🦋| EPÍLOGO

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Las tribunas rebosan de gritos de pasión, gritando nombres de las jóvenes estrellas

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Las tribunas rebosan de gritos de pasión, gritando nombres de las jóvenes estrellas. Algunos deseaban la victoria, otros insultaban a los oponentes.

Esos vociferantes rugidos provenientes de las gradas, lograron pone nerviosos a los muchachos; quienes, asustados al ver a más de ochocientas personas a su alrededor, no paran de temblar. 

Marcos lo disimula bastante bien, pese a que le tiembla un poco la mano izquierda, tic que solo apare cuando está temeroso. Kevin, por otro lado, le es inevitable ocultar el miedo que siente, la inseguridad de no llegar a ganar y creer que dejar un segundo empleo para venir hasta aquí fue una estúpida idea.

Piensa en su madre y en las palabras que anteriormente le dijo. Que no ganaría y que sería como su padre, pensar en eso lo entristeció, muchísimo, pero, de forma repentina, una mano se posa en su hombro para darle confort.

No necesita darse la vuelta para saber quién es, así que solo aprieta la pequeña y delicada con la suya para despedirse por completo del miedo.

—Vas a ganar, no dudes de eso—dice Hillary con una sincera sonrisa.

—¿Prometes que vas a estar aquí?—la ansiedad en sus palabras son obvias, incluso Marcos las escucha y le remueve el estómago.

—Sí, lo prometo.

Sellan la promesa con un largo beso, lento y lleno de amor.

Está mejor, ahora solo las palabras de aliento de Loren y de su novia son lo que le motivan a seguir adelante.

«Trabajé duro para llegar hasta aquí, no voy a dar un paso atrás». Se alienta a sí mismo, a la vez que camina por el largo pasillo rodeado de cientos de espectadores; además de las enormes cámaras que lo siguen por el costado.

No sé inmuta, pese a tener ganas de salir corriendo, camina con paso decidido hasta el ring donde su oponente asignado de forma aleatoria le aguarda.

Un hombre moreno de veinticinco años, más músculos que hombre, la cabeza era pequeña a comparación con sus otras partes del cuerpo.

Se da cuenta de que, mientras camina, nadie lo ovacionaba, solo escucha burlas e insultos.

—¡Llegado desde Florida, Kevin Scott!—aúlla el presentador desde el medio del ring. Ya estando ahí, puede ver como el anciano le sonríe con notaría malicia—. ¡No sabíamos que el gimnasio Becher era guardería, pero aquí lo tenemos, el nuevo saco de boxeo para Jeffrey Arrow!

Todos ríen ante eso, incluso el contrincante. Kevin intenta no decir nada al respecto, el señor Becher ya le había dicho que dirían alguna idiotez como esa. Ya está preparado para la subestimación de su contrincante, el cual era el ganador invicto del peso mediano durante los últimos tres años, pero Kevin quiere cambiar eso, se lo prometió al tiempo que escuchó las burlas de arbitraje.

—Que sea una pelea limpia—pide el anciano esquelético, aun sonriendo—. E intenta no matar al niño…

—No prometo nada—contesta rápidamente Kevin, aunque esas palabras iban dirigidas a Jeffrey.

Algo más que amigos [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora