★JonDami★ | pequeños one-shots

★Mi pequeño petirrojo★ - JonDami

Dick Grayson era el niño más feliz del mundo cuidando de su pequeño polluelo, lo veía volar con tanta alegría por su habitación que le generaba mucha ternura al instante. Su Dami era un pajarito bebé muy inteligente y muy bonito.

En eso Bruce apareció en la entrada de su puerta. Eso sólo significa una cosa, patrullaje nocturno por ciudad Gótica.

— Robin qué fue lo que te dije precisamente cuando accedí que te lo quedarás —  habló el murciélago algo estresado por lo que había hecho su pupilo.

— “Hagas lo que hagas no lo traigas contigo, Damian es un ave bebé aún, y puede lastimarse en este tipo de misiones peligrosas” — repitió las palabras de su maestro algo apenado por haberlo desobedecido — lo siento, Batman. No volveré a pasar de nuevo, te lo prometo.

— Está bien, volvamos a casa y que no sé repetí de nuevo Dick —  se dió vuelta para despedirse del comisionado Gordon. Mientras Grayson acariciaba a su lindo petirrojo, quién tenía el ceño fruncido.

Lo que Grayson no sabía esa noche es que no sería el único que llevaría a Damian a cualquier lado. Batman también iba a caer en el encanto del pequeño petirrojo.

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El Atalaya parecía tranquilo desde afuera del espacio, pero por dentro era un verdadero caos de sustos y espantos. Superman hacía todo lo posible para alejar a su Jonathan de Damian pero le era imposible, su cachorro era demasiado rápido y eso estaba alterando a Batman a cada segundo.

Por suerte con la ayuda de Diana pudieron frenar al pequeño Jon, poniendo a salvó al petirrojo en las manos de Bruce Wayne.

— Aléjate a tu mascota del mío, Kent — reclamo algo enojado — lo va terminar rompiendo y Dick se enojara conmigo.

— Bruce, Jonathan no es así sólo se emocionó al ver un nuevo amigo diferente a Krypto — Superman miró a su cachorro quién dormía en sus brazos — disculpa a Jonathan, aún es un bebé cachorro.

— Está bien, lo dejaré pasar sólo por esta vez — musitó haciendo el reporte de captura de Deadshot en la computadora madre — pero no habrá segunda vez, Clark. A menos que tengas un traje a prueba de kryptonita.

— Ha ha ha, eres muy bromista Bruce — se rió al borde de las lágrimas — veo que Flash te contagió su humor, ya lo necesitabas amigo.

— Si, lo que tú digas.

Obvio que no iba a haber segunda vez, Batman no volvería a traer a Damian de nuevo a su trabajo. No mientras estuviera el cachorro de Kent, el cuál era muy juguetón y lindo, a diferencia de Krypto un perro obediente y disciplinado en combate. Al parecer Superman estaba consintiendo mucho al pequeño cachorro nuevo.

Una semana después de los hechos, la Liga de la Justicia estaba en una reunión de suma importancia que ponía en peligro toda la existencia de vida en su planeta. Superman estaba bastante deprimido, a tal punto que ni siquiera podía hacer su trabajo como héroe de Metrópolis.

¿Acaso Lois Lane lo había terminado?

No, en realidad no. La razón de su decaída emocional se reflejaba en su pequeño cachorro Jonathan, el cuál estaba mucho peor que su amo kryptoniano.

Al parecer Jon extrañaba mucho jugar con Damian, pero Batman le había prohibido estrictamente a Superman que su perro se alejara de su petirrojo por su propia seguridad, y por la enorme diferencia de tamaño que ambos tenían. No quería que su ave terminará lastimada con un ala rota debido al descuido de su can.

Aún así Wonder Woman se las ingenió para que su amigo murciélago no se enterará que Dick Grayson había traído al ave a escondidas de él. Logrando que el ánimo del perrito subiera en un instante al ver al petirrojo entrar en los brazos de Robin.

“Eres tu Dami, jugamos ¿Quieres jugar conmigo?. Di que sí, será divertido”

“Si no me queda de otra, pero no te apegues tanto o voy a tener que golpearte”

«Woof woof woof», fueron los únicos ladridos de felicidad que oyeron los héroes. Su plan había funcionado y Superman había recuperado devuelta su sonrisa en tan sólo unos instantes, al ver a su niño bonito jugar súper feliz con su mejor amigo.

Definitivamente Superboy y Robin estaban hechos el uno para el otro, ambos habían nacido para ser mejores amigos inseparables al igual que sus amos. Los cuáles los observaban con una linda sonrisa en el rostro, viéndolos jugar en el jardín junto al pequeño Dick Grayson.

𝕿𝖍𝖊 𝖊𝖓𝖉.

[𝐏𝐫𝐨𝐡𝐢𝐛𝐢𝐝𝐨 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐛𝐢𝐫]
★★★

16/01/24.

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Pequeño AU de los Supersons siendo amigos mascotas, ¿Quién dijo que un ave y un perro no pueden ser mejores amigos?

Nadie. Bueno entonces, no dije nada ha ha ha.

Besos, y abrazos espaciales<3. LOS QUIERO MUCHO ❤️❤️❤️