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12. El reino del caos (1part)

Las historias pueden ser relatos de una vida pasada, o un recordatorio de un acontecimiento atroz.

Los primeros rayos de sol se asoman por mi ventana, yo me tapo la cara con la almohada para poder olvidarme de todo y seguir durmiendo.

Sigo descansado con un ambiente calmado y relajado, escuchando el canto de los pájaros, el ruido de la calle, ha mis padres hablando en el salón, el murmullo de la tele, hasta que abren la puerta de mi cuarto de un portazo, entrado Isa con una olla y una cuchara de madera.

-Vamosss despierta gandul, ya son las 12 de la mañana y hay que ser productivos en esta vida, ten suerte que sea fin de semana porque si no, ha esta hora estarías llorando en clase pensando que haces con tu vida-dice mi amiga haciendo ruido con la olla pegándole con la cuchara.

Yo me levanto del susto que me dio y la miro con enfado,-¿tu no deberías tener una resaca que te hiciera estar en la cama moribunda?-le pregunto extrañado de donde ha sacado esa energía renovada.

-Tengo ya experiencia con el alcohol, ¿por quien me tomas?, no soy una novata-me dice sonriendo con arrogancia.

-Venga levanta-me arranca las sabanas de encima y abre la persiana haciendo que entre más luz.

Yo me vuelvo ha tapar la cara con la almohada y le digo-apaga el sol y sal de mi cuarto, me estas amargando la mañana.

-Venga no seas gruñón y levántate, que hay tortitas de desayuno-me dice para emocionarme, y lo consigue.

Me levanto con todo el esfuerzo del mundo y voy al baño para asearme-no te comas todas las tortitas-le digo a Isa en la puerta del baño,-no prometo nada-me grita ella desde el pasillo.

Ruedo los ojos sabiendo que seria capaz de lamer todas la tortitas solo para quedárselas ella, hago mis necesidades rápido y me paro a mirarme en el espejo, últimamente creo que no duermo lo suficiente, parece que trabajo en el turno de noche de una gasolinera.

Todo este asunto de las amenazas me esta agotando mentalmente, pero no voy a derrumbarme, eso seguro que es lo que quiere el asesino, pillarme acorralado y con miedo, no pienso darle esa satisfacción.

Me lavo los dientes, me echo agua en la cara y salgo mas espabilado del baño, bajo al salón y me encuentro a mi amiga hablando animadamente con mis padres.

-Les juro que esa teñida empezó, yo estaba tranquilamente con mi copita bailando en la pista y atrayendo seguro la mirada de su novio, ella se puso celosa y vino a molestarme, en cuanto le vi ese color de pelo todo lo que tenia en mi estomago salió como un torpedo, yo creo que me debió agradecer y todo, el color que se le quedo era mucho mejor que el anterior-dice mi amiga totalmente convencida.

Mi madre se parte de risa en la mesa imaginado la escena y mi padre le dice que es un caso perdido-Cariño deberías haberlo grabado-dice mi madre limpiándose las lagrimas de los ojos.

-Yo ni siquiera estaba, la invite pero después no me aviso de que vino, estaba en una mesa con Iván y sus amigos, después me di cuenta de ella cuando monto todo ese jaleo-digo sentándome en la mesa, cojo unas cuantas tortitas y aspiro ese delicioso olor, son rellenas de chocolate.

-¿Oh saliste con Iván?, mándale saludos de mi parte la próxima vez que lo veas-me dice mi padre.

-Claro aunque no se cuando volveremos a vernos, pero seguro que no te llevo conmigo-señalo a Isa.

-Vale mejo, pero la próxima vez que quieras un corte de pelo, ve a que te lo destrocen a otro sitio-dice ella mientras come sus tortitas.

Me rio por eso y le digo que era broma, no confió en nadie más que en ella para que pueda arreglarme mi mata de pelos,-oye Isa, cuando termines eso ven a mi cuarto, quiero enseñarte algo importante-le digo terminando de desayunar.