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- Que frio – Naruto se estremeció. Eran cerca de las seis de la mañana. Shikamaru aun dormía, sin embargo, el rubio se levantó algo adolorido. Claramente no estaba en su "repertorio" levantarse a esa hora, sin embargo, por algún motivo se levantó más temprano que antes.

En Bariloche el viento frio soplaba con fuerza por lo que, el rubio algo adormecido se vistió, camino hacia la cocina donde algunas monjas y sacerdotes aún estaban despiertos.

Estos le ofrecieron a Naruto algo para tomar y arrancar su mañana. Luego de unos minutos mirando hacia afuera, noto que la nieve espesaba. Sintió un poco de ese sentimiento desconocido similar a la nostalgia que ataca al corazón. No supo realmente por que volvió a abrigarse en su habitación cambiando su campera por la que Hinata le había elegido y poniéndose su ropa, abandono el Templo.

Ciertamente estaba yendo en contra de las indicaciones de Matsumoto, sin embargo, tuvo la necesidad de hacerlo, de caminar en aquella ciudad "desolada" por la humanidad dado que era muy temprano.

Sin embargo, con todo ello, no paso de ser percibido una familia de "zorros" que iban juntos hacia el interior del bosque en el que el peleo. Sonrió levemente al verlos dejando que su mirada se pierda y que una especie de... ira naciese en su interior.

¿Por qué se estaba enojando? ¿Qué había... en esos animales? ¿demonios tal vez?

- no... - Naruto se murmuro a el mismo la respuesta. No había nada de ello, solo era el quien generaba problemas.

- eso que sientes se llama envidia – Morrigan acaricio su mano materializándose a su lado. Naruto al verla fijo su vista en su mano y en la calidez que sentía al mantener un contacto con la deidad.

- ¿po...por qué? – la mujer observo la mano del rubio un instante y luego le deposito un suave beso en ella.

Aquello le causo un incremento en el calor que en sus mejillas habia – por que... ves lo que no tienes y eso te provoca furia.

- ¿Qué no tengo?

- una familia.

Una caída libre fue lo que Naruto encontró al abrir sus ojos ¿en qué momento? ¿Cómo llego ahí? Miro su cuerpo, no tenía sus armas, no tenía su chaleco antibalas, solo su camisa, su pantalón y zapatos ¿Qué...

- claro – Este recordó lo que acababa de ocurrir. Nuevamente cerro sus ojos y permitió que aquella entidad haga lo que tenga que hacer. Con una ligera sonrisa murmuro – que buena siesta me voy a dar.

- familia... - Naruto se giró hacia ella que aún tenía su mano con ambas manos – Shikamaru...

- tu padre – el asintió - ¿y quién es tu madre? – Naruto no respondió ante aquella pregunta - ¿acaso puedo ser yo? – el la observo un momento - ¿no te cuide como tal? – El rubio mantuvo su postura ante ella y luego titubeante asintió – que alegría – esta acaricio su mano un momento más y luego susurro lo que para el rubio fue un clavo más en aquel ataúd que estaba ligado a su futuro – haber... sido la deidad que escucho aquellas plegarias – Naruto frunció su ceño – haber hecho realidad la llegada del nuevo rey – Morrigan desapareció de forma lenta dejando a Naruto con lo que en realidad paso.

Este tomo una bocanada de aire para luego expulsarlo de su sistema con lentitud – nuevo rey – cerro sus ojos un instante y quizás, sintiendo frio, elevo su temperatura corporal con el calor que su propio poder producía.

Era... algo extraño el saber exactamente para que te enviaron y no poder... descubrir cómo ser aquello.

Quizás, era como los adultos solían decir "Tener sueños es fácil... cumplirlos, ese es otro cantar" ¿Cuánto estaba dispuesto a sacrificar por ser... quien debía ser? ¿Cuánto iba a poner sobre la mesa para lograr el objetivo con el cual fue traído al mundo? Y la pregunta más relevante ¿acaso... algo que fue traído a propósito... merece ser visto... como un ser humano?

Damnatus (NaruHina Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora