🦋| Aceptación

399 51 7
                                    

—La próxima semana viajaremos a Misisipi, así que estén preparados

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—La próxima semana viajaremos a Misisipi, así que estén preparados. No pierdan tiempo y entrenen el doble, recuerden que pelearemos con el equipo Halcón, uno de los mejores del Estado. No me vayan a decepcionar.

Kevin siente que las últimas palabras están dirigidas específicamente a él. Tal vez lo imagina para darse motivación para poder conseguir un mejor rendimiento antes de los primeros combates. O tal vez piensa esto debido a que la mirada de su suegro se encuentra tan clava en su persona que siente dolor entre las cejas, como si le estuviera taladrando esa zona.

Ya ha pasado un mes desde su entrada al equipo de GYM Becher. Ha superado múltiples pruebas del entrenador y sus compañeros, no puede dar un paso atrás. Ya no.

Pese a que hubo días en que su espíritu se encontraba por lo bajo, poniendo en tela de duda su capacidad para estar entre grandes promesas del boxeo.

No obstante, Kevin no se rinde.

Con un entrenamiento durísimo que le lleva a casi no sentir las extremidades del cuerpo y con un empleo de medio tiempo que le requería desplazarse por toda la cafetería, él seguía estando de pie con una pizca de esperanza que iluminaba el camino entre penumbras.

Kevin se mueve de un lado a otro, con la mente en todos lados, mareado de responsabilidad, cansado y a veces hasta culpable por no dar una atención adecuada a sus seres queridos.

Son tres días enteros en el que no ve a Hillary, esto lo desmotiva mucho más de lo que debería. También siente que está descuidando su relación con Loren, pues desde la última discusión ella se ha cerrado a él con la excusa de que no se encuentra lista para hablar del tema.

Lo pone tan triste que ha estado pensando muchas veces en dejar el boxeo para poder volver a trabajar casi quince horas diarias y así costear los medicamentos de su madre, además de llevar dinero para su padre. Volviendo a la vida de antes.

Pero su novia casi lo golpea como lo hizo con Marcos al enterarse. Su enojo fue tanto que incluso llegó a amenazar con terminar la relación si dejaba el entrenamiento.

Sabía que no iba a pasar, porque se querían mucho, pero temiendo lo peor cambió de opinión.

Su novia le dijo que debía de aceptar que era su sueño boxear, que hay veces en donde uno se debe de poner primero antes de los deseos de los demás. Entonces, luego de muchas palabras motivacionales por parte de su chica, pudo decidir seguir su sueño, pese a tener una relación algo distanciada con su madre.

Entendía el motivo de su ira hacia las peleas. Su padre fue un boxeador muy bueno que dejó todo en la lona, pero precisamente fue esto lo que lo llevó a perderlo todo; incluso a su familia.

—¿Cariño?— las caricias de su novia lo traen de vuelta. La mira y nota la preocupación de sus ojos—. ¿Te encuentras bien?

Sonríe al volver a ver ese color café.

Algo más que amigos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora