𝗦𝗨𝗥𝗩𝗜𝗩𝗘; the black phone

the Blake and Peterson case

el caso Blake y Peterson



James Peterson

5 de Junio, 1978

Los pasos nerviosos de Stanley hacían que James se sintiera aturdido, el ojiverde pedía internamente que lo que había escuchado fuera solo una mala broma de parte de la pelinegra o que hubiera alguna explicación para lo que había escuchado.

Deseaba creer que sus amigos no habían hecho tal cosa como encontrar al secuestrador de su hermano sin él, de alguna forma se sentía traicionado, y más de parte de Stan, quien se pasó todo el camino desde el patio trasero hasta un salón que se encontraba vacío en silencio.

Cuando llegaron a la puerta de ese salón Peterson se verificó de que nadie los estuviese mirando y dejó pasar a Andrews primero para después entrar a la habitación cerrando la puerta a su paso. Se sentó en la mesa del profesor y miró hacía el suelo.

-Dime qué no es lo que creo que es, por favor.

Stanley no dijo nada por unos quince segundos, que a pesar de ser solo segundos fueron como décadas para la necesidad de explicaciones de James.

-¿Qué es lo que crees?

El de ojos verdes creía que sus amigos habían visto al hombre que tenía a su hermano en cautiverio como si fuera un animal y no habían hecho nada, creía que lo buscaron y lo encontraron sin tomar en cuenta el sufrimiento que pasó para encontrar a ese hombre, que no tuvieron en cuenta los golpes que le dió su padre para que confesará que había robado aquella carpeta de la comisaría, cosa que siempre negaba al frente de su padre.

Deseaba decirle todo eso a Stanley, pero no lo hizo, solo siguió con los ojos en el piso por unos segundos.

-Que ustedes me escondieron algo... sabiendo que me dolería que lo hagan.

El silencio del lugar comenzaba a inundar la mente de Peterson de manera lenta pero constante al igual que el sentimiento de angustia y molestia.

-No fue como crees. Él se nos acercó y...

James intentaba mantener la concentración y paciencia pero efectivamente ese no era el momento perfecto para lograrlo, paseaba su vista por algunas paredes de la habitación en la espera de que Andrews siga hablando, pero al ver que no soltaba ninguna palabra lo miró a la cara y encontró a un chico asustado que parecía que había entrado en un trance por haber visto a aquel hombre. Un niño que lucía aterrado por lo que había visto, pero a lo que James consentía, Stan solo había visto a un hombre que se hacía ver cómo alguien normal en la sociedad que no sabían si realmente era el raptor, pero estaban seguros que lo era.

-Él se nos acercó, -volvió a repetir, -y nos preguntó de dónde éramos... Era aterrador. Era de unos cincuenta años, tal vez menos, toda su cara estaba pintada de blanco y tenía un sombrero de copa que lo hacía ver de la década de los veinte.

-¿Él se le acercó o ustedes lo buscaron?

La mirada de Andrews decía una cosa: «¿Realmente no me crees?».

-Él se nos acercó, daba miedo desde lejos, ¿Porque quería acercarme?

-Tal vez porque ya estabas cansado de esperar a que yo entregará la carpeta a la policía.

El rizado se sorprendió por la insinuación de su amigo, James todavía se sentía herido por la posibilidad de que lo que decía fuera cierto.

-Yo hubiera esperado todo el tiempo que necesitabas, no estoy tan obsesionado con las desapariciones hasta el punto de solo pensar en eso.