por la actitud adversa y se cruzó de brazos. —Baja la música, te lo repito otra vez para que lo pilles.

—Papá y mamá no están en casa, prefiero aprovechar ahora que no molesto a nadie para poder hacer lo que me dé la gana, y no, tú no cuentas, a ti me encanta molestarte.

Kaeya no iba a ceder en su empeño de enfadar a Diluc. Llevaban viviendo juntos desde que tenían apenas cinco años, cuando su padre le confió al padre de Diluc su custodia antes de marcharse a saber dónde. Cuando eran niños todo era diferente, peleaban, pero era jugando, se divertían mucho juntos hasta que todo cambió drásticamente al llegar al instituto. Quizá fuera la pubertad o quizá fueran celos. Kaeya siempre había querido tener una familia normal y le dolía saber que aquello no era suyo a pesar de todo, su madre no era su madre y claro que trataba con más cariño a Diluc que a él, era normal. Sin embargo, a Kaeya le comenzó a afectar verse tan diferente a su hermano y a los que consideraba sus padres. Su piel era más oscura y la cicatriz de su ojo le obligaba a llevar siempre un parche que había considerado como un complemento más.

𝖧𝗂𝗌𝗍𝗈𝗋𝗂𝖺𝗌 𝖼𝗈𝗋𝗍𝖺𝗌 𝖽𝖾 𝖦𝖾𝗇𝗌𝗁𝗂𝗇 𝖨𝗆𝗉𝖺𝖼𝗍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora