Los pulentos x T/N

No finjas más

Los ensayos transcurrían sin una pizca de normalidad. Se notaba desde lejos que el Benzo estaba preocupado, buscaba hasta el más mínimo detalle para perfeccionar y como estaba constantemente en un estado nervioso el hecho de que el Walala todavía no llegaba lo ponía de pésimo humor. 

-Y este cabeza de plátano donde se habrá metido ahora? Si no llega lo vamos a sacar del grupo- ese enano apenas se enojaba con alguien lo quería sacar del grupo.

-Ya cálmate enano yo lo voy a buscar-

Fui a la casa del Walala y lo encontré en su patio pintando la pared que rodeaba su casa, tenía la mirada perdida y los ojos lagrimosos. Todavía no notaba que yo estaba ahí parecía que el estaba completamente en su mundo.

-Walala ¿En qué piensas? 

-Ah? T/N no te vi, no me di cuenta que estabas ahí parada-

-¿Qué te tiene así?- Me senté para quedar a su altura ya que el estaba apoyado en sus rodillas pintando.

-¿Así como?

-Tendría que ser muy weona como para no notar que no estás del todo bien. Si quieres hablarlo te puedo escuchar o si quieres llorar o simplemente te excuso con el resto de la banda yo podría..- fui interrumpida.

-Peleé con mi papá, otra vez. Mis hermanos vinieron de visita y mi papá me puso a hacer de todo. Yo le dije que no tenía porque ser mi responsabilidad hacer todo eso si se supone que el es el adulto y la pelea escaló hasta el punto que tocamos el tema de mi madre-

-Puedo hacer una pregunta- el Walala asintió- ¿Qué le pasó a tu mamá?

-Ella murió pocos días después de que yo nací por complicaciones que hubo en el parto. Y en el fondo el no lo dice pero me culpa por lo que pasó, además pa terminar de cagarla más salí calcado a ella. Cuando peleamos le dije que mi madre no hubiese dejado que el me tratara así- Escuchar la historia del Walala me hizo dar cuenta que hay tantas cosas que ocultamos y que la otra gente ignora.

-¿Qué pasó luego de eso?-

-Me dio un zape en la cabeza y me dijo que haría todas esas tareas porque el quería que yo entrara en el ejército, yo le dije que me quería dedicar a mi música y me dijo que yo nunca lograría nada, ni en lo musical porque según el los músicos son unos muertos de hambre, ni en lo académico porque según el soy un aweonao- El Walala se tomó una pausa para seguir, podía ver sus lágrimas y escuchar como intentaba respirar con dificultad- Y la verdad es que yo no soy tan weón, solo me hago el imbécil así la gente no espera nada de mi pero yo si sé sumar 2+2 y si sé lo que es África y donde queda, solo prefiero que todos me tomen por tonto y así no esperen que me vaya bien en el colegio y que entre a la U- Alguna vez pensé que el Walala se hacía el weón pero pensé que era para hacerse el chistoso no me imaginaba lo que había por detrás.

-Ay Walala, no tienes que fingir ser idiota, puede que en realidad no seas el más listo pero no hay porque pretender ser quién no eres, no por lo menos delante de los pulentos. Ellos son tus amigos y te quieren por la persona que eres, no por si eres inteligente o tonto. Con respecto a tu padre es más complicado, pero puedes demostrar lo contrario y callarle la boca a tu papá, el festival de viña es el primer paso hacia todo el éxito que les espera a los pulentos. Creeme que después de esto si no empieza a tomar tu música en serio el idiota aquí sería el y no tu. Porque ya le dijiste que nos va a tener que llevar a viña ¿Cierto?-

-emmmm... no

-Tranquilo yo le diré para que no la agarre contra ti y que las cosas entre ustedes terminen peor y que no nos lleve-

-Gracias T/N, por hacerme sentir mejor-

-Cuando lo necesites Walala. Ahora arriba esos ánimos y a ensayar que estamos contrarreloj- 

Ambos nos levantamos y fuimos camino al ensayo.

-Por cierto el Benzo está muy enojado contigo por la hora a la que vas a llegar-

-¿Y cuando no está enojado ese enano maldito?

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Cuando ya caía la noche fui a buscar al Capitán Zamora para poder decirle que si nos podía llevar a Viña. Estaba muy nerviosa ¿Y si de la nada decidía que también estaba enojado con toda la banda y no nos llevaría a ningún lado?

Toqué la puerta y me abrieron de inmediato dos desconocidos. Supongo que son los hermanos del Walala.

-Hola soy T/N y supongo que ustedes son los hermanos del Walal- no me dejaron ni terminar de hablar y me interrumpieron.

-El Walala no está, venga mañana- y este que se creía que podía hablarme como si el fuera mi superior o que chucha ¿Qué le pasa?

-En realidad caballeros, vengo a hablar con vuestro padre- dije con los mismos aires de superioridad con los que ellos me estaban tratando.

Ambos se miraron confundidos por medio segundo -pase señorita y espere en el sofá.

Esperé hasta que llegó el señor Zamora con una cara de confusión, ya que nunca había cruzado palabras con el antes si no se daba de manera natural.

-¿A qué se debe que estés aquí? Ya se está haciendo de noche.

-Quiero hablar con usted de algo super importante y de ser posible sin sus otros dos hijos mirándome fijamente como si yo trajera una bomba oculta o algo así.

-Retirarse soldados- ambos marcharon a paso firme a la que supongo solían ser sus piezas cuando aún vivían aquí.

-Gracias. Ahora lo importante. Hace un tiempo me llegó un mensaje que creo que usted mismo debería leer- Le entregué mi celular y mientras el leía la expresión en su cara cambiaba.-La banda ha logrado increíbles resultados a pesar de ser tan jóvenes y ahora los demás están reconociendo su talento y arduo trabajo, considero que es una oportunidad increíble para darse a conocer mejor y una oferta que no pueden rechazar. Eso si usted está de acuerdo con llevarnos.

-Oh T/N no sé qué he hecho. Soy un pésimo padre, hoy le dije a Walala que no lograría nada en la música y ahora me llegas con estas noticias. Soy un pésimo padre.

-Lo sé...- El señor al tiro me miró con una cara tipo WTF antes de que yo pudiera seguir -pero al menos usted se da cuenta de sus errores. De entre los malos padres puede creerme cuando le digo que hay muchos que son peores que usted. Aunque usted todavía tiene tiempo para enmendar las cosas con el Walala tiempo que si yo estuviera en su lugar aprovecharía- Tomé mi celular y lo guardé. Me levante con la intención de irme sabiendo que don Zamora estaría reflexionando internamente sobre sus falencias como padre.

-Yo los llevaré- Escucharlo decir eso fue justo lo que necesitaba.

-Sabía que los pulentos podían contar con usted.