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- ¿eso es todo? – Hinata miro aquel pergamino en su mano – Matsumoto, esto está muy fácil – La Hyuga divertida bromeo.

- ¿sí? – esta asintió – Bien, transporta a Naruto a donde gustes y tráelo de vuelta.

- ¿A dónde quiera? – ella divertida miro a Naruto que estaba sentado con un libro en la mano – es la hora del baño de las monjas... será un escándalo.

Matsumoto se sonrió y mantuvo su mirada en Naruto. Este hablaba con Shikamaru mientras sostenía entre sus manos un libro de hechicería antigua en el cual, muchas artes oscuras se mantenían en él.

El rubio brillo levemente y este algo alterado se levantó mirando a su padrastro y luego mirando hacia Hinata notando que esta era la que había conjurado aquella habilidad.

Matsumoto lo saludo y en un destello el rubio se teletransporto al destino que Hinata había fijado. El grito de aquellas mujeres hizo que Hinata y Matsumoto se carcajeen divertidos. Sin dudas, era una broma pesada la que ella le había jugado en venganza a ese rubio que, hace unos días atrás la había forzado a utilizar su energía para vencerlo.

Naruto volvió por demás rojo de aquel baño y con una mirada furiosa fijo su rostro en Hinata - ¿¡que mierda te pasa!? – estaba realmente enojado y claro, los dedos que tenia marcados en su rostro sonrojado eran clara señal de que, lo había llevado a aquel lugar justo en la hora del baño.

- ¿a mí? – Hinata puso cara de estúpida – esa habilidad es de Matsumoto.

- ¡el no es tan imbécil como para teletransportarme al baño de mujeres! – Naruto agarro a Hinata desde su traje - ¡era la hora del baño! – Hinata se carcajeo y los mayores también se carcajearon al escuchar aquello.

- apuesto que te deleitaste – la Hyuga lo intento molestar un poco más, sin embargo, el rubio jugo cierta carta.

- ahora que lo mencionas – este se sonrió divertido y Hinata se molestó al escuchar aquello.

- Ni lo digas puerco – este se carcajeo divertido y se sentó a un lado de Matsumoto.

- ¿Cuántos intentos le llevo? – este levanto un dedo y el rubio suspiro negando. Estaba claro que la diferencia de fuerzas y habilidad era gigante no importaba la cantidad de veces que alguien lo intente, ella podía conseguir muchísimas cosas a la primera – Típico.

- ¿celoso? – Hinata divertida levanto su rostro mirándolo.

- ¿de quién? ¿de ti mimada? De no ser por la ayuda del barba, tu no tendrías nada- afirmo aquello haciendo alusión a Dios.

- eso dices ahora, pero bien que te fijaste en mi "Tu... me interesas" – ella imito su voz recordando el momento en el que ambos se abrazaron en medio de la calle cuando volvió a la vida.

- ¿perdón? ¿Quién fue la que lloro a moco tendido porque pensó que me mataron?

- ¡casi pierdo a mi mascota! – está reclamo y aquello ofendió al rubio que le enseño el dedo del medio.

- ¡que te den mimada! – el rubio comenzó a caminar molesto - ¡me iré a mirar Monjas, al menos ahí si me aprecian! – al decir aquello las ramas surgieron de debajo de la roca atrapando sus pies.

- ¡tu no te iras a ningún lado! – ella furiosa le reclamo causando que ese muchacho se carcajee dejando a una Hinata algo atónita ante esa risa que se compartió hacia Matsumoto y Shikamaru.

- Ese Akita... debemos encontrarlo a como dé lugar – un hombre tenia puesta una mascara de conejo en su rostro – el pecado original esta oculto por ahora, sin embargo... es la primera vez en la historia que el espíritu de dios es susceptible a una maldición.

Damnatus (NaruHina Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora