DESTINY / a Matías Recalt Fanfic
Donde Malena se enfrenta a interpretar un papel con peso sentimental y el proceso comienzan a surgir sentimientos hacia su co-estrella
O
Donde Matías cae hipnotizado por los ojos azules de Malena y está seguro que...
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Era un nuevo día de trabajo, y el segundo y último día de la lectura del guion, Malena se levantó un poco más tarde así que estuvo corriendo toda la mañana para poder alcanzar a hacer todo, pero el tiempo no me rindió bien y llegó cinco minutos tarde.
Entró a la sala silenciosamente y se sentó rápidamente en el único asiento que quedaba libre, en medio de Felipe y Blas, justo al frente de Matías.
Bayona se percató de la tardanza de Malena pero no le dijo nada, solo le lanzó una mirada reprendedora y continuó con lo que estaba diciendo.
- Ayer quedamos en la primera noche en la montaña - El sonido de las hojas moverse inundó la sala - Felipe, quedamos en donde le hablas a Diego.
Y tal como el día de ayer, estuvo lleno de emociones, a la mayoría de le salieron lágrimas, y los que no, estuvieron a punto de hacerlo. La diferencia de este día, fue que Bayona no los dejó irse al momento de terminar.
- Chicos, les tengo una noticia - Todos centraron su atención en él - Tenemos una cena organizada con los sobrevivientes del accidente, es el viernes, nos vamos mañana en la tarde
Malena se emocionó, pues iba a ver a su padre y a varias personas que consideraba como tíos. Y no fue la única en emocionarse, miró al rededor y sus compañeros estaban con sonrisas en sus rostros.
Todos comenzaron a salir entre el bullicio de todos los chicos, Malena iba inmersa en sus propios pensamientos, y alguien la sacó de estos al pasar un brazo por sus hombros.
- ¿Nos quedamos pegados a la cama, Malenita? - Felipe está ahí a su lado, mirándola con una sonrisa burlona - Creo que todavía tenes partes de la almohada en la cara - Hizo como si le fuese a arrancar algo de la cara y Malena le dio un manotazo
- Salí nene - Dijo riendo - Fue solo un pequeño problema con la alarma
- Es sorpresa que no haya pasado ayer - Ambos voltearon a ver a Alma, quien venía con su cámara colgando de su cuello - Esta mujer puede que se le esté cayendo la casa encima y no se va a despertar
Felipe soltó una carcajada y negó con la cabeza - No te la creo, si ayer fue la primera en estar en el comedor
- Por eso digo que es sorpresa, si una vez casi se muere por no sentir que la casa se estaba incendiando - Felipe volteó a ver a Malena y esta asintió mientras reía
- Naa, ¿En serio? como no te vas a dar cuenta que se te está incendiando la casa - Felipe se esta riendo pero no se lo creía
- Había tenido mucho trabajo ese día, y llegué a dormir, ya después me acuerdo que me llevaba en brazos un bombero - Felipe soltó una carcajada que llamó la atención de todos los chicos que estaban a su alrededor, pero en especifico la de un argentino de ojos cafés. - Ey no te rias, no ves que ese día casi me muero
- Como no me voy a reír si parece escena de película - Felipe seguía riéndose y contagió a ambas chicas a su lado.
Un poco más atrás de ellos estaba ese chico que no podía apartar la mirada de ellos, y de ese brazo alrededor de los hombros de la uruguaya de ojos azules. Sintió como alguien se le paraba al lado pero no le dio importancia y los siguió mirando fijamente.
- Eh, si los seguis viendo tan fijo los vas a desgastar, y mira que los necesitamos para la pelicula - Rápidamente apartó la mirada y la dirigió a quien estaba sentado a su lado, Esteban
- Que decis, Kuku, yo estaba viendo al frente, no a Malena y Felipe - Dijo disimulando el nerviosismo y Esteban rió
- Yo nunca dije a quien, celosin - Matías lo miró mal y él siguió caminando riéndose
📼🪩
Tal como la noche anterior, Malena y Matías estaban en la cabaña de la morocha cenando. Solo que esta vez fue porque casi nadie estaba en el comedor, todos estaban en sus cabañas, arreglando que iban a llevarse y comiendo.
- Estabas muy cercana de Pipe, ¿no? - Preguntó Matías y Malena lo miró extrañada - ¿Son amigos o algo?
- ¿Ah? Pipe es mi amigo, igual que todos, ¿por qué los preguntás?
- Ah, no es que como ambos estaban muy pegados cuando veníamos saliendo de la lectura del guion - Matías soltó mientras tomaba de su jugo, Malena lo miró con el ceño fruncido, ¿a que iba ese comentario?
- Ah, era porque se estaba burlando de mi por llegar tarde - Matías asintió y Malena se le quedó viendo, tratando de descifrar que era lo que le ocurría. Mientras que en la cabeza de Matías solo se imaginaba a Malena estando con otra persona, y eso no le agradaba para nada, entonces se prometió a si mismo que iba a evitar eso, él iba a lograr que Malena fuese si novia, y hasta estaba pensando en algún día hacerla su esposa. - ¿Estás emocionado por conocer a los sobrevivientes? - Habló Malena tratando de deshacer el silencio que se había formado.
- Nervioso diría yo, mira si no les caemos bien y no les guste - Malena negó con la cabeza - ¿Vos los conoces?
- Sí, cuando era chica y se juntaban me llevaban, por eso se que les van a agradar, además que esta película está hecha con el propósito de hacer ver lo que ellos vivieron, de hacerles homenaje. Al menos se que a mis papás le vas a caer bien... Digo, van, les van a caer bien - Malena trató de corregir rápidamente el error
- Eso espero, imaginate y cree que estoy a la altura para representarlo, no quiero caerle mal a quien voy a representar - Y no solo era por eso, sino que quería llevarse bien con su futuro suegro.
- Tengo una idea, quedate en nuestra casa, hay una habitación extra, podes dormir ahí, o en otro caso en la mía hay una cama extra, también podes dormir ahí - Malena sonaba muy entusiasmada al hacerle la propuesta, pero Matías no sabia si podía ser una buena idea
- Mar, no se si sea buena idea eso, yo soy un extraño para tus padres, no creo que vayan a permitirlo
- Claro que lo van a permitir, y más si es para ayudarte con tu papel en la película, y estoy segura que mi madre va a estar contenta de tener visita, así tendrá una excusa para hacer alguna receta nueva - Matías no estaba muy convencido, pero Malena era insistente, así que no se quedó tranquila hasta que Matías no le dijo que si, lo que le tomó alrededor de veinte minutos, pero que bueno que le haya aceptado, pues la estadía en casa de los Canessa seria el impulso que les hacia falta para atreverse a indagar esas cosas que estaban sintiendo.
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