Capítulo 11: ¿Por qué resistir?

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Dorothea

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Dorothea

"Emergiendo del abismo me declaro conocedor de su imperecedera ventura. Divina era la pluma que acudió a vuestros llamados, y que, bajo la influencia del actuar omnipotente...

XC. Entre las grietas del alma forjada en la fragua de la traición, yace el resistente corazón que aprendió a danzar con el dolor del engaño, convirtiéndose en el león que ruge en la oscuridad de la deslealtad, sin perder su nobleza."

Athan Kestrel

El viajero.

Entre la penumbra del bosque, un grito desgarrador rompió el silencio nocturno, atrayendo a una multitud inquisitiva en busca de su origen. Bajo el manto estrellado, más de una decena de personas se aventuraron a adentrarse, sus antorchas y lámparas desvelando los secretos del follaje oscuro. A medida que se aproximaban, la maleza densa parecía ceder ante el resplandor, revelando una escena inesperada.

En el centro de la concurrencia, Dorothea, a simple vista, parecía ser una mera mortal en la noche oscura. Sin embargo, los ojos sagaces detectaron una peculiaridad: el exceso de accesorios de hierro que portaba. El brillo de estos adornos metálicos destellaba sutilmente, sembrando la semilla de la duda en las mentes perspicaces, insinuando que quizás, detrás de su apariencia mundana, yacía un enigma mucho más profundo e intrigante.

—Tranquila, no es necesario que vuelvas a gritar, pero sí que des respuesta una pregunta. ¿Quién eres y que te ha guiado a este lugar? —

La joven de cabello azabache y mirada penetrante pronunció sonidos ininteligibles, gestos que parecían anunciar su intención de ofrecer explicaciones. Sin embargo, apenas su captor retiró la mano que cubría su boca, ella aprovechó la oportunidad y, con rapidez, le mordió. El mordisco, si bien momentáneo, le otorgó la libertad tan anhelada, liberándola temporalmente de las garras de su captor.

Aunque ahora se hallaba en una situación de libertad momentánea, al alzar la mirada hacia los cielos, descubrió que las ramas de los árboles tejían una densa red sobre ella. Sintiéndose minúscula. Fue entonces cuando Dorothea se apresuró a examinar su entorno, buscando desesperadamente un sendero despejado para una posible huida, pero sus intentos resultaron infructuosos. Se percató de que, sin importar la dirección que escogiera, se encontraba atrapada. A su alrededor, un número considerable de personas la cercaban, todas ellas adoptando una postura defensiva y portando un arma de corto y mediano alcance, dejándole claro que la huida era una alternativa prácticamente imposible. Estaba rodeada por completo.

Una de las lecciones más valiosas impartidas por Nealie Cynbel a la joven adoptada por los Australe fue la necesidad de expandir su campo visual en situaciones peligrosas. Sin embargo, en ese preciso momento, cuando lo único que pudo presenciar más allá de los rostros de aquellos que la perseguían era un escenario de traslado forzado de criaturas mágicas, se encontró con una imagen desgarradora. Muchas de estas criaturas estaban confinadas en jaulas, mientras que otras yacían encadenadas con el material que debilitaba su ser.

Dern: whispers of the hidden treeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora