Mi compañera Pokemon

El orfanato

Hola, mi nombre es John, sin apellidos y sin otro nombre.

¿Y por qué no tengo apellido? Pues... Nunca supe cuáles eran los nombres de mis padres y pues mucho menos sus apellidos.

Según dicen que cuando me dejaron en el orfanato solo dejaron una carta que decía: "Por favor, acepten a este bebé, no podremos mantenerlo debido a nuestras situaciones precarias. Se los suplico, cuiden de mi pequeño Johny..."

Aunque jamas pude ver aquella nota, pues la nota que dejaron conmigo no la encontraron en el transcurso de los años que pasó guardada, Que posiblemente se haya perdido.

Les contaré que hice en mis primeros 8 años de edad en el orfanato. Era uno de los niños con más tiempo en ese orfanato, era un poco callado, pues me costaba relacionarme con otros de mis compañeros.

Pocos eran los padres que adoptaban niños. Pues no les dije, pero ese orfanato se encontraba en una zona muy alejada de muchos árboles, pero de pocas personas, era como a media hora en vehículo para llegar a la ciudad más cercana.

Algo peculiar de esa zona es que habían muchos pokemones de varios tipos, casi todos eran salvajes, pero habían unos que otros que estaban entrenados junto con sus maestros. Eran los defensores del exterior del colegio. Pues al ser una zona tan grande era peligroso que uno de los niños fueron atacados por estos.

Lo bueno es que nunca hubo un ataque de Pokémon hacia una persona, ya que la mayoría eran dóciles o inofensivos, pero muy de vez en cuando se presentaba un Pokémon agresivo, pero era neutralizado por los maestros.

Bueno como les dije. Era poco social, sin embargo tenía un amigo muy cercano, tanto que nos llamaban los hermanos del orfanato en ocasiones.

Su nombre era Dilan, me hice amigo de él cuando entro al orfanato a los 5 años (en ese momento tenía 6), debido a un accidente que hizo que perdiera a sus padres y no tenía familiares.

Entablé una amistad con él poco después de su llegada, a lo largo de los años que pasamos ahí, tuvimos una relación inseparable.

En algunas ocasiones hacíamos travesuras, como quedarnos despiertos hasta muy tarde, escabullirse de clases. Y hasta algunas veces salíamos más allá de la zona que se nos permitía estar durante el recreo. Aunque siempre nos regañaban y nos castigaban después de eso.

En unas de nuestras travesuras, nos escondimos en uno de los salones que no estaba siendo usado en el momento. Mientras vigilaba la puerta, Dilan me empezó a hablar.

Dilan: Oye John, te tengo una pregunta.

Jhon: ¿hmh? ¿Qué pasó?

Dilan: estaba pensando ehh... -se pone un poco triste y me dice- ¿Qué pasa si alguno de los dos nos adopta?

Jhon: ¿Si nos adoptan? Que va Dilan, aquí casi nunca vienen personas a adoptar niños, después de todo, al parecer no nos quieren, siempre eligen a otros, a pesar de ser pocos.

Dilan: Sí, ¿pero qué pasaría si sucediera?

John: hmmm... - se queda pensando por unos segundos- Bueno, eso dependerá de lo que queramos nosotros ¿No?

John: Después de todo, tu dijiste que quieres ser un gran chef o por lo menos ser un gran maestro Pokémon y vivir en la ciudad, a pesar de nunca haberla visto.

Dilan: ¡CLARO QUE QUIERO! -dice con mucha ilusión- pero... Quisiera que me acompañaras y poder hacer todo eso juntos.

John: Jaja, yo también mi buen amigo, pero si quieres cumplir tus sueños necesitas empezar a cocinar o aunque sea tener tu primer Pokémon