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Decir que ese rubio solo durmió en aquel basurero... es mentir. La realidad era una, siempre se reprimió, reprimió aquellas lágrimas, aquellas ganas de quebrarse y dejar todo atrás. Cada ataque, cada brazo amputado, cada golpe recibido, cada regeneración le significo un dolor gigantesco.

Pero había algo más allá del dolor físico.

Hinata.

Ella era su pena mas grande. A su mente llegaron las conversaciones que ella tuvo con su cadáver putrefacto, como ella le comentaba que, en su búsqueda por su corazón, estaba limpiando el mundo de forma efectiva... como ella bromeaba con que, cuando todo termine, se encargaría de limpiar el mundo por completo para que ellos dos puedan comenzar una nueva historia dado que, este mundo ya estaba perdido.

Se sentía absolutamente culpable por aquello – falle – esa promesa que el intento hacer con ella... fue un rotundo fracaso, el se alejo de ella por un bien mayor... un bien superior, todas esas personas en aquel país sobrevivirían al gigantesco ataque que se iba a dar... resultaba que aquel hombre con su mascara puesta le comento lo que ocurriría si no le entregaba su corazón.

En solo cinco minutos miles de demonios de categoría cinco en adelante iban a ser liberados en todo el país... miles morirían. Sin embargo, todos esos demonios quedarían encapsulados en Karma... dado que estos provenían de ella.

Un corazón por millones... era... era un sacrificio noble. Lo que ese sujeto no tuvo en cuenta era que, Karma le había ofrecido su propio trato el cual, el acepto siendo este un doloroso trato que la iba a liberar de todo odio.

- falle... te falle Hi... - mantuvo el silencio, Hinata no se merecía verlo así, débil, sin ganas de luchar, sin ganas... de nada – yo... te voy a salvar... yo solucionare esto a mi manera – aquello... aquello fue simplemente el punto de partida para una bifurcación.

La que debía hacer el bien, camino por el sendero mas oscuro de la vida... por otra parte, el presunto pecado original ahora planeaba caminar por el sendero correcto, intentar hacer el bien para el prójimo y arreglar lo que en gran parte era su culpa.

Su puta debilidad lo orillo a eso, su puta forma de ser lo empujo a ser una mierda, ahora le tocaba arreglar lo que había roto y eso le iba a llevar un trabajo arduo.

Se dio cuenta de algo al salir de aquel basurero... ninguna de las entidades que lo acompaña se digno a consolarlo... quizás, más allá de escucharlo o observarlo, esos seres, veían con malos ojos aquello y la verdad... que entendiendo aquello, se limpió sus lágrimas, aspiro con fuerza el aire contaminado por aquel invierno nuclear y suspirando salió de aquel callejón.

La hierba estaba alta, por lo que, cualquier movimiento así sea el viento era alarmante. Recargo aquel fusil que estuvo tirado afuera de aquel basurero notando que, probablemente había dormido todo un día ahí dentro... lo sabia por que el hambre lo superaba.

Se metió dentro de una casa y también noto que, sus necesidades básicas se habían vuelto a manifestar – no hay papel – murmuro notando que, en aquella casa no había nada como para limpiarse.

Rompio una cortina y se metió en aquel baño para luego detenerse en la puerta – mierda... - murmuro aquello al notar como alguien había hecho exactamente lo mismo que él pensaba.

Cerro aquella puerta y miro aquella cortina en sus manos un momento para luego suspirar. Salió de aquel lugar sin hacer lo que deseaba y se sentó en aquella mesa a comer la comida enlatada que tenía para él.

- Sigues siendo un humano – la voz de Morrigan lo hizo levantar la cabeza de su lata – debes ir al baño. Al menos hasta que recuperes tu fuerza.

- ¿Cuánto falta?

Damnatus (NaruHina Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora