Capítulo 26

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Tong Thanayut miró ceñudo a los dos hombres frente a él. Solo habían pasado unas pocas semanas desde que descubrió que no eran una pareja casada, sino agentes del gobierno, y todavía no se había recuperado.

Apo, así es como se llamaba realmente Arthur, vestía cómodamente. Solo una camiseta negra y pantalones deportivos, pero Tong juraba por dios que ese hombre se veía extremadamente intimidante ahora que sabía su verdadera identidad. Tenía músculos bien definidos, un pecho amplio, cintura delgada y largas piernas. Apo tenía ahora una ligera barba y el cabello más largo que la última vez que lo vio.

Por otra parte, estaba Mile. Tenía su típica expresión de aburrimiento en el rostro y los brazos cruzados sobre su pecho mientras lo observaba. Tong tragó saliva, repentinamente intimidado por los dos. Ambos eran hombre enormes y musculosos. Diablos, si quisieran podían romperle el cuello solo con las manos.

—¿Vas a seguir mirando o dirás algo?—Apo se reclinó en el sofá y miró a Tong a los ojos—

—Todavía estoy procesando todo esto—Tong los señaló a ambos—

—Mira, no queremos hacerte daño a ti ni a tu familia. El interés que pudo haber tenido el gobierno en ustedes ya nos es nuestro negocio—dijo Mile con un tono de voz neutral—

—¿Es eso así?—Tong cuestionó con desconfianza—

—Lo es—afirmó Apo—Te necesitamos para liberarnos de este lugar—

—Perdonen que sea escéptico sobre sus verdaderas intenciones—Tong resopló—Pero están en tu casa, Mile. No es como si estuvieran en cautiverio—

—Aparentemente no lo estamos. Pero sí, esto es una jaula dorada para protegernos de sea quien sea el lunático de mi familia que está detrás de mi cabeza—Mile estrechó los ojos—Ahí es donde entras tú —

—Te escucho—Tong enderezó la espalda—

—Acércate a mi hermano. Es el único en el que puedo confiar dentro de ese nido de víboras. Él te puede ayudar a infiltrarnos—

—¿Por qué no hablas con él directamente?—Tong frunció el ceño—

—Mientras menos comunicación tengamos mejor. Lo pueden utilizar en mi contra—

—¿Y no crees que a ellos ya se les ocurrió esa idea?—preguntó Apo—

—Tal vez, pero es mejor no arriesgarnos—Mile le tocó la pierna y luego volvía mirar a Tong—Tú no serás sospechoso de ningún modo para mi familia inmediata, tenemos negocios con gente poderosa. Tú eres amigo de los japoneses. Propón un trato—

—¿Qué trato?—

—Improvisa—Mile se encogió de hombros—Por supuesto, debe ser algo tentador, no son estúpidos—aclaró—Una vez que seas de confianza, únete a mi hermano, él te ayudará sin dudas —

Tong guardó silencio unos instantes, midiendo los pros y los contras de esta sociedad.

—¿Quien garantiza que mi familia no será atacada?—

—Tendrás la protección del primer heredero Romsaithong. Nadie se atreverá a tocarlos—aseguró Mile—

—¿Ni siquiera el gobierno?—presionó Tong—

—Ni siquiera el gobierno—

Tong no quería creer en las palabras de estos hombres. Ya le habían mentido una vez, perfectamente podían hacerlo de nuevo, pero ¿qué otra opción tenía? Era aceptar este trato y tener el respaldo de un Romsaithong o enfrentarse a sea quien sea que estaba detrás de su familia.

Dios de la guerra // MileApo +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora