Apo frunció levemente el ceño. Algo muy brillante lo estaba molestando. Estaba tan cansado que solo se colgó unos calzoncillos y se tiró en la enorme cama. Ni siquiera sabía que había hecho Mile después de que llegaron.
Apo giró su rostro y se cubrió con su brazo derecho, pero la maldita luz que entraba por la ventana no lo dejaba dormir.
—Creo que deberías levantarte—la voz de Mile sonó tan cerca de su oído que lo hizo abrir los ojos de repente—
Mile estaba sentado a su lado vestido de forma informal. Solo con unos pantalones deportivos y...nada más. Esta cabaña era muchísimo más cálida que la otra, pero no había necesidad de ese exhibicionismo. Bueno, él estaba peor, solo con su ropa interior, así que no tenía lugar para hablar.
—¿Qué hora es?—la voz de Apo sonaba ronca por el sueño—
—Las diez de la mañana—
—Maldición—Apo saltó de su lugar a la velocidad de la luz y casi se cae cuando la sábana se enredó en sus piernas—¿Por qué no me despertaste? Tengo que hacer el entrenamiento matutino—
—Apo—el menor se quedó quieto y lo miró por sobre su hombro—Descansa por hoy—
Apo soltó un suspiro y restregó su rostro agotado.
—¿No tienes noticias de los atacantes?—
Mile dejó a un lado el libro que estaba leyendo y lo miró por sobre sus gafas de lectura.
—Te haré saber si me entero de algo—
Apo asintió y se puso de pie, tambaleante. Una ducha sonaba espectacular antes de prepararse el desayuno.
—¿Qué significa?—
La voz de Mile lo hizo detenerse en el umbral de la puerta.
—¿Qué?—
—Tu tatuaje—Mile señaló el intrincado dibujo en su columna vertebral—
—Es un refrán griego—Apo se encogió de hombros—
—¿Me dirás qué significa?—
—Tal vez—Apo se metió con él y lo hizo sonreír por primera vez en horas—
—Eres incorregible—Mile negó con la cabeza—
—Aún así te gusto—le lanzó Apo con claras intenciones de obtener más reacciones de Mile. Prefería al Mile molesto que al solitario y callado—
—¿Quién dice que me gustas?—Mile alzó una ceja—
—Te gusto lo suficiente como para preocuparte por mi vida—Apo dijo con sinceridad—
—Me preocupo por la vida de todos mis soldados—contestó Mile en su lugar—
—Pero yo no soy todos, soy tu compañero en esta misión y te estoy agradecido por todo lo que has hecho por mí—
Mile guardó silencio y Apo se sintió repentinamente cohibido por seguir de pie sin apenas ropa.
—Eh...yo...—Apo se lamió los labios bajo la mirada penetrante de Mile—Iré a tomar una ducha—
Mile asintió y recuperó su libro. Ok, eso había sido raro, se dijo Apo mientras se perdía en el baño.
Media hora después ambos estaban en la cocina. Apo optó por el mismo estilo de Mile, esta vez se había puesto una camiseta y sus gafas habían desaparecido.
—¿Qué te gustaría de desayunar?—Apo se movió de un lado a otro, colocando varios ingredientes en el mostrador—
—Corrección, yo no desayuno, tú eres quien insiste en que lo haga. ¿No es mejor preparar el almuerzo?, son casi las doce—
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Dios de la guerra // MileApo +18
RomanceÉl es todo lo que está mal. Es guerra, es dolor, es sangre. Mile PhakPhum es una fuerza imparable que te aplasta sin previo aviso. Sus garras de control te asfixian hasta que caes en su juego retorcido. ¿Estoy enfermo por desear a este hombre como s...