Capítulo 10

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CW: violencia gráfica, heridas, sangre, muerte de un personaje. 

El día anterior a la gala, Hongjoong estaba seguro de que no estaban preparados.

Siempre había confiado en sus propias habilidades como cazador, pero había algo en toda esta misión que le ponía nervioso. Habían hecho todo lo posible para prepararse, habían tomado todas las precauciones... pero el hecho era que irían a ciegas.

No tenían ni la más remota idea de lo que el Antiguo había planeado exactamente, de lo que el Buró creía que había planeado... y de lo que el Buró planeaba hacer a raíz de ello.

Hongjoong estaba tan enfrascado en planes y contingencias que no se había dado cuenta de que había olvidado por completo tener en cuenta lo que llevaría puesto. Eso fue hasta que vio una bolsa de ropa color marrón colgada en la puerta de la habitación de Seonghwa.

Siseó entre dientes, porque aquello era un descuido tremendo. No podía llegar a la mansión del vampiro con su equipo de combate.

Seonghwa le pilló en plena crisis y se le iluminó la cara al verle.

—Oh, Hongjoong-ah... justo a tiempo. Acabo de recibir tu traje para la gala de mi sastre.

Hongjoong parpadeó como un búho al procesar las palabras. —Tú... ¿un traje? ¿Me has encargado un traje?

—Por supuesto. ¿No esperabas que me encargara yo? —Seonghwa respondió, casi pareciendo divertido—. ¿No te diste cuenta de que hace semanas ya había hecho traer nuevo guardarropa para ti y tu equipo?

Hongjoong tosió. —Digo, me di cuenta de la variedad de ropa añadida a los armarios en nuestras tallas aproximadas, pero... supongo que me imaginé que habían sido saqueadas de tus colecciones personales.

—En absoluto —Seonghwa respondió, sacudiendo la cabeza—. Hablé con Yunho-ssi hace algún tiempo y me confirmó que casi todos sus armarios personales habían sido destruidos en el ataque a su base. Sin duda, comprar ropa tuvo que ser una de las últimas cosas en las que pensar, así que simplemente les encargué a los tres unos sustitutos.

—Pero esto no es un reemplazo... ¿o si? —Hongjoong preguntó sin rodeos.

—No —Seonghwa confirmó, abriendo la cremallera de la bolsa—. Lo he hecho a medida para ti... y te resultará mucho más cómodo que cualquier traje de ganga que hayas tenido guardado en el fondo del armario para los eventos de etiqueta.

—No puedo decir que me haya animado a ir a muchos de ésos, pero no te equivocas —Hongjoong murmuró, mirando el traje. Era color borgoña, y cuando alargó la mano para tocar la tela, ésta era de una suavidad celestial—. ¿Terciopelo?

—Concretamente de la variedad elástica, que... según tengo entendido, es infernal de coser. Pero te permitirá un rango de movimiento mucho más libre en caso de que tengas que luchar con él —Seonghwa le explicó—. Hay un chaleco táctico ajustado que está diseñado para ir debajo, de modo que puedas tener acceso a tus armas más pequeñas sin delatarlas. Las botas a medida tienen una silueta lo bastante clásica como para no crear sospechas, pero tienen la tracción y la seguridad de un par táctico.

—Realmente has pensado en todo, ¿eh? —Hongjoong preguntó en voz baja, sin dejar de enrollar la tela entre los dedos.

—Comprendo lo importante que es esta misión. Para ti y... para todos nosotros —Seonghwa le dijo, separando los lados de la bolsa de ropa—. Deberías probártelo.

—Sí, me cuesta mucho que las tallas estándar me queden bien —Hongjoong admitió, entrando en la habitación para quitarse la camisa. Seonghwa bajó la bolsa y cerró la puerta, llevándola a colgar en la esquina del gran espejo de cuerpo entero de la pared cercana.

Another Name for the DevilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora