p r o l o g u e

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Eran las cuatro de la mañana, y el ambiente en la casa que compartían Malena y su mejor amiga, Alma, era completamente silencioso

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Eran las cuatro de la mañana, y el ambiente en la casa que compartían Malena y su mejor amiga, Alma, era completamente silencioso. Hasta que el teléfono de la más joven del dúo comenzó a sonar, y como si las paredes fueran de papel, el sonido llegaba a la habitación de Alma como si fuese su propio teléfono.

El problema era que Malena tenía el sueño muy pesado; podría estarse incendiando la casa y ella seguiría dormida (lo que ocurrió una vez). Mientras tanto, Alma se despertaba con el ruido de una mosca.

El teléfono llevaba sonando más de diez minutos, y Alma empezaba a desesperarse por el molesto tono de llamada de Malena. Harta del estresante sonido y muerta de sueño, Alma se levantó de su cama con una almohada en la mano y se dirigió hacia la habitación de su amiga, a la que en esos momentos estaba odiando con todo su ser.

Entró sin delicadeza y, sin pensarlo, la golpeó en la cara con la almohada para intentar despertarla. No fue sino hasta el tercer golpe que Malena comenzó a moverse desorientada en su cama. Con el cuarto golpe, se despertó por completo.

— ¡Alma! ¿Qué te pasa? — Malena se incorporó en la cama y le arrebató la almohada a su amiga para que dejara de golpearla.

Antes de que Alma pudiera responder, el teléfono volvió a sonar. Alma lo tomó de la mesita de noche y se lo pasó a Malena.

— ¡Eso me pasa! Llevan más de diez minutos llamándote, Malena, y no me dejan dormir.

Malena miró el teléfono y se apuró a contestar, pero justo en ese momento colgaron la llamada.

— Era Jota, debe ser importante para que tenga diez llamadas perdidas de él.

La joven morocha se llevó el teléfono a la oreja mientras este seguía repicando. Luego de varios tonos, se escuchó una voz en la otra línea.

— ¡Malenita! ¿Cómo estás, nenita? — La voz extremadamente alegre del hombre al otro lado de la línea chocó contra el tímpano de Malena, recién despierta.

— ¿Ah? Todo bien, Jotita, ¿vos qué onda? — Malena intentó hablarle con el tono más amable posible, mientras Alma se acomodaba en la cama, mirándola atentamente para enterarse del motivo de la llamada (podía más el chisme que el sueño que tenía encima).

— Todo increíble, mi niña. — Hizo una pausa y continuó — Te llamo porque quería hacerte una propuesta de trabajo que sé que no vas a rechazar. ¿Tienes tiempo para hablar?

— Bueno, son las cuatro de la madrugada, no es como que voy a hacer algo más a esta hora — Dijo en broma, sospechando que Jota no recordaba la diferencia horaria entre Argentina y España.

— ¡Cierto, Malena! ¡Discúlpame, no lo recordaba! Puedo llamarte después, no hay problema — Se notaba en su voz que estaba muy apenado.

— No importa, ya estoy despierta y no creo que vuelva a dormir de la intriga de cuál es tu propuesta. — Alma le hizo una seña para que pusiera el altavoz, y ella obedeció sin dudar, pues pensaba que era lo menos que merecía Alma por haber sido apartada de su sueño.

— Es para un papel principal en la próxima película que estaré produciendo. Desde el primer momento supe que te quería a ti en este papel, y también sé que no me vas a decir que no.

— Jota, adoro escucharte hablar, pero me tienes nerviosa, ¿cuál es el papel? — Escuchó una risita del otro lado de la línea, seguida de la revelación que cambiaría el rumbo de su vida, llevándola a conocer a la persona que le daría vuelta el mundo.

— ¿Te suena "La Sociedad de la Nieve"?







Pronto subiré el primer capítulo, esto es solo un mini adelanto, ya en el primer capítulo empieza lo importante y divertido

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Pronto subiré el primer capítulo, esto es solo un mini adelanto, ya en el primer capítulo empieza lo importante y divertido



🔖 fran

Destiny | Matias RecaltDonde viven las historias. Descúbrelo ahora