Pretty When I cry

16▪︎

EMPEZAR DE NUEVO

Madelaine Johnson
★

Abro los ojos lentamente, abrumada por la luz que entraba desde la ventana. Estaba por moverme a bajar las persianas cuando sentí un brazo en mi cadera pegarme al cuerpo contrario.

Will murmuraba cosas inentendibles por el sueño, sonriendo levemente dejo un beso en su pecho para abrazarlo con fuerza.

Lo de hoy en la mañana fue, wow.

Hace mucho que no me sentía así.

Va, creo que nunca me hicieron sentir así.

Me salí de su agarre como pude y me puse mi ropa interior junto a la remera de Will, porque claramente no iba a ponerme ese vestido.

Además de que gracias a cierto chico estaba tirado en cualquier lado.

Fui hacia la cocina y me dispuse a buscar entre las quinientas alacenas porque esa cocina es más grande que mi habitación. Finalmente logro encontrar dos tazas y las llevo a la cafetera. Me puse de puntitas para agarrar el azúcar hasta que sentí una mano rodeando mi cintura.

—Quería despertar con vos.— dijo apoyando su cabeza en mi hombro.

—Tenía hambre, lo siento.

—No te disculpes.— respondió dejando un beso en mi cuello, cosa que hizo que se me erize la piel.—¿Dormiste bien?

Emm.

—Ajam, bien, bien.— dije con las mejillas acaloradas y tratando de no mirarlo.

—¿Qué tan bien?— preguntó con una sonrisa divertida.

—Le doy un siete de diez.

—¿Siete? Yo diría que un diez de diez.

—Nah, he dormido mejor.

—¿Ah si?— dijo arqueando una ceja, yo me reí divertida asintiendo.— Me parece que estas mintiendo Maddie.

—Nop, soy muy honesta.— el me entrecerro los ojos y acercó hacia el.

—Lo que digas.— se agacho para dejar un largo beso. Jadeando me separe de él para ir hacia la cafetera, el fue hacia la heladera riendo.
Continuo haciendo chistes en lo que resto del desayuno, besándome y diciéndome lo mucho que me había extrañado. Y si soy honesta yo también, había extrañado todo de él.

—¿Qué te parece si salimos a pasear?— dijo dejando besos en mi frente.

—Bueno, ¿A dónde queres ir?

—Podríamos ir al centro comercial, aún me debes seis citas señorita.

—¿Aún seguis con eso?— reí.

—Por supuesto, si no te sentis incómoda vas a salir conmigo.

—¿Tan confiado estas?