Pretty When I cry

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10 CITAS

Madelaine Johnson
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Una punzada de dolor en mi cabeza me hace abrir los ojos y ver que ya había amanecido. Perezosamente me siento en mi cama e inspeccionó mi habitación.
Tiene el mismo desorden de siempre, el escritorio con mis apuntes, la ropa desacomodada en el armario, mi biblioteca es lo única cosa que está bien organizada. Aunque muchos de los libros que pertenecen ahí están en cualquier parte del lugar.

Volteó a ver mi mesita de luz y me fijo que el reloj marca las 7:24 AM en menos de una hora mi clase comienza y yo no estoy vestida.

—Maddie, vos sabes que te amo mucho pero si no te apuras, nadie te va a llevar a tu examen hoy.— escuche la voz de Mon al otro lado de la puerta.

Rápidamente me levanto de la cama y voy a buscar mi ropa de hoy. No sé cómo pero siempre logro encontrar ropa decente cuando estoy apurada, cuando me pongo a pensarlo mucho tardo como media hora en vestirme.
Agarre una pollera marrón claro a cuadros, un sueter algo corto, medias negras, mis más confiables borcegos y mi campera de cuero.

—¡Madelaine!— me llamó Mon.

—¡Ya voy!— termine de atarme mis borcegos, agarre mi mochila y mi maquillaje para salir apurada de mi habitación.— Ya estoy lista.

—Aún tenes como diez minutos, es suficiente para que te peines y laves la cara.— dijo mirandome y riendo.

—Esta bien, ahora vuelvo.— luego de terminar de lavarme, me maquille rápidamente, algo simple no muy cargado.

—Ten, te prepare un café.— dijo Mon en cuanto salí del baño.

—Gracias, ahora si vamos.— Susan y Bridget seguían durmiendo, las suertudas solo tienen clases en la semana, aunque en una hora o dos, Susan se levanta para ir a entrenar. No se como pero entrena incluso los fines de semana.

Mon y yo fuimos hacia su auto, se lo habían regalado cuando cumplió 16, así que en la secundaria siempre me pasaba a buscar. Al dejarme en la entrada de mi universidad nos despedimos, acordando que a la salida me vendría a buscar.

—Si queres podemos ir al supermercado así no tenemos que ir el lunes.— dijo ella.

—Esta bien, te veo en dos horas.

—Suerte en tu examen.— iba a responderle cuando vi que su cara había palidecido.— Amm Maddie...

—¿Qué pasa?

—¿Ese no es el chico de anoche?— yo me di la vuelta para verlo en la entrada de mi universidad con los mismos chicos de anoche.

Se veía más lindo que ayer si eso era posible, traía unos jeans azules anchos, un buzo esmeralda y su risita de siempre.

Maldito, lo odio.

No se si es que mi contacto visual es muy fuerte, pero volteo hacia donde yo estaba y me miró. Básicamente entre en pánico, tiene una mirada penetrante que me hace temblar, de inmediato me gire para verla a Mon otra vez.

—Bueno, nos vemos luego.

—¿Vas a estar bien?— inquirió ella.