Another Name for the Devil

Capítulo 9

Los dedos de Seonghwa jugaban distraídamente en el pelo más largo del cuello de Hongjoong mientras el cazador maullaba suavemente y se movía contra él en sueños.

Había insistido en que no volvería a conciliar el sueño dado lo ocurrido, pero al parecer su cuerpo no estaba de acuerdo.

No habían vuelto a la cama... aunque Yunho había bloqueado obedientemente la luz de las ventanas rotas con sábanas y cortinas viejas. Seonghwa había enviado a todos a dormir a las habitaciones que estaban en el lado seguro y no dañado del pasillo; Yunho y Mingi cuidaron de San en la habitación de Wooyoung mientras que Wooyoung y Yeosang permanecieron juntos en la de este último. Jongho se mantuvo en su propia habitación, pero se había llevado algunas armas extra de la armería improvisada cuando se fue.

Seonghwa había resuelto esperar en el vestíbulo hasta la puesta de sol, hasta que supiera con certeza que había pasado cualquier posible amenaza diurna.

Hongjoong había insistido en hacer lo mismo.

Si hubiera estado sólo él, Seonghwa se habría limitado a permanecer en la boca del vestíbulo, un centinela silencioso, las horas pasándole como segundos por el gran número que había visto en su vida. Había lugares a los que podía ir en su mente, en sus recuerdos, que le hacían parecer que los días pasaban en horas, en minutos, en segundos. A veces, se deslizaba hacia esos estados involuntariamente, aunque no le había ocurrido recientemente en gran medida. San era especialmente perspicaz al respecto, y si no había visto ni oído a Seonghwa en más de unas horas, siempre iba a buscarlo, sin falta.

Hongjoong, sin embargo. No se podía esperar que hiciera guardia durante el resto del día con lo que no podía haber sido más que un par de horas de sueño.

Y así, Seonghwa había sacado una de las tumbonas del dormitorio al vestíbulo, colocándola justo en el arco que daba al vestíbulo, frente a la larga hilera de puertas de los dormitorios. Puertas tras las que se encontraban sus propias razones para vivir. Su aquelarre. Su familia.

Seonghwa se había acomodado en la tumbona, tendiendo una mano para que Hongjoong se uniera a él. Éste lo hizo, apoyándose en su costado y colocando su escopeta a su lado sobre el cojín.

—Y así comienza nuestra guardia. —Seonghwa había murmurado, mirando al cazador.

—Así es. —Hongjoong había asentido con un movimiento de cejas—. ¿Crees que alguno de ellos está durmiendo realmente?

—San está fuera. —Seonghwa había confirmado—. Mingi también. Yunho está... todavía sintiéndose culpable. Jongho lo está intentando. Yeosang y Wooyoung están hablando.

—Nunca me he acostumbrado a ese súper oído de vampiro. —Hongjoong había refunfuñado—. Espero que todos encuentren descanso.

Y todos lo hicieron. Eventualmente, Yunho había cabeceado. Jongho se durmió. La conversación de Yeosang y Wooyoung quedó en silencio. Hongjoong también se había dormido inadvertidamente, dormitando contra el costado de Seonghwa.

La casa estaba en silencio salvo por tres corazones que latían tranquilamente.

Para Seonghwa, era como una canción de cuna.

Probablemente Hongjoong le regañaría más tarde, por permitirle echar una cabezada. A Seonghwa no le importaba en particular. Sabía que el humano necesitaba dormir, sin duda mucho más que él mismo.

Se quedó quieto como una tumba mientras Hongjoong gruñía inconscientemente y se movía más cerca, arrimando la cabeza contra su hombro antes de acomodarse de nuevo. Seonghwa no pudo resistirse a inclinarse para darle un beso ligero como una pluma en la sien, apartándole algo de cabello de la cara.