El Resplandor De Las Estrellas (Sailor Moon)

19#La Fuerza de la Honestidad.

Narrador omnisciente:

-Mina se quedó mirando el cielo estrellado del planeta Kinmoku, donde había pasado los últimos días junto a sus amigas y los Starlights. Las estrellas brillaban con una intensidad especial, reflejando la belleza del momento, pero también la melancolía de la despedida. Sus amigas, ahora, ya habían partido para regresar a la Tierra y habían vuelto a ser solo Serena, Ami y ella.

Mina quería decirles algo a Seiya y a Taiki, y por suerte, ellos habían aceptado su petición de quedarse un rato afuera, mientras los demás entraban al palacio de la Reina Kakyuu. Mina les había mencionado que necesitaba hablar con ellos a solas, pero en realidad, solo quería agradecerles por hacer felices a sus amigas:

Mina: Chicos, gracias por quedarse conmigo un momento-Agradeció, esbozando una sonrisa nerviosa, su corazón palpitando con la anticipación de lo que iba a decir.

Seiya: No hay de qué, Mina-Respondió, con su habitual simpatía, inclinándose ligeramente hacia ella-¿Qué querías decirnos?-Preguntó con sus ojos color zafiros brillando de curiosidad.

Mina: Bueno, verán...-Respiró hondo, armándose de valor-Quería decirles que los quiero mucho, que son muy importantes para mí. Son mis amigos, y me alegro de haberlos conocido-Comenzó a decir, su voz cargada de emoción.

Taiki: Nosotros también te queremos, Mina. Eres una gran amiga y una persona increíble-Dijo, mirándola con sinceridad, sus ojos reflejando un profundo afecto.

Mina: Gracias, Taiki-Agradeció, sonrojándose-Pero también quería decirles otra cosa. Estoy muy feliz de que al fin se hayan declarado a Serena y Ami. Ellas son mis hermanas de corazón, lo más preciado que tengo. Y sé que han sufrido mucho, por culpa de tantos enemigos, de Sailor Galaxia, por culpa de Darien, por la distancia... pero también sé que a su lado van a ser felices, porque ustedes las aman de verdad, y ellas los aman a ustedes-Se sinceró, su voz firme y esperanzadora.

Taiki/Seiya: Mina...-Se emocionaron al escuchar sus palabras, la calidez de su amistad llenando el aire-No tienes que preocuparte por eso. Nosotros cuidaremos y amaremos a Serena y Ami con todo nuestro ser. Ellas son nuestras estrellas gemelas, nuestro destino. Y les pediremos oficialmente que sean nuestras parejas, ahora que las cosas están poniéndose en su lugar-Respondieron con seguridad, la determinación visible en sus rostros.

Mina: Me alegra mucho oír eso. Les deseo lo mejor, de todo corazón-Dijo mientras les daba un abrazo a cada uno, sintiendo la conexión que los unía aún más.

Taiki/Seiya: Gracias, Mina. Eres muy dulce-Respondieron, devolviéndole el abrazo con cariño.

Taiki: Bueno, creo que ya es hora de que entremos al palacio. La Reina Kakyuu debe estar esperándonos-Comentó, mirando el reloj con un leve gesto de preocupación.

Seiya: Sí, tienes razón. Vamos, Mina-Dijo, asintiendo, sintiendo que el tiempo apremiaba.

Mina: No, yo me quedaré un rato más aquí. Necesito un momento a solas, para pensar y relajarme-Negó, soltándose de ellos, sus ojos reflejando una mezcla de deseo y necesidad de soledad.

Seiya: ¿Estás segura?-Preguntó, con preocupación, su instinto protector emergiendo tras todo lo que había pasado.

Mina: Sí, sí, no se preocupen por mí-Contestó, esbozando una sonrisa forzada-Estaré bien. Ustedes vayan y disfruten de su tiempo con Amore y Blue-Añadió, tratando de ocultar su malestar.

Taiki: Está bien, si eso es lo que quieres-Aceptó, con comprensión-Pero no te demores mucho, ¿De acuerdo? No queremos dejarte atrás-Pidió, su tono lleno de preocupación genuina.

Mina: Claro, claro, no se preocupen. Los alcanzaré enseguida-Contestó, aunque su mente estaba llena de inquietudes.

-Seiya esperó a que su hermano Taiki se adelantara hacia el palacio antes de volver a donde Mina se había sentado, un silencio pesado entre ellos:

Seiya: No tienes que fingir conmigo, Mina. Sé que estás sufriendo-Comentó, acercándose a ella y sentándose a su lado, su voz suave y comprensiva.

Mina: ¿Qué?-Preguntó, sorprendida, sus ojos ampliándose ante la revelación.

Seiya: Mina, eres una gran chica y mereces ser feliz. Por eso quiero decirte algo-Dijo, mirándola a los ojos con seriedad, como si cada palabra importara.

Mina: ¿Qué cosa?-Cuestionó, intrigada, su corazón latiendo más rápido.

Seiya: Quiero que le digas a mi hermano lo que sientes por él-Respondió, con determinación, sus palabras impregnadas de urgencia.

Mina: ¿A tu hermano?-Repitió, confundida, su mente luchando por procesar la información.

Seiya: Sí, Yaten. Sé que te gusta, y sé que él te gusta a ti-Contestó, con una sonrisa traviesa, como si el secreto ya fuera evidente.

Mina: ¿Cómo lo sabes?-Preguntó, sonrojándose, sintiendo que su corazón se debatía entre la esperanza y el miedo.

Seiya: Porque, en una de nuestras tantas pijamadas en la Tierra, hace tres años, me lo confesaste, Mina. Y porque lo conozco mejor que nadie. He visto la forma en que se miran, se hablan, se tocan...Es evidente que hay algo entre ustedes-Explicó, con sinceridad, sus ojos llenos de compasión-Y él no te dice nada porque es un idiota. Tiene miedo de abrir su corazón. Pero eso no significa que no te quiera. Solo necesita un empujón-Añadió, con convicción.

Mina: No puedo, Seiya. Yo no puedo estar con Yaten-Contestó, negando con la cabeza, una punzada de dolor recorriendo su pecho.

Seiya: Claro que sí puedes, Mina. Eres la única que puede hacerlo. Eres la única que puede hacerlo feliz-Contradijo, con cariño-Mina, ya has dado mucho por los demás, has sacrificado hasta tu propia vida en más de una ocasión. Es momento de que ahora pienses en ti, busques tu felicidad y vuelvas a ser la Mina que yo conocí cuando fui a la Tierra. No dejes que el miedo te impida vivir el amor, Mina. Es lo más hermoso que hay-Dijo, con pasión, sus palabras resonando en el aire.

-Mina se quedó sin palabras. Las palabras de Seiya habían tocado su alma, pero sabía que estar con Yaten era imposible; había muchas cosas que no podía decir. El miedo y la incertidumbre la envolvían como una sombra.

Al ver la duda en los ojos apagados de Mina, Seiya decidió no seguir insistiendo. En su lugar, le dio un cariñoso beso en la frente, un gesto lleno de amistad y apoyo:

Seiya: No te voy a presionar, pero piensa en lo que te dije, Mina-Pidió, antes de comenzar a alejarse hacia el Palacio de la Reina Kakyuu, dejando atrás la luz de las estrellas y el eco de sus palabras en el aire.

Continuará...

Voten y comenten.